AMÉRICA LATINA-EEUU: Clinton intenta reducción de daños

El diálogo de sordos sobre el programa nuclear de Irán, que tuvo lugar en Brasilia, destaca los obstáculos que enfrenta la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Rodham Clinton, para establecer relaciones de confianza a partir de su gira por seis países latinoamericanos.

Secretaria de Estado (canciller) Hillary Rodham Clinton y su par de Brasil, Celso Amorim. Crédito: Departamento de Estado de Estados Unidos.
Secretaria de Estado (canciller) Hillary Rodham Clinton y su par de Brasil, Celso Amorim. Crédito: Departamento de Estado de Estados Unidos.
Brasil fue el cuarto país visitado por Clinton desde el lunes, cuando estuvo en Montevideo para la investidura del nuevo presidente uruguayo, José Mujica. Le siguieron Chile y Argentina y la misión comprende Costa Rica y Guatemala este jueves y el viernes.

El canciller brasileño, Celso Amorim, justificó el rechazo de su país a las sanciones contra Irán —que estaría desarrollando armas nucleares según temen las potencias occidentales— recordando el "engaño" sobre las armas de destrucción masiva de Iraq, que sirvieron de pretexto para que Estados Unidos y sus aliados invadieran a esa nación en 2003.

Aún hay condiciones y tiempo para negociar con Irán, aunque la creciente rigidez de las posiciones lo haga cada día más difícil, sostuvo el canciller en rueda de prensa junto a su par estadounidense. "Las sanciones son contraproducentes" y fomentan las salidas violentas, como ocurrió en Iraq, opinó.

No hay ninguna señal de que el gobierno de Irán se disponga a llegar a un "acuerdo con la comunidad internacional" y asegure los fines pacíficos de su programa nuclear mediante inspecciones transparentes, replicó Clinton.
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Sólo lo hará si percibe que "habrá consecuencias" y sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, agregó.

Irán "le cuenta historias distintas" a Brasil, China y Turquía, para evitar las sanciones, pero "marcha en dirección opuesta" a los esfuerzos de muchos países, como Estados Unidos y los europeos, y de la Agencia Internacional de Energía Atómica, para evitar que más armas nucleares "desestabilicen" Medio Oriente, acotó.

"Si el tema es Irán, Argentina es el buen alumno de Washington y Brasil no lo es", comentó a IPS Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, de Buenos Aires.

Los dos socios mayores del Mercado Común del Sur (Mercosur) tienen posiciones opuestas en relación al problema iraní. En Buenos Aires, al reunirse con la presidenta Cristina Fernández el martes, la canciller Clinton agradeció "el liderazgo que Argentina ha mostrado" en el combate del terrorismo y la proliferación nuclear.

"Argentina es el único país del mundo que tiene una causa contra el Estado iraní por terrorismo y tiene pedida la captura de su actual ministro de Defensa, Ahmad Vahidi, a través de Interpol", explicó Fraga.

Eso se debe al atentado que destruyó la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994, dejando 85 muertos. El gobierno argentino rebajó sus relaciones con Irán al nivel de encargados de negocios y la fiscalía acusa a ocho altos funcionarios iraníes de participación en el crimen y pide su captura.

Respecto de Honduras, la visita subrayó "percepciones diferentes", admitió Clinton. Su gobierno considera superada la crisis desatada por el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en junio de 2009.

Pero tanto Argentina como Brasil consideran ilegítimas las elecciones de noviembre que llevaron a Porfirio Lobo a la Presidencia hondureña. Brasilia admite avances hacia la restauración democrática, pero serán necesarios "nuevos hechos y tiempo", incluyendo "condiciones para el regreso de Zelaya al país", para reconocer al nuevo gobierno de Honduras, dijo Amorim.

En ese aspecto, también los pecados del pasado pesan. América Latina sufrió "muchos traumas" causados por las dictaduras en el siglo XX, recordó el canciller brasileño, sin mencionar que en numerosos casos Washington apoyó los golpes militares en la región.

En Buenos Aires, Clinton pareció aceptar la solicitud de "intermediación amigable" de su país, efectuada por la mandataria Fernández, para que Argentina y Gran Bretaña discutan el conflicto por las australes islas Malvinas, que se agravó hace dos semanas cuando una empresa británica empezó a explorar petróleo en las aguas en disputa, cerca de la costa argentina.

La tensión entre los dos países se mantiene desde 1982, cuando fuerzas argentinas intentaron recuperar el archipiélago, ocupado por los británicos desde 1833. Los argentinos perdieron la guerra y 635 soldados. América Latina en pleno apoya el reclamo argentino de soberanía sobre las islas.

En Montevideo la presencia de la secretaria de Estado reafirmó las buenas e históricas relaciones entre Uruguay y Estados Unidos, que se mantuvieron durante el gobierno conservador de George W. Bush (2001-2009), e incluso después de que el izquierdista Frente Amplio (FA) asumiera el poder, en 2005.

El nuevo presidente Mujica, también del FA, anunció que pretende avanzar en acuerdos comerciales y cooperación científica con Estados Unidos, mientras Clinton elogió la democracia uruguaya como "un modelo para el mundo".

En Chile Clinton ofreció teléfonos satelitales, hospitales móviles, equipos médicos, purificadores de agua y otras ayudas contra los daños del terremoto que mató a más de 800 personas y dejó cerca de dos millones sin techo. El apoyo financiero será importante para los miles de millones de dólares que exigirá la reconstrucción de las áreas azotadas.

De los países que visita Clinton, es Brasil donde Washington enfrenta las más numerosas e importantes discrepancias, con Irán como cuestión emblemática.

Brasil "piensa con su propia cabeza" y "no se doblará", ni siquiera si hay consenso entre las grandes potencias sobre las sanciones contra Irán, afirmó el canciller Amorim.

La diplomacia brasileña consolidó en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva esa autonomía que superó definitivamente la Guerra Fría, como "un actor global que no se subordina" a ninguna potencia, actuando según sus intereses y visiones, "en su esfera propia", dijo a IPS Clovis Brigagão, director del Centro de Estudios Americanos de una universidad privada de Río de Janeiro.

A Washington le interesa comprender qué papel quiere ejercer Brasil en esa cuestión y en Medio Oriente, si puede operar como un mediador y convencer a Teherán de que acepte una inspección nuclear, según Brigagão.

Pero últimamente se acumularon motivos para cierta tensión en las relaciones entre Brasil y Estados Unidos, además de Irán y Honduras.

En el comercio, Brasil se apresta a aplicar retaliaciones por un total de 830 millones de dólares contra las exportaciones estadounidenses, autorizadas por la Organización Mundial del Comercio. Es el resultado de una denuncia brasileña contra subsidios ilegales concedidos por Estados Unidos a sus productores de algodón.

La lista de productos que sufrirán represalias será anunciada por el gobierno brasileño la próxima semana, pero Clinton dijo esperar un "happy end" en esa disputa, a través de nuevas negociaciones durante los 30 días de plazo para que las medidas se hagan efectivas.

La presencia militar estadounidense en algunos países latinoamericanos, especialmente en Colombia, la continuidad del embargo a Cuba y diferencias en relación a la política de combate al narcotráfico son otros temas que separan a los dos mayores países de las Américas.

Pero en la visita a Brasilia, Clinton pudo firmar un comunicado conjunto destacando las buenas relaciones bilaterales y tres memorandos de entendimiento para intensificar la cooperación en cambio climático, promoción de las mujeres y la cooperación técnica conjunta en terceros países, principalmente en Haití y en naciones africanas.

En Costa Rica, este jueves, Clinton discute el refuerzo de la lucha contra el narcotráfico, inversiones y tecnologías limpias, y se reunirá con cancilleres y ministros de comercio de una docena de países que comparten la iniciativa Caminos hacia la Prosperidad en las Américas.

Costa Rica jugará un papel fundamental en América Central, ahora que sus relaciones con Estados Unidos se renuevan bajo la administración de Barack Obama, según el politólogo Carlos Carranza. Es uno de los países clave para los vínculos de Washington con América Latina, junto con Brasil, Chile y Uruguay, en temas como narcotráfico, desarrollo humano y migraciones, acotó a IPS.

En Guatemala, analistas y políticos no esperan ayuda de la visitante. "Creo que ella trae en su lista de regaños decirles a las autoridades por qué no se ha hecho nada y a exigir más acciones contra el narcotráfico", dijo a IPS el ex canciller Gabriel Orellana.

"Estados Unidos financia muchas acciones de las que nos exige correspondencia", sostuvo.

La gira latinoamericana de Clinton "se circunscribe a tener la presencia y dar una señal de buena voluntad, pero de resultados tangibles para nuestra agenda es muy poco", según la politóloga Carmen Ortiz. América Central debería poner en la mesa sus prioridades, como el tema migratorio y la crisis económica, opinó.

* Con aportes de Marcela Valente (Buenos Aires), Daniel Zueras (San José) y Danilo Valladares (Guatemala).

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