Como presidente de un centro de estudios que defiende la ideología del «gobierno mínimo», Bienvenido Oplas Jr. cree que la sociedad sería más pacífica y dinámica si las personas asumieran más sus responsabilidades directas sobre sus vidas, familias y comunidades.
Esto, de acuerdo con Oplas Jr., es la esencia de la sociedad civil, y lo que defiende su organización, Pensadores del Gobierno Mínimo.
Según esta ideología, también llamada "miniarquismo", el papel y la influencia del gobierno sobre una sociedad deben ser mínimos, y debe estar apenas abocado a proteger la libertad y las propiedades.
"Las personas que tienen miedo de las responsabilidades tienen miedo de la libertad misma", señala Oplas Jr. en el sitio web de la organización. "Es el gobierno grande e intrusivo el que por lo general premia la irresponsabilidad individual con subsidios y bienestar", añade.
Integrado por profesionales y pequeños empresarios, Pensadores del Gobierno Mínimo se define como "un movimiento filosófico que intenta cambiar el pensamiento dominante en nuestra gente de que muchas cosas en nuestra vida educación, atención médica, vivienda, pensiones, etcéteradeben ser responsabilidad del gobierno, no personal o de los padres o de las empresas".
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Sus principios son: gobierno pequeño, pequeños impuestos, libre mercado, imperio de la ley y responsabilidad personal.
El grupo, con sede en Manila, fue creado en 1984 por Oplas Jr. y otros amigos después de 10 años de charlas y discusiones sobre miniarquismo. Hoy realiza simposios y cursos de capacitación sobre varios temas en base a sus principios centrales, además de producir documentos y representar a los contribuyentes en foros y en debates parlamentarios.
En entrevista con IPS, Oplas Jr. expuso sus polémicos pensamientos sobre estos y otros temas.
IPS: ¿Cómo su pasado personal influye en su convicción sobre la responsabilidad individual?
BIENVENIDO OPLAS JR: He visto muchas personas morir, pero no por pobreza, sino por beber y fumar. Pueden ser pobres, pero todavía se las pueden arreglar para producir su propia comida (son agricultores, por ejemplo). Lo que los mata es que destruyen sus intestinos, pulmones y riñones por beber, fumar y pelear en exceso, etcétera. Y, como son pobres, dejan detrás una familia aun más empobrecida con niños pequeños.
Observe también la industria alimenticia. No hay gobierno en los restaurantes ni en los "carinderia" o "turo-turo" (puestos de alimentos en Filipinas) ni en los supermercados ni en los "talipapa" (mercados improvisados), y sin embargo la gente sigue comiendo.
Compare eso con la atención médica. Hay muchos hospitales y clínicas del gobierno, muchas farmacias y "botika ng bayan" (puestos de venta de medicamentos genéricos), hay seguros de salud del gobierno, hay una política de control gubernamental de los precios de los medicamentos, y sin embargo los problemas de salud se expanden.
IPS: ¿En qué aspectos de la vida deberían concentrarse los gobiernos y hasta qué punto deberían proveer ayuda?
BOJ: Principalmente en la defensa del imperio de la ley. Proteger el derecho a la vida de los ciudadanos, el derecho a la propiedad privada, el derecho a la libertad y a la expresión.
Por ejemplo, no hay que permitir que se regulen los negocios. Existen muchísimos permisos, por ejemplo, del Departamento de Comercio e Industria y del Buró de Ganancias Internas para autorizaciones en salud pública municipal, muchos impuestos y cuotas. Permitamos que todos los restaurantes, todas las farmacias y todos los comercios compitan entre sí.
Si un restaurante vende alimentos que han expirado o están adulterados, envenenando a los clientes, entonces el gobierno debe venir y lanzarse sobre los que delinquen. Si una farmacia o un fabricante vende medicinas adulteradas y causa daño a los pacientes, entonces el gobierno debe aparecer.
Las penas deben ser lo suficientemente severas como para disuadir a otros restaurantes de ser displicentes o vender alimentos y bebidas dañinas.
IPS: Muchas sociedades en el mundo distinguen a cada persona como contribuyente clave para solucionar los problemas sociales y ecológicos, pero todavía ponen sus esperanzas en los gobiernos. ¿Qué opina de las responsabilidades de las personas y su dependencia con los gobiernos?
BOJ: Tomemos el ejemplo de la atención médica otra vez. Es principalmente una responsabilidad personal y de los padres. El deber gubernamental es secundario por lejos. Las personas no deberían fumar ni beber ni comer alimentos grasos en exceso, ni pelear entre sí ni hacerse heridas ni ser sedentarios ni participar de estilos de vida promiscuos. Cuando sus órganos internos comienzan a desintegrarse, corren al gobierno y le dicen: "la atención médica es un derecho".
Sólo en los casos de epidemias, como el SARS (síndrome respiratorio agudo severo), la gripe porcina y otras enfermedades contagiosas, y sólo para personas y niños con necesidades especiales (autistas, ciegos, paralíticos, amputados) está justificada la participación del gobierno y el uso del dinero de los contribuyentes.
Si el gobierno usara su dinero para curar a esos que tienen cáncer de pulmón o garganta u otras enfermedades respiratorias menores porque fumaban dos o tres paquetes al día, ¿estaría feliz? O porque comen alimentos con alto colesterol todos los días y toman Coca Cola o soda como si fuera agua todos los días, y sufren de hipertensión, diabetes, enfermedades relacionadas, ¿estaría feliz?
IPS: ¿Qué nos enseña la crisis financiera global sobre el gobierno y la responsabilidad personal?
BOJ: El torbellino financiero ha cesado. Lo que emerge es un gran déficit fiscal y una gran deuda pública de muchos gobiernos, como todos los miembros del Grupo de los Siete (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), y muchos otros países ricos.
La irresponsabilidad fiscal de muchos gobiernos, tanto de países ricos como pobres, arrastra a la economía mundial a deudas insostenibles y a los préstamos excesivos.
Los países no prestamistas, como China, Singapur y Taiwan, y pocos países en Europa, estarán en mejor posición para sobrevivir a futuras crisis, (que serán) creadas por esos gobiernos fiscalmente irresponsables dirigidos por políticos y burócratas con poco aprecio por la responsabilidad personal.