DESARROLLO: El trabajo verde y redentor de la basura

Son llamados basuriegos, pepenadores, hurgadores, cachureros, buzos, cartoneros y de tantas otras maneras según el país latinoamericano de que se trate. Pero todos esos nombres reflejan una misma discriminación social.

Más de 1.500 representantes de estos trabajadores provenientes de 13 países y otros miles de visitantes, incluyendo el presidente del país anfitrión, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se reunieron del miércoles a este viernes en São Paulo, demostrando con ello que ya dejaron de ser parias en nuestra sociedad del desperdicio.

"Hoy siento orgullo de ser ‘catadora’", aunque persisten prejuicios contra ese trabajo, dijo a IPS Lilian Nascimento, miembro del brasileño Movimiento Nacional de los Catadores de Materiales Reciclables y del equipo que organizó "Reviravolta Expocatadores 2009".

El encuentro de articulación de la Red Latinoamericana de Recicladores sirvió para el diálogo con gobiernos, empresarios y organizaciones sociales y para la exposición de proyectos, tecnologías e iniciativas empresariales destinados a mejorar la actividad de la recolección callejera de desperdicios aprovechables.

"Reviravolta" significa en portugués un vuelco, una grande y rápida transformación, y "catadores" son como los conocen en Brasil a los "pirujas", excavadores o "cutreros", respectivamente en Argentina, Venezuela y Perú. "Catar" es recoger, pero en general indicando que se hace selectivamente, uno a uno, y en el suelo.

"Catador es bonito y debe quedar como nombre general, latinoamericano", pero reciclador aparece como la identidad común, más formal, "sintonizada con la actualidad de las cuestiones ambientales y la crisis climática", señaló Marisol Álvarez, de la delegación chilena, quien vino acompañada de dos colegas y dos técnicos de organizaciones no gubernamentales.

Expocatadores 2009 es la primera reunión de tal magnitud, promovida por el movimiento brasileño y la Red Latinoamericana.

Lula anunció una línea de crédito del banco estatal de fomento para que las cooperativas de recicladores adquieran para su actividad vehículos eléctricos creados por Itaipú, empresa que controla la central hidroeléctrica compartida por Brasil y Paraguay. Los derechos de patente del vehículo no serán cobrados a los "catadores", aseguró.

El ministro de Ciudades, Marcio Fortes, acompañando a Lula, destacó los recursos que su cartera destina a la infraestructura de las cooperativas de recicladores, especialmente galpones para la separación de los materiales recolectados.

"El orgullo de los recicladores", al organizar un evento tan grande, con "capacidad para la interlocución con el gobierno federal, los ministros, los bancos de desarrollo, con las empresas estatales y privadas y las fundaciones, de forma autónoma", es "el punto más fuerte e importante de este encuentro", evaluó Valdemar de Oliveira, director de Relaciones Institucionales de la Fundación Avina, que apoyó Expocatadores.

La Fundación Avina y el Movimiento Brasileño de Catadores, junto con el Ministerio de Desarrollo Social e instituciones internacionales, lanzó durante el encuentro el programa "Cata-Acción", para la capacitación y la inserción de los recicladores en la cadena productiva en cinco ciudades brasileñas, incluyendo Brasilia.

En Brasil se estima que trabajan en la recolección de basura para reciclaje unas 800.000 personas. Cerca de 600.000 participan en el Movimiento, organizados en cooperativas y asociaciones, indicó Nascimento, de 29 años, ocho de los cuales como "catadora".

"Empecé por necesidad", después de haber trabajado en bares y en limpieza de hogares, recordó. "Gano un poco menos, pero trabajo para mí misma", con el orgullo adquirido al conocer "la importancia del trabajo", como socia en la Cooperativa de Reciclaje Unidos por el Medio Ambiente (Cruma), de São Paulo.

Pero aún siente el prejuicio, especialmente en trámites donde declara su profesión y los funcionarios rechazan su identificación como "catadora".

Encuentros de recicladores son importantes para discutir y aprender sobre políticas públicas relacionadas con los residuos urbanos, a luchar por derechos, según la joven recicladora. Expocatadores fortaleció la articulación entre las organizaciones de catadores en 23 de los 27 estados brasileños, acotó.

Algunas alcaldías reconocen el servicio público que prestan, reduciendo la contaminación de calles y ríos, retardando el agotamiento de los rellenos sanitarios y basurales a cielo abierto que atormentan la gestión urbana. El cambio climático tiende a valorizar más aún la actividad y los recicladores piensan beneficiarse de créditos de carbono.

Avina, una fundación que apoya el desarrollo sustentable en América Latina, promueve un "reciclaje inclusivo y solidario", favoreciendo la organización, la capacitación e inversiones, como una solución ante el problema ambiental de los residuos, el creciente costo de las materias primas y los millones de empleos generados por la actividad.

La Fundación estima que hay alrededor de dos millones de recicladores en América Latina, contando con movimientos nacionales organizados en seis países. En la Expocatadores, además de los brasileños, participaron más de 30 representantes de los otros 11 países integrantes de la Red Latinoamericana de Recicladores y una delegación de India.

Líder en la organización de Expocatadores 2009, Roberto Laureano da Rocha, nació en un barrio pobre de la región metropolitana de São Paulo.

Catador desde la adolescencia, Rocha contó en su historia recogida por Avina las humillaciones que sufrió al comienzo, cuando "pensábamos que recoger residuos era la última opción de trabajo", para quien "no es suficientemente bueno para ninguna otra actividad".

Los vecinos a veces "nos echaban agua cuando nos sentábamos en la acera", les decían a los niños que los "catadores" eran monstruos que los atacarían, recordó. La tendencia del grupo era considerarse "a nosotros mismos como parte de la basura".

La creación de la cooperativa Cruma cambió la vida, el autoestima y la comprensión de los recicladores y también la relación con las autoridades y la sociedad.

Asi, Rocha volvió a estudiar, concluyó la escuela secundaria, imparte charlas sobre reciclaje y ahora se muestra orgulloso de ganar lo suficiente para mantener a sus dos hijos y a su esposa, ahora embarazada, con una casa aún en construcción.

La chilena Marisol Álvarez, de 39 años, también pasó a la recolección de residuos en las calles "por necesidad", cuando se hizo difícil obtener empleo como obrera en industrias, como la de calzados, en Santiago.

Ahora, además de ganar más, "soy mi propia jefa" y dueña del tiempo, trabajando según sus necesidades, "de mañana a la noche si hace falta" o sólo un período si está bien financieramente.

La situación de los recicladores mejoró mucho, con la actuación del Movimiento Nacional apoyando las organizaciones pequeñas, fomentando proyectos, sostuvo. Su función allí es gestionar ante las municipalidades la organización de la actividad, catastros y apoyos.

"La población, más conciente hoy, separa los desechos (reciclables) en bolsitas que nos entrega", también se habla con las juntas de vecinos, todo eso hace mas productiva la recolección y mejora las condiciones de trabajo, señaló Álvarez a IPS.

Del encuentro en São Paulo ella lleva como aliento el reconocimiento y el apoyo de Lula al trabajo de los recicladores, el mejor reconocimiento de la Red Latinoamericana y de "la calidad de la gente" que conoció, pese a la dificultad con la lengua portuguesa, concluyó.

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