Una resolución ambiental obliga desde este mes a la industria y los importadores brasileños a recolectar y dar un destino final a tantos neumáticos «inservibles» como los que vendan nuevos. La medida reduce la proporción anterior, que estableció cinco recogidos por cuatro fabricados, adoptada hace 10 años y criticada por los empresarios.
Pero ahora las empresas deberán crear puntos de recolección en todos los municipios de más 100.000 habitantes y comprobar anualmente el cumplimiento de la norma.
El cambio es “positivo”, porque considera los neumáticos vendidos y no los fabricados, de los cuales “un cuarto es exportado y un cuarto entregado a las montadoras de vehículos”, señaló a Tierramérica Eugenio Deliberato, presidente de la Asociación Nacional de la Industria de Neumáticos, que espera recoger 48 millones de unidades en 2009.
Los neumáticos usados pueden convertirse en combustible industrial, asfalto y otros productos.