Decenas de opositores cubanos se reunieron este miércoles en la sede de las Damas de Blanco, en La Habana, para oficiar el «velorio simbólico» de Orlando Zapata Tamayo, un preso que murió tras una huelga de hambre de 85 días, según fuentes disidentes.
El funeral de Zapata Tamayo, de 42 años, está previsto para las primeras horas de este jueves en Banes, municipio de la oriental provincia de Holguín, a unos 900 kilómetros de la urbe capitalina.
"Somos de diferentes partidos opositores y estamos aquí para despedir a Orlando", dijo a IPS Odalis Sanabria en la casa de Laura Pollán, una de las más conocidas Damas de Blanco.
El sitio oficial de Internet Cubadebate colocó a mediodía de este miércoles una declaración del presidente Raúl Castro lamentando la muerte del opositor, pero rechazando las acusaciones de malos tratos en las cárceles.
"No existen torturados, no hubo torturados, no hubo ejecución. Eso sucede en la base de Guantánamo", dijo Castro en referencia a la situación de los prisioneros que Estados Unidos mantiene en su enclave militar instalado en una porción del extremo más oriental de Cuba.
[related_articles]
Castro habló en respuesta a preguntas de periodistas brasileños en un acto celebrado en el Puerto de Mariel, 45 kilómetros al oeste de La Habana, al que asistió también el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de visita en esta isla hasta la mañana de este jueves.
Las reacciones del gobierno cubano ante hechos que involucran a opositores son muy poco frecuentes.
Zapata Tamayo falleció el martes en el hospital habanero "Hermanos Ameijeiras", al que había sido trasladado desde un centro médico para reclusos de la misma capital.
Había pasado 85 días en huelga de hambre, en demanda de que se lo reconociera como "preso de conciencia", condición que le había atribuido Amnistía Internacional.
"Orlando era un contestatario, reclamaba mejores condiciones carcelarias y se negaba a usar el uniforme de recluso común porque era un preso político", comentó a IPS Héctor Julio Cedeño, quien se identificó como periodista independiente.
En la casa de Pollán se habían colocado crespones negros y velas encendidas junto a fotografías de Zapata Tamayo. Un libro de condolencias recogía las firmas de los asistentes al velorio simbólico, convocado por opositores que no pudieron trasladarse hasta Holguín.
El cuerpo del fallecido fue enviado a esa provincia y entregado a su madre, Reina Tamayo. Para asistir a los funerales, viajaron hasta Banes Laura Pollán y Berta Soler, entre otras Damas de Blanco, esposas y familiares de 75 opositores presos en 2003.
También se trasladaron a Banes disidentes como Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca, representantes de la línea más dura de la oposición interna que critican las posturas de España y la Unión Europea (UE) de acercamiento hacia el gobierno de Castro.
El deceso de Zapata Tamayo fue lamentado por la UE, el Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos y Amnistía Internacional, organización no gubernamental con sede en Londres que pidió a La Habana una investigación sobre la muerte, así como la libertad de todos los presos por causas políticas.
La embajada de España en Cuba transmitió sus condolencias a la madre del fallecido. Fuentes diplomáticas aseguraron que la sede diplomática se mantuvo pendiente del caso de este opositor y lo mencionó en los contactos sostenidos en el último tiempo entre los dos gobiernos.
Delegaciones de ambas naciones se reunieron este mes en Madrid por cuarta vez para analizar asuntos humanitarios, como parte del diálogo político abierto en 2007. España encabeza en el actual semestre a la UE, en cuyo seno promueve la plena normalización de las relaciones con Cuba.
Zapata Tamayo no figura en el grupo de 75 disidentes sometidos a severas condenas bajo cargo de conspirar con Washington con fines subversivos, aunque fue arrestado por la misma época y condenado primero a tres años de prisión por "desorden público" y "resistencia".
Según fuentes opositoras, sucesivas acusaciones dentro de la prisión, como desacato, acabaron sumando condenas por un período de 36 años de reclusión que cumplía al momento de su muerte. De acuerdo a esas versiones, fue trasladado de penal en varias ocasiones, debido a protestas protagonizadas junto a otros reclusos.
Zapata Tamayo es el segundo recluso que muere en prisión por una huelga de hambre en 40 años. El primero fue Pedro Luis Boitel, a comienzos de los años 1970, según recordaron medios disidentes.
Esas fuentes también mencionaron la muerte de Miguel Valdés Tamayo, uno de los miembros del grupo de los 75 disidentes, que falleció el 9 de enero de 2007 en un hospital de La Habana por una dolencia cardíaca, agravada en la cárcel. Meses antes había sido liberado con licencia extrapenal por razones de salud.
El gobierno cubano considera mercenarios a sueldo de la política hostil de Estados Unidos contra Cuba a todos los miembros de la oposición interna, a la vez que rechaza todo juicio unilateral sobre el estado de los derechos humanos en este país.
En su último informe, distribuido en enero, la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional juzgó con dureza la situación humanitaria de esta isla caribeña y vaticinó que "a menos que ocurra un milagro", el panorama en 2010 "seguirá siendo igual o peor".