Dos abogadas vietnamitas que defienden los derechos civiles tuvieron distinta suerte. Tran Thi Quoc Khanh es una reconocida diputada de la Asamblea Nacional legislativa, en tanto Le Thi Cong Nhan acaba de salir de prisión.
Dos historias diferentes muestran las dos caras del valor que hay que tener en Vietnam para defender los derechos humanos, una tarea que requiere pasión, pero también mucha habilidad.
Quoc Khanh, de 51 años y con dos hijos, tiene 20 años más de experiencia que Cong Nhan. Tiene una maestría en derecho y dos más en política y periodismo. Comenzó a trabajar en el Departamento (ministerio) de Justicia en 1995 y con apoyo de la Asociación de Abogados de Hanoi y del Frente de la Patria de Vietnam accedió a un asiento en la Asamblea Nacional.
Como integrante del comité directivo de la Unión de Mujeres de Vietnam y presidenta de la comisión legal, de enero de 2006 a diciembre de 2007, Khanh fue refrendada por la agrupación y reelegida en 2008.
Ahora integra de forma permanente el comité de ciencia, tecnología y ambiente y lidera el grupo de 12 diputadas.
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El exceso de vacíos legales volvieron ineficaz el sistema judicial de este país de Asia sudoriental, según Quoc Khanh. Algunas leyes "no tienen calidad", señaló la profesional, conocida por reclamar a la Asamblea Nacional mejores normas .
"Una ley debe ser corta, fácil de comprender, viable y poder implementarse en cuanto sea promulgada", remarcó en una sesión de la Asamblea Nacional dedicada a los "resultados de las leyes en la vida cotidiana".
"Creo que debo estar más atenta a lo que le preocupa a la gente en general y preparar comentarios de mucha calidad, en especial sobre la implementación de una ley para proteger los intereses nacionales y de los ciudadanos, así como sus derechos", declaró Quoc Khanh a VietnamNet.
La abogada también es conocida por defender los derechos de las mujeres.
"Varios artículos de la ley sobre matrimonio y familia no se cumplen. Por ejemplo, suele dejarse de lado el derecho de las mujeres sobre sus hijos y sobre la propiedad en caso de divorcio. También se descuidó el asunto del abuso y la trata de mujeres, niños y niñas", remarcó.
Quoc Khanh llamó la atención de la población cuando le preguntó al primer ministro, Nguyen Tan Dung, sobre la corrupción endémica en Vietnam y éste le respondió: "Le recuerdo que en los últimos tres años no sancioné a ningún camarada".
La respuesta de Dung motivó ácidos comentarios de los medios de comunicación y de la propia diputada. "Hay ciudadanos que son conscientes de que algunos funcionarios no hacen bien su trabajo y son responsables de violaciones que deberían ser sancionadas por sus superiores", dijo en entrevista con VietnamNet.
La actividad comprometida de Quoc Khanh no hizo más que mejorar su reputación de diputada ejemplar. Sin embargo, una actitud similar de su colega Cong Nhan sólo le causó problemas con las autoridades.
La abogada de 30 años perdió el derecho de ejercer hace tres años tras ser detenida y condenada por realizar propaganda contra la República Socialista de Vietnam, bajo el artículo 88 del Código Penal.
Hija de campesinos, Cong Nhan salió de la cárcel el 6 de este mes, antes del Día Internacional de la Mujer. Pero le restan tres años de prisión domiciliaria.
La organización Human Rigths Watch, con sede en Nueva York, le otorgó en 2008 el premio Hellman/Hammet por su valor frente a la persecución política.
Los medios de comunicación vietnamitas la ignoraron o la menospreciaron. Tras su detención en 2007 fue descrita como una "abogada ciega y terca" en un artículo del periódico Policía Popular. Su liberación no recibió ninguna cobertura mediática.
Tras obtener el título de abogada en 2004, Cong Nhan trabajó un año para la Asociación de Abogados de Hanoi. En 2005 se unió a Thien An, el estudio independiente de Nguyen Van Dai dedicado a cuestiones de derechos humanos, y pronto siguió sus pasos.
Cong Nhan escribió artículos denunciando al Sindicato de Vietnam por atentar contra los derechos de los trabajadores y llegó a criticar al propio Partido Comunista y al artículo 4 de la Constitución, que lo considera "representante leal de la clase trabajadora, de los obreros y de toda la nación".
También se unió al movimiento que reclamó el pluralismo y el multipartidismo y fue la portavoz del Partido Progresista de Vietnam, uno de los varios grupos opositores que surgieron cuando el gobierno relajó algunas restricciones en 2006.
La agrupación fue considerada ilegal, pues sólo está permitido el Partido Comunista.
Cong Nhan también se unió al Bloque 8406, que corresponde a la fecha en que por primera vez la organización reclamó una transición política hacia una democracia participativa.
Además cuestionó la norma impuesta por el primer ministro para ejercer un mayor control sobre los medios de comunicación. "Como abogada y a mí entender, declaró que la directiva 37 es totalmente inconstitucional", señaló.
Cong Nhan reconoció en el juicio ser miembro de una organización política proscrita. Pero negó haber violado la ley e insistió en que la Constitución otorga al Partido Comunista un papel relevante, pero no hay "ningún artículo que prohíba la creación de otro partido en Vietnam".
Tras su liberación, la policía volvió a detenerla por hablar con dos organizaciones internacionales y violar los términos del arresto domiciliario.
Al parecer, los caminos de Cong Nhan y de Tran Thi Quoc Khanh nunca se cruzaron.