Los criadores avícolas de la capital mexicana quieren crear un sistema que los aglutine y permita certificar la producción, siguiendo esquemas que existen para sectores como el maicero o el cañero. “Con el sistema producto podemos aglutinar a los productores convencionales, ecológicos y de traspatio y luego emitir certificaciones que respalden a los criadores”, explicó a Tierramérica la asesora de proyectos avícolas Itzel Suárez.
Ella acompaña desde 2006 al grupo Mujeres Rurales de Lomas de Tepemecatl del Ajusco, en el sur de la capital mexicana, que reúne a 15 socias que venden su producción de huevos a una tienda ecológica.
Las granjas, la última inaugurada en diciembre, manejan 1.500 gallinas que ponen semanalmente 5.000 huevos. Otros 2.500 animales se encuentran en fase de crecimiento. Las aves se alimentan con granos naturales, sin antibióticos ni colorantes artificiales.