La estatal Universidad de São Paulo se adhirió al reciclaje de basura electrónica, creando el Centro de Descarte y Reutilización de Residuos de Informática (Cedir) que empezó por aprovechar los desechos de la propia casa de estudios del sur de Brasil. En febrero el Cedir “pasará a recibir la basura electrónica de la comunidad en general”, informó la coordinadora del proyecto, profesora Tereza Brito de Carvalho.
“Solo aceptaremos materiales de personas físicas”, a través de un sistema de comunicación permanente, dijo a Tierramérica.
Se cumplirán tres etapas: la selección, identificando equipos aún operativos para donar a organizaciones sociales, la categorización, separando los distintos componentes plásticos, metales o cables, y el destino a empresas especializadas en reciclaje.
Los equipos informáticos tienen elementos tóxicos, como plomo, cadmio y mercurio que pueden contaminar las aguas y “provocar cáncer”, explicó la profesora. Además se busca evitar que personas no capacitadas se contaminen al extraer metales de la basura electrónica, añadió.