Sin gestión ni presupuesto, el parque público más importante de Buenos Aires está en franco deterioro debido a su creciente uso comercial. El Parque Tres de Febrero, conocido popularmente como “bosques de Palermo”, pasó de 700 hectáreas en 1920 a 200 en la actualidad, de las cuales sólo 130 son de acceso libre. El resto está ocupado por comercios no siempre legales, según una agrupación de vecinos.
“Es una joya paisajística cada vez más degradada. No tiene presupuesto ni nadie que lo gestione. Sólo hay una empresa que corta el pasto y recoge la basura”, explicó a Tierramérica Osvaldo Guerrica, presidente de la Asociación Amigos del Lago de Palermo.
Esa entidad denunció fallas de señalización, publicidad ilegal y plantaciones indiscriminadas, y dijo que las únicas resoluciones que se cumplen son las que permiten la utilización comercial del parque.