MUJERES-COLOMBIA: La base del cambio, en lo cotidiano

«¿Por qué no se organiza?» es el título de una mirada a la cotidianidad, al comportamiento social previsible, cortés, repetido a través de los siglos, acogido por hombres y mujeres, y que ellas son más receptivas a cambiar como un paso hacia una mayor autonomía.

Zenaida Osorio lee la cartilla a los estereotipos cotidianos Crédito: Helda Martínez/IPS
Zenaida Osorio lee la cartilla a los estereotipos cotidianos Crédito: Helda Martínez/IPS
Se trata de mujeres que intentan hacer contrapeso a la docilidad femenina que aún se asume como innata en Colombia, donde se ha publicado, al igual que en otros muchos países, así tengan culturas y desarrollos muy diferentes.

"¿Por qué no se organiza?" es una publicación que recaba frases cotidianas que traducen y refuerzan estereotipos sobre las mujeres, que no ha logrado eliminar el cambio de su papel en la esfera pública y privada.

Un formulario inicial ayudó a recoger frases que marcan a las mujeres en su día a día a la autora del folleto, Zenaida Osorio. La cantidad de mujeres que aceptaron participar en la recopilación y la abundancia de datos que aportaron constituyen por sí mismos una evidencia de la carga que representan para ellas, comentó Osorio a IPS.

"Tiene cara bonita, qué pesar tan gorda"; "cuándo pague, pone las condiciones; mientras tanto, ésta es mi casa"; "debe tener 40 o 50 pero se cree una ‘cuchibarbi’ (vieja muñeca), debería vestirse de acuerdo a su edad".
[related_articles]
Se recopilaron también muchas frases discriminatorias hacia quienes optan por la homosexualidad: "tan bonita esa muchacha, y salir lesbiana" o, "por tenerlo pegado a sus naguas se volvió así", recordó un gay.

Y más aún hacia la población con discapacidad: "dizque ciega, y quiere tener hijos".

Frases remitidas por personas de distintas edades, sexo y niveles socioculturales. Grupos vulnerables unidos en el efecto de palabras que marcan, inducen, discriminan, que son un sustrato en la conservación de sociedades represivas estancadas en el tiempo.

"¿Por qué no se organiza?", es el título del más reciente trabajo de Osorio, comunicadora social con estudios de postgrado en las Universidad Nacional de Colombia y Autónoma de Barcelona, en España.

Antes publicó "mi mamá me mima, mi papá fuma pipa", "personas ilustradas, imagen de las personas en la iconografía escolar", "estudias o trabajas", "qué quieres ser cuando grande", y "pertenece a…".

Docente de la Escuela de Diseño Gráfico de la pública y más grande universidad del país, la Universidad Nacional de Colombia, Osorio tiene como base de inspiración lo cotidiano, su alrededor, los amigos, su alumnado, la familia.

Una mirada al detalle en que ha invertido "46 años", respondió con una sonora carcajada a la pregunta de cuánto tiempo ha dedicado a este trabajo. "Toda la vida", dijo, llevándola hacia lo que llama, las "no preguntas":

¿Vas a la escuela?, ¿qué quieres ser cuando grande?, ¿estudias, o trabajas?, ¿no has tenido novio aún?, ¿qué vas a estudiar?, ¿cuándo van a tener bebé?, ¿han pensado en la parejita?, ¿siguen casados?, ¿cuándo se jubile, qué?, ¿ya llegaron los nietos?

"No preguntas, porque no se hacen en el sentido gramatical sino en el retórico. Más que una pregunta, es una afirmación", reiteró Osorio.

En el mismo contexto se ubica "¿Por qué no se organiza?", otra de las fórmulas retóricas que se repiten a mujeres y hombres cuando, según la sociedad, se encuentran en edad de casarse, cumplen la edad para lograr un trabajo estable, o cualquier otro comportamiento propio del modelo social tradicional

"Es un recordatorio del momento de vida que se exige a las personas, en cada tiempo, y bajo condiciones similares", continuó.

"Es decir, más que preguntas, son mandatos. Estrategias de transmisión cultural, con una eficacia que reside en qué se propone, transmite y se exige un único modelo de vida", enfatizó.

Y que por ser un modelo hostil se convierte en freno para el cambio.

"El término cuchibarbi, por ejemplo, es muy agresivo contra mujeres de 40 o 50 años que no llenan las expectativas de lo corriente, lo tradicional", dijo Osorio.

Los mandatos de moda, e incluso de la contextura física que se espera en mujeres de mediana edad. Y que, si rompen el esquema, se exponen a burlas y descalificaciones.

Palabras que se convierten en impulsos, conscientes o inconscientes, para escoger caminos aceptados socialmente. Lugares cómodos, con frecuencia a costa de intereses personales reales.

Reflexiones que compila "¿Por qué no se organiza?", en una cartilla, un folleto y cartel con frases seleccionadas, y una foto de matrimonio tradicional.

La publicación se distribuye de manera gratuita en buses urbanos, en bares y centros de ocio frecuentados por gente de todo tipo y entre alumnos y docentes de la Universidad Nacional y de algunos otros centros superiores de Bogotá.

La entrega la hace una chica vestida de novia, traje blanco, largo y con encajes, en un disfraz que propicia un mayor impacto al contenido del material.

Un texto que refleja una realidad que se afianza con mensajes comerciales, religiosos y artísticos, cotidianos, a través de saludos, chistes y frases sueltas o hechas.

Para la compilación de "¿Por qué no se organiza?", Osorio tuvo como base la canción "El camino de la vida" del compositor colombiano Héctor Ochoa, con 50 versiones grabadas.

Fue catalogada como "la más bella de Colombia" en 1991 y "canción del siglo XX en Colombia" en 1999, por la emotividad de su letra.

En cuatro estrofas describe cómo, "de prisa como el viento van pasando los días y las noches de la infancia", para seguir con los años juveniles, los amigos, "las mieles del primer amor", y continuar hasta cuando se entienden "el dolor y la alegría, como esencia permanente de la vida".

Luego los hijos se marchan. Entonces dice que, "es por eso amor mío que te pido por una y otra vez, si llego a la vejez, que estés conmigo".

Imágenes que inciden. Podría ser el caso de Martha Perdomo, una profesional de 29 años, quien reconoció a IPS que al casarse asumió la responsabilidad doméstica de una casa que "antes, mi novio manejaba solo sin problema".

"Y yo lo sé, pero es casi más fuerte que yo", admitió.

Otro caso lo vivió Osorio un primer día de clase, cuando una joven interpretó "El camino de la vida", completa y entonada.

Confesó ser estudiante de música, y estar ahí, en diseño, porque la familia le exigió intercambiar el canto con algo que le garantizara recursos futuros.

Comportamientos sociales tan arraigados que incluso Osorio se sorprende a sí misma cuando percibe diferentes miradas para hombres y mujeres.

Porque, en la frecuente lectura de los premios Nobel de literatura, un gusto personal que alimenta y complementa su trabajo, se ha descubierto curiosa por saber el tipo de vida de las escritoras.

"Sobre cómo ellas logran vencer su cotidianidad, o entrelazarla con su obra", enfatizó Osorio. "No me pasó lo mismo con Charles Dickens, por ejemplo", agregó.

También se sorprendió con el contenido de la obra de la austriaca Elfriede Jelinek (Nobel 2004) porque en su contenido literario "encontré maravillas. Me sorprendí porque en sus novelas pone en boca de sus personajes, frases semejantes a las de, ¿Por qué no se organiza?"

"Sentí las limitaciones como una experiencia compartida: Austria, Colombia, Inglaterra, permanecen ahí, intocadas, estancadas en los siglos XVIII y XIX, siendo países de distinta condición", aseguró Osorio.

Jelinek es autora entre otras obras de "Las sombras de Lisa" (1967), "Somos reclamos" (1970), "Las amantes" (1975) y "La profesora de piano" (1983), llevada al cine.

La crítica ha dicho sobre su obra que "en sus novelas se detiene en la imposibilidad de las mujeres de lograr vidas completas en un mundo donde son pintadas, con base en imágenes estereotipadas".

Osorio sabe bien de "lo difícil que resulta demarcar temas y comportamientos". Y destaca el interés de las más jóvenes por entregar el material "a mi mamá", "a mi tía", hermanas o amigas contemporáneas, al sentir que el mensaje sería un aporte para cambiar mentes y comportamientos tradicionales.

Los chicos en cambio, en su mayoría se interesan cuando el mensaje se convierte en un gesto solidario por otro que, por ejemplo, no quiere ir a la universidad lo que igual rompe el mandato establecido.

Y los más adultos se evaden asegurando "no entender" el mensaje.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe