INDIA-MUJERES: Más participación política pero sin mejoras

India ocupa el lugar número 24 en una lista de 134 países ordenados por mayor participación política de mujeres, pero esa destacada posición no se refleja en mejoras para la población femenina en educación o salud, ni en su inclusión en el mercado de trabajo.

Crédito: Gulshan Sachdeva
Crédito: Gulshan Sachdeva
Las cifras sobre el empoderamiento político de las indias surgen del último Informe Mundial 2009 sobre la Brecha de Género, del Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés), fundación sin fines de lucro con sede en Ginebra.

Las mujeres constituyen aproximadamente la mitad de los 1.200 millones de habitantes y unos 340 millones de los 710 millones habilitados para votar en este país de Asia meridional.

India cuenta además con mujeres ocupando importantes cargos políticos: la presidenta Pratibha Patil, la líder del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, y la presidenta de la Cámara de Representantes del Parlamento, Meira Kumar.

También ha crecido la cantidad de candidatas en las elecciones generales. Este año se presentaron 556 mujeres, frente a las 355 de 2004 y las 284 de 1999, lo que llevó a que un récord de 58 legisladoras ingresaran al Parlamento en 2009.
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Mientras, el gobierno de la coalición Alianza Progresista Unida adoptó en junio una cuota de 50 por ciento de los cargos electos en los consejos rurales y los municipios urbanos para las mujeres. Estos avances son notables para un país cuya política siempre ha estado dominada por hombres.

Sin embargo, expertos señalan que esto no puede garantizar de por sí la paridad para las mujeres. También son vitales la equidad en las oportunidades educativas, los beneficios sanitarios y la alfabetización.

Brinda Karat, del Partido Comunista de India y autora del libro "Survival and Emancipation: Notes from Indian Women's Struggles" (Supervivencia y emancipación: Apuntes de las luchas de las mujeres indias) sostiene que, a pesar de la mayor participación femenina en la política, la situación de las mujeres sigue siendo injusta porque el gobierno no adoptó la cuota política de un tercio de bancas parlamentarias.

"En consecuencia, una gran mayoría de las indias quedan excluidas de la legislación protectora que puede garantizarles mejores condiciones de vida y trabajo. La trayectoria de crecimiento que eligió India socava en lugar de apoyar el progreso femenino", dijo Karat a IPS.

"Las millones de mujeres que trabajan en el sector informal, por ejemplo, aún no tienen seguridad social", agregó. El crecimiento de la violencia doméstica, los crímenes contra las mujeres y la baja proporción de condenas atentan contra los posibles avances logrados, señaló.

"Por encima de todo, existe una falta de auténtica voluntad política para mejorar la suerte de las mujeres, aunque la Constitución garantiza la igualdad de género en los artículos 325 y 326", destacó.

El último informe del WEF, que ubica a las indias en el lugar número 121 en educación, en el 127 en participación económica y en el 131 en salud y supervivencia, pone en duda la calidad de la democracia en este país.

En India se producen 300 muertes maternas cada 100.000 nacimientos vivos, una de las tasas más altas del mundo, lo cual refleja la baja prioridad que el gobierno concede a la salud. De hecho, el gasto en salud pública pasó de 1,3 por ciento del producto interno bruto en 1990 a 0,9 por ciento actual, frente a uno por ciento que se destina a la defensa y uno por ciento a la educación.

Planes como la Misión Nacional de Salud Rural (2005-2012) sólo mejoraron mínimamente los porcentajes de supervivencia infantil y salud materna de las mujeres rurales. El objetivo de la Misión, incorporada por el primer ministro Manmohan Singh en 2005, es proporcionar atención médica eficaz a la población rural, con énfasis en 18 estados que padecen mediocres indicadores de salud e infraestructura.

Es un hecho conocido que las mujeres cargan con el mayor peso de las medidas de control de la natalidad. Por ejemplo, en estados muy poblados como Rajastán o Uttar Pradesh, con el fin de implementar la meta de dos hijos por familia que pretende el gobierno, el personal médico obliga a las mujeres rurales a someterse a esterilizaciones forzadas en condiciones de pésima higiene. Aunque sería simplista suponer que las mujeres empoderadas en la política le darán prioridad a las necesidades del grupo social que representan, a costa de otros proyectos de desarrollo, no hay duda de que su participación ayudará a reducir la brecha de género.

Esto tendrá un efecto multiplicador que reforzará el empoderamiento, y mejorará la educación y la atención médica de las niñas y mujeres, la productividad y la estabilización demográfica. La educación también tiene un efecto comprobado sobre otros indicadores sociales, como la mortalidad infantil y las tasas de fecundidad.

"Las mujeres constituyen la mitad de la población de India y sin su participación y empoderamiento es imposible el progreso económico rápido", aseguró Vandana Shiva, reconocida "ecofeminista" y fundadora de la organización no gubernamental Foro Internacional sobre la Globalización.

La igualdad de género es fundamental para la prosperidad económica y el crecimiento de los países, sostuvo Shiva. "Ningún país puede prosperar si se deja atrás a la mitad de su población", dijo a IPS.

La científica agregó que la disparidad de género en India ocurre por la desigualdad del crecimiento económico. En el pasado, las mujeres impulsaban la "economía de sustento" mediante la crianza de sus hijos y las industrias caseras, pero ahora sufren el brutal embate de la "economía corporativa" que resultó en su desplazamiento masivo del lugar de trabajo, manifestó Shiva.

"Con los grandes grupos empresariales, las mujeres con empleos autónomos corren el riesgo de perder sus medios de sustento", advirtió Shiva.

"La desigualdad de género no ocurre en India debido al escaso crecimiento económico, sino en virtud de ese crecimiento. Lo que vemos es un crecimiento perverso. Las agricultoras están en crisis, el aborto selectivo de fetos de sexo femenino es extendido, especialmente en zonas prósperas como los estados de Punjab, Haryana y Delhi. Pero florecen los grandes conglomerados industriales como Tata y Ambani", agregó.

Debido a este desarrollo desigual, las mujeres pierden poder económico, lo cual también afecta a su posición social. "Así que la solución es que el crecimiento sea más inclusivo para las mujeres", dijo la científica.

El Informe sobre la Brecha de Género en India, que el WEF presentó el 9 de noviembre, confirma el argumento de Shiva. Esta investigación a nivel nacional analiza el estado actual de las políticas y prácticas relacionadas con el género en India. Sólo 14 por ciento de las empresas analizadas por el informe cuentan con 40 por ciento o más de mujeres entre sus empleados, sobre todo en los niveles iniciales y medios de la administración. Muy pocas acceden a la gerencia.

Y la participación femenina en la mano de obra apenas asciende a 36 por ciento, lo cual es menos de la mitad de la masculina.

"Es una lástima que esto ocurra cuando el primer ministro de India es un economista", señaló Shiva.

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