JORDANIA: Clave de la seguridad regional

En el inhóspito y enorme desierto que se extiende al este de la capital jordana se encuentra una pieza clave del ambicioso engranaje político y de seguridad de Estados Unidos y sus aliados en Medio Oriente.

Centro Internacional de Entrenamiento Policial de Jordania (JIPTC). Crédito: Jon Elmer/IPS.
Centro Internacional de Entrenamiento Policial de Jordania (JIPTC). Crédito: Jon Elmer/IPS.
Se trata del Centro Internacional de Entrenamiento Policial de Jordania (JIPTC, por sus siglas en inglés), que es el punto de partida para la transformación de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y de sus aliados en este país, pero también en Iraq, Líbano y los territorios palestinos.

Bajo el régimen jordano del rey Abdulah II, este país de seis millones de habitantes, ubicado estratégicamente en el corazón de Medio Oriente y vecino de Arabia Saudita, Iraq, Israel, Siria y el territorio palestino de Cisjordania, se convirtió en una especie de "Zona Verde", área de seguridad de Bagdad, en esta atribulada región.

Jordania pasó a ser el "eje" de los esfuerzos para lograr una "región pacífica", según el general Craig McKinley, jefe de la Guardia Nacional de Estados Unidos, durante una misión de entrenamiento cuando visitó este país a fines del mes pasado.

El JIPTC está compuesto principalmente por personal jordano, pero los instructores son policías y militares de más de 10 países, en especial de Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña, y de empresas de seguridad privadas como Dyn Corp.
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La base es relativamente sencilla, rodeada de un muro de protección contra explosiones y alambres de púa, con construcciones prefabricadas que se distribuyen en el recinto de cinco kilómetros cuadrados.

El ambiente desértico es perfecto para los múltiples campos de tiro del programa de entrenamiento que tiene tres cuartos de actividades prácticas y un cuarto de clases en el aula.

Desde que egresó la primera generación de oficiales en noviembre de 2003, el JIPTC entrenó a más de 50.000 efectivos destinados a Iraq.

Además, la academia entrenó a cuatro batallones de las fuerzas de seguridad palestinas, bajo los auspicios del coordinador de seguridad de Estados Unidos, general Keith Dayton, para respaldar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presidida por Mahmoud Abbas, en Cisjordania.

Gracias al JIPTC, Jordania ocupa un papel central, pero solapado, en los planes de Estados Unidos para transformar la región.

"Jordania sigue siendo un socio clave y desempeña un papel positivo en la región", declaró en abril el general David Petraeus, jefe del Comando Central, ante el Comité de Servicios Armados del Senado. "Participa en muchas iniciativas de seguridad regional y encabeza el entrenamiento policial y militar", añadió.

Pero ese vínculo también es problemático, dijo a IPS Muin Rabbani, analista de Ammán. "Jordania es uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región y sufre las consecuencias de su política, quizá más que otros, porque está ubicado, literalmente, entre los dos mayores fracasos de Washington: Iraq y Palestina", explicó.

El general Petraeus vinculó de forma explícita el JITPC con los intentos de Estados Unidos para legitimar el fallido proceso de paz palestino-israelí.

"Probablemente esos esfuerzos serán muy importantes en el desarrollo permanente de fuerzas de seguridad legítimas en Líbano y los territorios palestinos, y por lo tanto en la viabilidad del proceso de paz a largo plazo", declaró Petraeus.

El apoyo de Jordania a Estados Unidos en el proceso de paz "deja dudas sobre una estrategia que, a los efectos prácticos, está alineada total y exclusivamente a un presunto mediador externo que es cada vez más hostil a los intereses nacionales palestinos, y árabes en general, y está totalmente ligado a los israelíes, según Rabbani.

El general Dayton dejó bien claro sus intereses en la primera entrevista sustancial que concedió a un periódico israelí sobre su papel en el entrenamiento de las fuerzas palestinas de la ANP. "Estoy aquí para promover los intereses de Estados Unidos, pero también por la relación entre su país y el mío", declaró al diario Ha’aretz.

Las fuerzas de seguridad de la ANP tienen como objetivo declarado los grupos armados de oposición, entre los que está Hamás que controla la franja de Gaza desde junio de 2007. El Movimiento de Resistencia Islámica obtuvo la mayoría en las elecciones legislativas de enero del año anterior.

En mayo, seis personas fueron asesinadas cuando las fuerzas de Dayton arremetieron contra activistas de Hamás en la occidental localidad cisjordana de Qalqilya desatando un tiroteo que duró varias horas y ocurrió sin intervención de Israel.

Hamás calificó el hecho de "delito horrendo" perpetrado por "colaboradores", en tanto Abbas declaró que sus fuerzas seguirían arremetiendo contra la oposición con "mano de hierro".

Los efectivos palestinos entrenados en JIPTC emprendieron varios ataques que estuvieron "sorprendentemente bien coordinados" con Israel, según declaró Dayton en el Instituto Washington sobre Política de Oriente Próximo (Winep, por sus siglas en inglés). El resultado fue "electrizante", según el general.

"Llamaron la atención de los funcionarios de defensa israelíes por su dedicación, disciplina, motivación y por los resultados" obtenidos, añadió Dayton. "Los muchachos entrenados en Jordania son la clave", remarcó.

Organizar la seguridad en Jordania resuelve el problema de la credibilidad de las fuerzas autóctonas entre su propia gente porque existe la presunción de que no pueden entrenarse en su territorio porque carecen de legitimidad política.

"Ustedes se preguntaran por qué Jordania", dijo Dayton al público presente en la sede de Winep. "La respuesta es simple. Los palestinos quieren entrenarse en la región, pero quieren estar lejos del clan, de la familia y de las influencias políticas. Los israelíes confían en los jordanos y ellos están ansiosos de ayudar".

Efectivos entrenados en el JIPTC quedaron en medio de un duro enfrentamiento entre los distintos grupos palestinos. Hamás quedó muy debilitado en Cisjordania después de que varios de sus miembros elegidos en 2006 fueran detenidos por Israel y por la consiguiente designación del independiente Salam Fayyad como primer ministro en Ramalah.

En las últimas elecciones, los votantes cisjordanos eligieron a 52 de los 74 miembros de Hamás del Consejo Legislativo Palestino, de 132 escaños. El partido de Fayyad, Tercera Vía, recibió menos de tres por ciento de los sufragios y ocupó dos asientos, en tanto el partido secular Fatah, de Abbas, 45.

Pero las autoridades de Cisjordania reciben más de 1.800 millones de dólares de la asistencia internacional, respaldada por Estados Unidos, para ayudar a los 2,5 millones de habitantes. En tanto Hamás y los 1,5 millones de palestinos de Gaza sufren un bloqueo agobiante.

Más de 1.000 palestinos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad a cargo de Dayton, la mayoría miembros de Hamás. Muchos de ellos bajo cargos discutibles, si es que existen. El proceso judicial motivó numerosas críticas de organizaciones de derechos humanos palestinas.

Estos acontecimientos dejan dudas sobre la legitimidad del proyecto de seguridad de Dayton, en tanto la disputa entre Hamás y Fatah perjudica la viabilidad de realizar elecciones presidenciales en los territorios palestinos, que debieron organizarse hace un año.

El gobierno estadounidense de Barack Obama anunció en junio un aumento de 150 millones de dólares en la asistencia militar a Jordania, que alcanza 513 millones de dólares.

Ese aumento se suma a la asistencia militar de 50.000 millones de dólares repartidos en 10 años, otorgada por el gobierno de George W. Bush (2001-2009) a sus aliados en la región: Arabia Saudita, Egipto, Jordania y los países del Golfo Pérsico o Arábigo. El acuerdo también incluye una ayuda a Israel de 30.000 millones de dólares en armamento hasta 2017.

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