La creación de granjas para cultivar esponjas de mar abre una alternativa económica y ambiental en Carahatas, una comunidad pesquera de unos 800 habitantes en la central provincia cubana de Villa Clara. Un plan experimental aplicado en dos hectáreas demostró la viabilidad del proyecto y dio paso al desarrollo a mayor escala. Una primera granja de 12 hectáreas permitirá cosechar una tonelada del invertebrado a mediados del año próximo, dijo a Tierramérica Ángel Quirós, responsable del programa.
El proyecto humaniza el trabajo de los pescadores y les ofrece una opción sostenible, añadió.
Según sus cálculos, la zona tiene potencial para unas 15 granjas atendidas por dos personas cada una. Una tonelada de esponjas se cotiza a más de 15.000 dólares en el mercado internacional, por su uso en artículos de aseo y ornato, entre otros.