La controversia persigue a la escritora disidente egipcia Nawal El-Saadawi, cuyos puntos de vista sobre las mujeres y la religión la han convertido en enemiga de los conservadores de su país.
Recientemente regresó a El Cairo tras casi tres años de exilio, y ya creó una nueva controversia con el lanzamiento del capítulo local de su campaña global para la separación entre la religión y el Estado.
"Dios no tiene lugar en la política", dijo a IPS. "La religión es un arma poderosa para dividir a las personas. Usted es cristiano y yo musulmana, entonces nos matamos entre nosotros".
Clérigos han calificado su campaña secularista de blasfema, y sus oponentes procuran encarcelarla. No es nada nuevo para esta activista de 77 años, quien ha pagado el precio de su lucha: fue despedida de un cargo público, encarcelada por criticar el régimen, víctima de varias demandas judiciales y amenazada de muerte por islamistas.
No obstante, persiste.
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Desde su hogar en El Cairo, El-Saadawi habló con IPS sobre sus esfuerzos para contrarrestar el aumento del fundamentalismo religioso y para liberar a las mujeres de todas las formas de opresión.
IPS: Usted pasó gran parte de los últimos 15 años en el exilio. ¿Por qué decidió volver ahora a Egipto?
NAWAL EL-SAADAWI: Regresé a El Cairo en septiembre por primera vez en tres años. Decidí volver porque, en primer lugar, me siento en casa aquí con mi hija, mi hijo, mi esposo y mis amigos. Y, en segundo lugar, siento responsabilidad por mi pueblo, y debo hacerlo como escritora. La amenaza del fundamentalismo religioso en Egipto crece. Y las personas son tímidas. Los escritores tienen miedo de los grupos religiosos, porque tienen miedo de ser llevados ante la justicia acusados de apostasía. Y el país, así, retrocede.
Por eso decidí venir, y voy a pelear, aun si me (matan a tiros) en la calle. Prefiero que me disparen en la calle y morir peleando contra esta reacción conservadora a la mente que quedarme sentada en Estados Unidos o Europa y morir allí, por ejemplo, de cáncer de mama. Todos vamos a morir, pero si muero de un disparo en las calles de El Cairo al menos tendrá significado.
IPS: Estando en Estados Unidos usted fundó una organización civil para promover la separación de la religión y el Estado
NS: Yo inicié la (campaña) Solidaridad Mundial para una Sociedad Secular, porque todos estamos en el mismo barco. No he conocido un país secular. Francia no es un país secular, Estados Unidos no es un país secular. En Noruega, donde estuve el mes pasado, el rey y el primer ministro deben ser cristianos luteranos, 50 por ciento de los ministros deben estar afiliados a la iglesia estatal, las niñas y niños son obligados a estudiar en las escuelas que el cristianismo luterano es la verdad absoluta. Y eso es Noruega.
Por tanto, no hay ningún país secular. Ante esto, el movimiento de solidaridad mundial surgió de la idea de que debemos separar a Dios de la política.
IPS: ¿Cómo cree que los países podrían beneficiarse del secularismo?
NS: Tenemos que separar la religión de la Constitución, del Estado y de la legislación, porque siempre que existe una ley religiosa, hay una ley racista, y las mujeres mujeres son (tratadas como) inferiores.
Según el código de familia aquí en Egipto, por ejemplo, mi esposo puede tener cuatro esposas. ¡Mi esposo! ¿Se imagina? Puede ir hoy y casarse con otras tres mujeres. Pero si separamos la religión del sistema legal, si tenemos un derecho civil, él será igual a mí.
Las mujeres se beneficiarán del secularismo porque son (tratadas como) inferiores en todas las religiones. Sufren a manos de la religión. Entonces, cuando separamos a la religión del sistema legal, del código familiar, de la cultura y de los medios, las mujeres se benefician, porque van más hacia una sociedad igualitaria.
IPS: Usted no es sólo crítica de la religión organizada, sino también de la espiritualidad, que para usted es un término engañoso. ¿Puede explicarlo?
Estoy en contra de las feministas en Occidente que hablan sobre espiritualidad. No se dan cuenta de que nosotras como mujeres somos oprimidas por esta división entre espíritu y cuerpo. Porque en la religión, Dios se convirtió en símbolo del espíritu y de la mente, y el hombre fue creado a imagen de Dios. Por tanto, el hombre representa el espíritu y la mente, mientras que las mujeres fueron degradadas al símbolo del cuerpo, del diablo y de las malas costumbres.
IPS: Usted critica el velo islámico, pero también a las mujeres que usan vestimentas provocativas o maquillaje. ¿Cuáles son sus razones para esto?
NS: La desnudez y el velo son dos caras de la misma moneda. Si una mujer está desnuda en público, es un objeto sexual en el mercado capital, y si viste un velo, es un objeto sexual en el sentido religioso, porque los hombres no pueden mirarla. Pero si no estoy desnuda ni uso velo, entonces soy un ser humano.
La mentalidad patriarcal indica que las mujeres son un objeto para ser cubierto, decorado, o estar desnudo.
IPS: Sus escritos siempre han sido polémicos, y no sin costo. ¿Por qué continúa escribiendo?
NS: No puedo parar. No hay vuelta atrás. ¿Y por qué debería parar? Siento que mi país va en retroceso. Las personas tienen miedo. Los intelectuales tienen miedo de afrontar el desafío del fundamentalismo religioso porque temen perder sus empleos, o tienen intereses. Porque, usted sabe, la religión se ha convertido en un negocio. Hay mucho dinero para hacer hablando de religión.
Cumpliré 80 en dos años. Mi madre murió cuando tenía 45, así que he vivido casi el doble que ella. También he vivido más que el promedio egipcio, y he escrito 47 libros. ¿Qué más necesito? Nada, excepto liberar la mente. ¿Y cómo hago eso? Liberándola de la religión.