Medios oficiales de Cuba intensificaron este lunes su ofensiva mediática para responder a lo que consideran una bien orquestada campaña de desinformación y descrédito desarrollada internacionalmente en las últimas semanas contra este país de gobierno socialista.
Simultáneamente, las llamadas Damas de Blanco, esposas y familiares del grupo de 75 opositores presos en Cuba desde 2003 iniciaron una jornada de siete días en demanda de libertad para sus parientes, con acciones que van desde ayunos de algunas horas hasta caminatas callejeras y asistencia a misa en distintas iglesias católicas habaneras.
"Vamos a seguir nuestra lucha pacífica cueste lo que cueste. Somos pacíficas y no tenemos nada que perder", dijo a IPS Berta Soler, esposa de Ángel Moya, quien cumple 20 años de cárcel bajo acusación de conspirar con una "potencia extranjera" con fines subversivos, cargo que involucró a la mayoría de los 75 encarcelados.
En un artículo firmado por Leyla Carrillo, del habanero Centro de Estudios Europeos (CEE), el diario oficial Granma rechazó nuevamente la resolución emitida el 11 de marzo por el Parlamento Europeo que pide la liberación de los "presos políticos" y el apoyo a un proceso de transición "hacia una democracia pluralista en Cuba".
Ese pronunciamiento siguió a la repercusión mundial que acompañó el caso de Orlando Zapata, de 42 años, quien falleció el 23 de febrero tras una huelga de hambre en prisión de más de 80 días.
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La oposición interna defiende a Zapata como "preso político", lo cual fue desmentido por fuentes oficiales.
Según Carrillo, "las campañas orquestadas contra Cuba no son nuevas" y "a nadie debe sorprender" la resolución del Parlamento Europeo, aprobada por 509 votos a favor, 30 contrarios y 14 abstenciones. El documento "se inscribe en el acecho contra los países subdesarrollados", dijo la autora.
Agregó que para aprobar estas resoluciones, los sucesos son agigantados desde Washington y por la prensa de los países más industrializados, se incorporan las inquietudes de algún parlamentario que visita el país aludido y se reúna con los "disidente prefabricados desde el extranjero".
En su opinión, la "elocuencia de los legisladores está íntimamente vinculada a los objetivos de las fuerzas gobernantes del mundo desarrollado: censurar para suspender la colaboración o ayuda, o simplemente condicionarla, criticar sistemáticamente para denigrar al gobierno que les estorba o recrear un ambiente propicio para intervenir".
Otro artículo, publicado en el diario Trabajadores bajo el título "Los paralelos de Estraburgo", vincula el texto del Parlamento Europeo con los esfuerzos de sectores de derecha española y de otros países de ese bloque por hacer fracasar el trabajo que lleva a cabo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para normalizar los vínculos de Cuba con la Unión Europea (UE).
Aún después del acuerdo legislativo, el canciller español Miguel Ángel Moratinos aseguró que su país continuará buscando sustituir la llamada posición común, que rige la política del bloque hacia Cuba, por un acuerdo negociado bilateralmente con La Habana.
La idea de España, a cargo de la presidencia de la UE en este primer semestre del año, es buscar un "compromiso mayor de las autoridades cubanas en materia de la defensa de los derechos humanos" y de la "liberación de presos políticos". Madrid y La Habana sostienen conversaciones periódicas sobre el tema luego que normalizaron sus vínculos en 2007. Sin embargo, el principal obstáculo en esa intención está en conseguir el consenso de los 27 países miembros de la UE para abolir la llamada posición común, que fuera promovida en ese ámbito en 1996 por la administración española del centroderechista José María Aznar con el propósito declarado de inducir cambios democráticos en la isla caribeña.
La Habana considera esa postura una inaceptable injerencia en sus asuntos internos y un obstáculo para la plena normalidad en sus vínculos con la UE. En ese sentido, estima que sólo con la eliminación de la posición común se podrá avanzar en el diálogo constructivo abierto con Europa en 2008, luego de varios años de distanciamiento.
Al respecto, la investigadora del CEE afirmó que la posición común condiciona las relaciones bilaterales al "comportamiento y respuesta del régimen cubano" y se suma "al bloqueo estadounidense, pero a la usanza elegante de los europeos".
En ese sentido, otros comentaristas cubanos acusaron a la eurocámara de convocar "abiertamente a los gobiernos europeos a intensificar sus actividades subversivas y a sus embajadas en La Habana a implicarse aún más en el aliento, el apoyo y el financiamiento a los mercenarios".
"La resolución demanda descaradamente que los proyectos de cooperación entre la Comisión Europea y Cuba se utilicen con propósitos subversivos", dijo en un extenso artículo publicado el pasado viernes en Granma el periodista Javier Rodríguez, de la agencia cubana de noticias Prensa Latina.
Como parte del proceso de normalización de vínculos, Cuba y la UE relanzaron en 2008 la colaboración bilateral, luego que el bloque eliminó definitivamente el paquete de medidas diplomáticas con que reaccionó al arresto en marzo de 2003 de los 75 disidentes. De este grupo, 53 permanecen aún en prisión.
Laura Pollán, una de las voceras de las Damas de Blanco, aseguró a IPS que 26 de esos presos se encuentran en condiciones muy precarias de salud. El opositor Guillermo Fariñas, quien inició el 24 de febrero una huelga de hambre en Santa Clara, a casi 300 kilómetros de la capital, pide la liberación de esos reclusos.
Fariñas se encuentra bajo atención médica en el hospital de esa ciudad desde el pasado jueves. "Nosotros no estamos de acuerdo con las huelgas de hambre, porque lo importante es la vida y hay que luchar por ella. Pero respetamos su criterio", comentó Pollán a periodistas.