Semillas y cáscaras de uva, ya conocida por sus propiedades antioxidantes, sirven como materia prima para producir un conservante natural para las carnes frescas mantenidas en frío, comprobaron investigadores de la Universidad de São Paulo. El estudio se basó en el uso del extracto vegetal derivado de residuos de uvas del tipo Niágara e Isabel, para conservar carne de pollo muy grasosa. El producto evitó la oxidación del alimento, conteniendo la formación de radicales libres que generan sabores y olores desagradables a causa de la oxidación.
“La técnica se pude usar en cualquier tipo de carne”, aseguró a Tierramérica la ingeniera en alimentos Carmen Castillo, coordinadora de la investigación. El extracto tiene la ventaja de ser natural y presentar la misma eficacia que los conservantes tradicionales, “potencialmente cancerígenos”.
El conservante fue reconocido en el Premio Mercosur de Ciencia y Tecnología del mes pasado.