La capacidad de generación de energía eólica en Brasil aumentó 77,7 por ciento el año pasado, alcanzando 606 megavatios en comparación con los 341 megavatios en 2008, según el Consejo Global de Energía Eólica. “Es mucho menos de lo que Brasil podría y debería tener” y “absolutamente poco”, especialmente comparado con la matriz energética nacional, en la que predomina la hidroelectricidad, opinó el ambientalista Rubens Born, director de la organización no gubernamental Vitae Civilis.
“Sin dudas, la eólica tiene una huella ecológica menor que grandes hidroeléctricas y termoeléctricas” y, como Brasil tiene una red interconectada de transmisión, la energía generada en el Nordeste, región de mejores vientos, podría distribuirse en otras partes del país, dijo a Tierramérica.
Pero esta fuente representa apenas 0,62 por ciento de la generación total del país, una participación que se cuadruplicará en 2012, según los contratos firmados.