Políticos de República Checa y Eslovaquia obtuvieron amplio apoyo para su campaña pública de respaldo a la candidatura de un disidente chino para el premio Nobel de la Paz.
La iniciativa fue elogiada por organizaciones de derechos humanos que destacan que las autoridades de ambos países hasta ahora habían estado más interesadas en construir lazos económicos con China que en denunciar las violaciones a los derechos humanos en ese país.
En diciembre, Liu Xiaobo fue condenado a 11 años de prisión en China por ser uno de los redactores de una petición llamada Carta 08 que reclamaba libertad política y el fin del dominio del Partido Comunista.
La Carta 08 se inspiró en el manifiesto de los derechos humanos Carta 77, redactada en 1977 por el icónico disidente comunista checo Václav Havel, entre otros, en lo que era entonces Checoslovaquia.
El movimiento generado por la Carta 77 consolidó la disidencia y preparó el camino para la caída del comunismo y la Revolución de Terciopelo poco más de una década después. Años más tarde, Havel sería el último presidente de Checoslovaquia (1990-1992).
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Ahora, 91 políticos checos y eslovacos, así como grupos de derechos humanos, ex disidentes y signatarios de la Carta 77, incluido Havel, propusieron a Liu para el premio Nobel de la Paz.
La nominación es un hito en la política checa, que raramente cuestiona públicamente a China por sus violaciones a los derechos humanos, resaltó Eva Dobrovolna, portavoz de la organización Amnistía Internacional en la República Checa.
"Nos complace que los políticos checos que normalmente evitan el tema de los derechos humanos en China se hayan pronunciado para apoyar esta causa. Es una excelente medida y una señal alentadora de su parte", dijo Dobrovolna a IPS.
"La nominación de Liu Xiaobo para el premio Nobel de la Paz es un firme gesto de apoyo, no sólo para él, sino para todos los disidentes chinos. Si gana el premio, no será únicamente para él, sino para todos los que luchan por los derechos humanos en China", agregó.
Desde el surgimiento de China como potencia mundial en la última década, los gobiernos de la República Checa y de Eslovaquia buscaron ampliar sus relaciones comerciales con Beijing. Esto los ha llevado con frecuencia a ignorar en la política oficial las violaciones a los derechos humanos que se cometen en China, sostienen críticos.
El gobierno eslovaco encabezado por el partido de izquierda Smer, en particular, ha sido acusado por grupos de derecha que tratar de congraciarse con China hasta el punto de negarse por completo a plantear la cuestión de los derechos humanos en conversaciones oficiales.
En un polémico incidente ocurrido el año pasado, activistas de los derechos humanos que protestaban frente a la embajada de China en Bratislava durante una visita oficial del presidente chino fueron atacados por grupos defensores del régimen. La policía fue acusada de no intervenir eficazmente.
Hay cierto conflicto en Eslovaquia por la nominación de Liu, dado que algunas figuras del gobierno lo habían ignorado.
"Temen que si apoyan esta causa, China tome alguna represalia política. Tienen miedo. Esta causa es muy controversial para ellos y no la respaldarán", afirmó Milan Nic, coorganizador de la campaña de nominación y director de la ONG Pontis Foundation.
Pese a la renuencia de ciertos miembros del gobierno eslovaco a apoyar la propuesta, grupos de derechos humanos creen que el apoyo existente en ambos países a la candidatura de Liu y la importancia histórica del movimiento de la Carta 77, que sirvió de base al manifiesto del disidente chino, pondrán el foco en la cuestión de los derechos humanos en China.
"Havel es muy importante en esta campaña. Es el padrino de la Carta 77, que fue tan importante para el movimiento anticomunista de la antigua Checoslovaquia, y también es una gran figura internacional. Esta nominación de Liu responde a su vínculo con la Carta 77. Todo esto influye en las probabilidades de éxito de su candidatura", comentó Nic.
Las nominaciones para el premio Nobel de la Paz sólo pueden hacerlas ciertos grupos, individuos o entidades, incluso asambleas nacionales y gobiernos, que las presentan al Comité del Premio Nobel, de Noruega.
En marzo de cada año, el Comité elabora una lista abreviada a partir de las candidaturas presentadas y después, tras un proceso de análisis, en octubre se elige y se anuncia quién es el premio Nobel de la Paz.
El grupo internacional Pen, que trabaja para promover la libertad en todo el mundo, también propuso a Liu para el premio.
En una carta firmada por varios escritores reconocidos, incluido el autor indio-británico Salman Rushdie, el grupo destacó que "honrar (a Liu) con el premio Nobel de la Paz sería una manera enérgica de subrayar que los derechos humanos consagrados en el derecho internacional (valores que China ha reconocido y respaldado) son derechos no negociables de todo hombre y toda mujer".
China ya manifestó su oposición a la propuesta del premio para Liu. La cancillería china declaró a medios de prensa locales que galardonar a Liu sería una medida "totalmente equivocada".