Ocho «estados frágiles», congregados en la capital de Timor Oriental, tienen previsto emitir este sábado una declaración reclamando a los países donantes autonomía en el manejo de los fondos que reciben.
"Trabajen con nosotros, no contra nosotros", fue el mensaje de los donantes internacionales que surgió de la reunión celebrada esta semana en Dili para debatir cómo hacer mejor uso de la asistencia del exterior.
Los estados frágiles deben poder decidir de qué manera recibir la asistencia oficial al desarrollo que les brindan sus socios, dijo a IPS la ministra de Finanzas de Timor Oriental, Emilia Pires.
"Para que guiemos mejor a nuestros socios para el desarrollo y contribuyamos con un mejor manejo de la asistencia externa, tenemos que asumir el liderazgo", señaló.
"Creemos que hacemos esto estableciendo una visión a largo plazo, que luego debería traducirse en estrategias nacionales concretas en los planes de cada país, a los que deben adherir los donantes, alineando sus programas (en este sentido), sin trabajar por fuera de nuestros planes", agregó.
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De modo atípico, en la reunión del jueves, los países que asistieron —Afganistán, Costa de Marfil, Haití, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Sierra Leona y Timor Oriental— se apartaron de los donantes, al realizar un debate a puertas cerradas sobre en qué se equivocaron los socios para el desarrollo con sus miles de millones de dólares.
"Necesitamos que los socios para el desarrollo sean transparentes con su asistencia. Dígannos exactamente cuánto repartieron, cuándo y a dónde fue el dinero", dijo Pires.
"Queremos acción. Estamos listos para la acción. Nosotros haremos nuestra parte y queremos que los socios para el desarrollo también hagan la suya", añadió.
Al final de su reunión de un día, los países más vulnerables acordaron cuatro prioridades que considera deberían ser el objetivo del apoyo internacional: buena gobernanza, desarrollo económico, desarrollo social y humano, y seguridad.
Pero las ideas planteadas el jueves fueron apenas un preludio de lo que surgirá en el Diálogo Internacional sobre Pacificación y Construcción del Estado, que se llevará a cabo este sábado, cuando estos países vulnerables emitan una declaración dirigida a sus socios para el desarrollo.
Se prevé que la misma aportará un marco de trabajo para dar forma a futuros procesos políticos, que incluyen el logro de los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio. Estos incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre para 2015, tomando como base los registros de1990.
"Creemos que los estados frágiles son caracterizados y clasificados a través de los lentes de los industrializados, en vez de serlo a través de los ojos de los en desarrollo", señalaron este viernes los países del reunidos en Dili.
"Aunque todos aceptamos los estándares internacionales, la comunidad de donantes debe ser consciente de nuestras condiciones y necesidades", continuó el texto, que exigió una mayor flexibilidad de los donantes para garantizar que la asistencia cumpla con su cometido.
El ministro de Planificación de la República Democrática del Congo, Olivier Kamitatu, dijo en una entrevista que este frente unido supone un paso hacia una acción concreta.
"Hemos superado el monólogo y hemos decidido unirnos para compartir nuestras experiencias", explicó.
"Hemos entendido que tenemos que mirar más allá de nuestras fronteras, más allá de nuestros océanos, y nos hemos dado cuenta de que, en tanto estados frágiles, compartimos valores comunes. Entendemos que tenemos una visión común, y que cuando hablamos con los países donantes es importante que lo hagamos con una sola voz", continuó.
El grupo de siete estados frágiles "se convertirá en un foro institucionalizado que se reunirá regularmente, con el objetivo de evaluar los esfuerzos realizados por nuestros respectivos países y de apuntar al diálogo", agregó Kamitatu.
Entre quienes siguen de cerca las reuniones de este viernes y sábado está la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), integrada por 30 naciones ricas que son las que aportan la mayor parte de la asistencia.
Juana de Catheu, de la Red Internacional sobre Conflicto y Fragilidad de la OCDE, dijo que los países industrializados finalmente están comenzando a darse cuenta de que su ayuda no siempre se ha brindado de acuerdo con lo que realmente necesitan los estados frágiles.
"Queremos oír sus perspectivas sobre la creación del Estado y de la paz, así que esto es básicamente la culminación de una serie de consultas nacionales donde ya teníamos estas clases de intercambios" sobre estos dos temas "y nos hemos topado con algunas verdades internas", declaró a IPS.
"La primera es la exclusión. Estamos obsesionados con las (ciudades) capitales, y deberíamos estarlo, inmediatamente después de la crisis, porque es allí donde se abordan las cuestiones sistémicas y estructurales Pero con el tiempo deberíamos fijarnos qué está pasando" en el interior de cada país, opinó.
La reunión del jueves fue "un momento histórico" para los países frágile, porque tuvieron la rara oportunidad de sentarse a dialogar sin la presencia de los donantes, para intercambiar puntos de vista sobre cómo abordar las realidades de la asistencia y qué piensan que los socios internacionales deberían hacer de modo diferente, agregó De Catheu.
El miércoles, el primer ministro José Alexandre "Xanana" Gusmão ofreció a los donantes un panorama de proyecto del Plan Nacional de Desarrollo Estratégico de Timor Oriental para los próximos 20 años, que planteó un nuevo compromiso para usar una mayor proporción de la riqueza petrolera del país a fin de impulsar el crecimiento económico y las condiciones de vida.