La salvación del planeta como acto de responsabilidad humana en abierta batalla contra toda forma de capitalismo, fue el planteo central del izquierdista Evo Morales al inaugurar su segundo periodo consecutivo como presidente de Bolivia en una ceremonia ancestral realizada en esta histórica localidad.
En el portal del templo de Kalasasaya, una construcción de la cultura tiahuanacota (1380 antes de Cristo y 1200 después de Cristo), y acompañado de una anciana de 95 años, Morales recibió el reconocimiento como líder indígena de la región de parte de los pueblos latinoamericanos y de algunas culturas estadounidenses.
Un acto lleno de simbolismos que recogió tradiciones andinas y pensamientos de vida en armonía con la naturaleza, evocó un ritual destinado a borrar las energías que influyeron negativamente en los primeros cuatro años de su gobierno y llamó a las fuerzas y a la inteligencia para el ciclo gubernamental que comenzará oficialmente este viernes, con otro acto que esta vez se realizará en La Paz, la ciudad sede del gobierno.
Pensadores andinos estiman que la llegada de Morales por primera vez al gobierno, tras ganar las elecciones de diciembre de 2005, marcó el comienzo de un nuevo ciclo y el cierre de otro que acompañó a Bolivia desde su creación como país independiente, el 6 de agosto de 1825.
Durante su primer mandato, Morales fue comparado con un cóndor (mallku, en aymara) que simboliza un liderazgo supremo en las culturas andinas, y hoy, al comenzar su segundo periodo constitucional, es asociado a la agilidad y a la inteligencia del puma, una especie extinguida en la zona pero vigente en las piedras talladas en la antigüedad.
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Las gestiones gubernamentales democráticas se inauguran junto a la apertura de sesiones del parlamento, que pasó a llamarse Asamblea Legislativa Plurinacional tras la entrada en vigencia en febrero de 2009 de la nueva Constitución Política del Estado.
Pero Morales, al comenzar su primer mandato, en enero de 2006, reeditó viejas tradiciones y recibió un poder especial de los pueblos indígenas, un día antes de la asunción oficial, donde recibió los símbolos de mando de acuerdo a la Constitución.
Hoy repitió el estilo de alto contenido cultural, convocando a miles de indígenas que rodearon el templo de piedra de Kalasasaya que guarda figuras talladas en piedra de una sola pieza (monolitos) y las puertas del Sol y de la Luna, y sumaron más de 50.000 personas, según los organizadores.
Una anciana, que ejerce como "yatiri" (mujer dotada de sabiduría), guió de la mano al presidente, quien usó un traje ceremonial y un gorro bordado con símbolos que representan el mando principal de los pueblos originarios.
La presencia de una mujer junto al mandatario, no fue una casualidad. Los pensadores andinos sostienen que el nuevo ciclo, iniciado en 1992 con el cambio de un centro de energías del Tibet a Tiahuanacu, tiene una guía materna y estiman que el proceso histórico tendrá una duración de un milenio.
Morales pronunció por primera vez, un discurso en aymara y quechua, idiomas que hablan las dos principales culturas originarias de Bolivia, y su mensaje estuvo orientado a motivar un cambio de comportamiento de la gente para sepultar males como la corrupción y el robo.
"Durante 500 años hemos estado invadidos por ladrones, discriminadores y gente que acabó con las tradiciones que consideran una falta mayor al robo, la mentira y la pereza", expresó.
Con los símbolos de mando entregados por un niño y una niña, Morales se declaró un servidor para alcanzar el progreso de Bolivia, y desde esa plataforma desea ampliar este modelo de bienestar a toda la humanidad, en perfecta armonía con la naturaleza.
Entre los invitados, la premio Nobel de la Paz, la guatemalteca Rigoberto Menchú, representantes de diversas culturas de América Latina y cuerpo diplomático observaron el ceremonial cumplido en la extensa zona donde se hallan los restos de la antigua cultura.
Morales rindió culto a los cuatro puntos cardinales, realizando una ofrenda en varias mesetas localizadas en la zona arqueológica, implorando a los dioses andinos la fortaleza para alcanzar la unidad de Bolivia.
Un sacerdote aymara pidió a las deidades mayor fortaleza para que Morales pueda conducir al país hacia un bienestar colectivo, mejores relaciones con los sectores que se oponen a su liderazgo y un buen desempeño con las instituciones gubernamentales, las Fuerzas Armadas y la policía.
"Nace una luz de los pueblos que da esperanza a la humanidad y tiene sus cimientos en las enseñanzas de los antepasados que enseñaron una forma de vida de solidaridad entre los seres humanos y armonía con la madre tierra", expresó.
En la cultura aymara, la tierra es asociada con la fertilidad materna y por ello se denomina "Madre Tierra", que en estos días se identifica con la lucha de grupos independientes enfrentados a la globalización y la contaminación.
"Sino defendemos a la Madre Tierra no estaremos haciendo defensa de los derechos humanos. Los pueblos de pie, nunca de rodillas frente al capitalismo", exclamó.
Agradeció el respaldo internacional a su modelo de desarrollo "Para vivir bien", porque permite escuchar a los más humildes, disminuye la discriminación y permite un aprendizaje permanente para cambiar las formas de comportamiento de las personas.
Este viernes, se cumplirá un acto de inauguración del segundo mandato constitucional de Morales, en la Asamblea Legislativa Plurinacional y con la presencia de varios mandatarios de la región, y representará la apertura histórica del nuevo Estado Plurinacional de Bolivia.