El Relámpago del Catatumbo, tormenta eléctrica que descarga anualmente 1,6 millones de rayos en el noroeste de Venezuela, desapareció desde enero por la fuerte sequía que soporta este país. «Esto no tiene precedentes en los registros históricos del relámpago. Nunca habíamos tenido un periodo tan prolongado sin sus rayos», dijo a Tierramérica Erik Quiroga, estudioso durante décadas del fenómeno en el delta del río Catatumbo, sobre el lago de Maracaibo.
En la sudoriental región de Guayana, el Salto Ángel –la catarata más alta del mundo, con casi un kilómetro– redujo en más de dos tercios su caudal.
La prolongada y dura estación seca, asociada al fenómeno climático de El Niño, causó escasez y racionamiento hídrico y eléctrico en Caracas y otras ciudades.
El Niño ocurre cuando el agua del océano Pacífico se enfría en el sudeste asiático y se calienta cerca de la costa sudamericana.