El gobierno de la capital argentina deposita en rellenos sanitarios el doble del volumen de residuos sólidos que está comprometido a enterrar según la ley de “basura cero”, aprobada en 2005. A partir de la clasificación y el reciclado, la ley se propuso llegar a 2010 con 30 por ciento menos de residuos que en 2004, pero en 2009 se enterró el doble que en el año base: se debía trasladar menos de un millón de toneladas y se enviaron más de 1,8 millones.
“Este año vamos a tener un valor similar, porque no se está haciendo nada”, alertó a Tierramérica Juan Carlos Villalonga, director de Greenpeace Argentina.
Villalonga aseguró que “los vecinos están absolutamente dispuestos” a separar residuos secos y húmedos, pero no hay campañas públicas ni voluntad de hacer cambios como el que propone la ley, dijo.