Científicos cubanos que aislaron tres proteínas de la toxina del escorpión azul (Rhopalurus junceus), que inhiben las células malignas del cáncer, dijeron estar dispuestos a trabajar con otros laboratorios para desarrollar la investigación. El estudio preclínico en ratones será presentado en septiembre en un congreso internacional convocado por el Grupo Empresarial Labiofam.
José Fraga Castro, director de Labiofam, confirmó a Tierramérica que esos compuestos, ya patentados en Cuba, «se están clonando» en laboratorios de esa empresa, que investiga desde hace unos 10 años las propiedades antitumorales de la toxina de esa especie endémica de Cuba.
Se están desarrollando criaderos de esos escorpiones, pero la actual población de unos 5.000 ejemplares resulta insuficiente para una producción amplia de la toxina.
Por eso hay que buscar soluciones científicas y, «si tenemos que trabajar con otros laboratorios, estamos en disposición de hacerlo», indicó.
Hasta el momento confirmaron su asistencia al congreso delegados de Alemania, Brasil, China, Colombia, España, México y Vietnam.