AFGANISTÁN: EEUU y Gran Bretaña presionan por reconciliación

En vísperas de una gran conferencia internacional sobre Afganistán, funcionarios estadounidenses y británicos se muestran más abiertos a lograr un acuerdo con miembros del movimiento islamista Talibán.

Pero no está claro si realmente están dispuestos a un pacto así –que podría incluir compartir el poder con algunos líderes de la insurgencia—o sólo es una señal de flexibilidad para garantizar más compromisos de parte de sus aliados, especialmente los de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en vísperas de la conferencia de este jueves en Londres.

Del encuentro participarán funcionarios de todos los países que forman la Fuerza Internacional de Asistencia en Seguridad (ISAF), así como de países vecinos de Afganistán, otros donantes y la Organización de las Naciones Unidas.

Seguridad, gobernanza, desarrollo y relaciones regionales serán temas en la agenda. El presidente afgano Hamid Karzai y el primer ministro británico Gordon Brown co-presidirán el encuentro.

"Lo que más se puede conceder en la conferencia es un entendimiento entre los 70 o más cancilleres que participarán –y espero también el público en general—, así como claridad en el plan para el futuro de Afganistán", dijo el secretario de Estado para Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Miliband, de visita en Washington.
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Miliband participó de una audiencia el jueves pasado en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.

Con él estuvo el representante especial de Washington para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, quien intentó asegurarle a los preocupados legisladores que el gobierno de Barack Obama y sus aliados realizaban firmes progresos para detener los avances logrados por el Talibán en los últimos años.

Como parte del llamado "embate civil" que acompañó la nueva escalada militar estadounidense en los últimos 10 meses y que se espera continúe al menos hasta fines de este año, destacó Holbrooke, Washington triplicó el número de trabajadores de ayuda humanitaria en Afganistán y prevé incrementos adicionales.

Expertos civiles ahora trabajan con unidades militares en la meridional provincia de Helmand "donde los insurgentes operaron sin resistencia hace apenas unos meses", indicó.

El testimonio de los dos funcionarios llegó en medio de esperanzas de que los líderes de la OTAN brindaran más recursos, militares y civiles, en momentos que el público en sus respectivos países es cada vez más conciente de que la lucha contra el Talibán se dificulta y el número de bajas aumenta.

Las 43 naciones que participan de la ISAF actualmente tienen unos 85.000 soldados en Afganistán. Solamente un puñado de estos proceden de los países de la OTAN. Con 70.000 efectivos, Estados Unidos es por lejos el principal proveedor, seguido por Gran Bretaña, con 10.000.

Bajo un plan anunciado por Obama en diciembre, las tropas estadounidenses se incrementarán a más de 100.000 hasta mediados de 2011, cuando comenzaría una reducción si mejoran las condiciones de seguridad.

Además de recuperar terreno perdido ante el Talibán desde su resurgimiento en 2006 y proteger poblaciones clave, Washington trabajará con otros contribuyentes de la ISAF para formar al Ejército Nacional de Afganistán y a una fuerza policial con unos 134.000 efectivos y 82.000 oficiales para 2011.

Además de aumentar la presencia de uniformados, Washington envía civiles concentrados especialmente en promover el desarrollo, sobre todo en agricultura, mejorar la gobernanza y combatir la corrupción, que se hecho notoria en el gobierno del presidente Hamid Karzai y en su familia.

También distribuirán fondos para promover las microempresas y otras fuertes de empleo, especialmente para jóvenes que de otra manera se podrían ver tentados por la posibilidad de integrar las filas talibanes.

Según un informe de 30 páginas del Departamento de Estado (cancillería) estadounidense divulgado la semana pasada, Washington también planea integrar personal de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), de los Equipos de Reconstrucción Provincial del Pentágono y de los departamentos de Agricultura y Estado.

Estos funcionarios trabajarían con líderes provinciales y locales en regiones afganas donde el gobierno central ha estado prácticamente ausente en los últimos años.

Estados Unidos y Gran Bretaña esperan que esos planes estimulen a otros grandes donantes, particularmente aquellos que se muestran renuentes a contribuir con tropas, para que aumenten su propio compromiso con la parte civil del esfuerzo contrainsurgente.

"Nos concentraremos en cómo el embate político y civil que planeamos en Afganistán puede coincidir y complementar el militar", dijo el lunes Brown en una conferencia de prensa en Londres.

Tanto el componente militar como el civil están diseñados sobre todo para revertir la propagada percepción, estimulada en parte por las bajas sin precedentes en las fuerzas occidentales el último año, de que el Talibán está ganando la guerra.

A menos que comandantes clave talibanes sean persuadidos de que no pueden ganar, es poco probable que participen de conversaciones de paz con el gobierno de Karzai, reconocieron altos funcionarios estadounidenses.

Sin embargo, esos mismos funcionarios ahora subrayan que las conversaciones de paz y un eventual acuerdo político que incluya al Talibán es precisamente lo que están buscando.

Durante una visita a Islamabad la semana pasada, el secretario de Defensa estadounidense Robert Gates admitió que el Talibán podría no ser derrotado militarmente porque era parte de la "estructura política" de Afganistán.

"La pregunta es si el Talibán hasta cierto punto en este proceso está dispuesto a ayudar a construir un Afganistán del siglo XXI o si todavía simplemente quiere matar gente", dijo a periodistas pakistaníes. "La reconciliación política, en última instancia, tiene que ser parte de una solución al conflicto".

Sus declaraciones coincidieron en parte con las del comandante de las fuerzas de la OTAN en Afganistán, el estadounidense Stanley McChrystal, publicadas el lunes por Financial Times.

"Como soldado, mi sensación personal es que ha habido demasiada lucha", señaló. "Lo que hacemos es tratar de preparar las condiciones que permitan a las personas llegar a una solución verdaderamente equitativa", afirmó.

* El blog de Jim Lobe sobre política exterior de Estados Unidos puede leerse en: http://www.ips.org/blog/jimlobe/

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