Críticos del régimen de Egipto se vuelcan a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación para denunciar la represión y promover un cambio social.
Los usuarios de la red social Twitter en este país ofrecen una cobertura minuto a minuto de las huelgas y los de Facebook forman grupos contra las políticas del partido de gobierno.
Pero, quizá, el ejemplo más sorprendente sean las decenas de vídeos, filmados con las cámaras de los teléfonos celulares, que muestran la brutalidad policial y se difunden en blogs y en el sitio de YouTube.
"Internet permite un nuevo tipo de activismo, que ayuda a difundir la labor de los críticos entre los ciudadanos", señaló el bloguero Sherif Abdel Aziz.
El uso de Internet aumenta con rapidez en Egipto con la disminución de los costos de la conexión. Más de 12 millones de personas, alrededor de 15 por ciento de la población, se registran con regularidad a las redes sociales virtuales. Por esa vía reciben una avalancha de noticias e información que no aparece en la prensa estatal.
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Por primera vez, la oposición tiene un medio para expresarse a través de los blogs, los foros y las redes sociales en Internet, señaló el abogado de derechos humanos Ahmed Seif, director ejecutivo de Centro de Derechos Hisham Mubarak.
"Antes era muy difícil que se publicara una opinión crítica", dijo Seif a IPS. "Ahora las personas decides qué quieren publicar, sin esperar que un editor le dé luz verde, es instantáneo. Desde hace cinco años, hay muchas más publicaciones críticas que antes".
En Egipto, hay 160.000 bloguero, según un estudio publicado el año pasado por el gubernamental Centro de Apoyo a la Información y a la Decisión.
Facebook tiene 800.000 miembros en este país, en tanto los usuarios árabes de Twitter aumentaron en más de 260 por ciento el trimestre pasado.
Los activistas se apresuraron a adoptar las nuevas prestaciones de Internet y suelen emplear múltiples plataformas.
"Soy un gran fanático de Twitter porque me permite divulgar información de forma rápida", señaló el periodista y activista Hossam El-Hamalawy.
"Si me llegan noticias urgentes, primero las divulgo por Twitter. Cuando tengo tiempo escribo un artículo, lo pongo en mi blog y subo fotos a mi grupo de Flikr", añadió.
La rapidez y la escala de Internet la convierten en una herramienta efectiva para activistas y periodistas, señaló Noha Atef, fundadora del blog de derechos humanos Torture in Egypt (Tortura en Egipto).
"El gobierno no puede reprimir nuestros informes", señaló. "Con Twitter, por ejemplo, puedes enviar un mensaje desde tu celular en segundos y no hay forma de que paren eso".
De hecho, el gobierno podría pararlo, pero parece haberse dado cuenta de que si bloquea algunos sitios, los activistas migran con rapidez a otros. Lanzarse en ese juego del gato y el ratón puede afectar a los millones de usuarios egipcios que usan las redes sociales con fines no políticos.
"El gobierno no tiene interés en imponer restricciones al uso político de los sitios de Internet, simplemente porque se dio cuenta de que es inútil", señaló Adel Abdel Sadek, director de Estudios de Internet y Tecnologías de la Información, del Centro Al-Ahram de Estudios Estratégicos y Políticos.
"Además, los mismos sitios pueden usarse a favor del gobierno", apuntó.
Numerosos analistas políticos destacaron el papel desempeñado por Facebook, Twitter y YouTube en las elecciones estadounidenses de 2008.
En un país como éste, donde la mitad de la población tiene menos de 25 años, el partido de gobierno debe adoptar un enfoque similar para no alejar a los sectores más jóvenes de la sociedad.
El hijo del presidente y su presunto sucesor, Gamal Mubarak, se sirvió de Facebook para motivar un debate. Los 1.300 seguidores que tiene en la red social quedan opacados por las decenas de grupos que existen contra el gobierno. El mayor de ellos es el Movimiento Juventud 6 de Abril, con 70.000 miembros.
Las autoridades han permitido que Internet funcione con relativa libertad y sin censuras, pero recurren a otros métodos informales para limitar a los disidentes. Funcionarios de seguridad controlan el uso de la red de redes y llevan registro de las personas que escriben artículos críticos contra el régimen.
El bloguero Karim Amer fue condenado a cuatro años de prisión en 2007 por insultar al Islam y al presidente egipcio en su sitio de Internet. Decenas más recibieron amenazas, fueron detenidos y, en algunos casos, torturados.
Es imposible llevar presos a todos los críticos del régimen que hay en Internet, señaló el conocido bloguero Karim El-Beheiry. El gobierno apunta contra los disidentes que tratan de transformar su activismo virtual en un movimiento real.
"No es peligroso criticar al gobierno en Internet", señaló. "Es peligroso escribir y luego salir a la calle a manifestar. Ahí es cuando te arrestan".
Muchos activistas, en Internet o fuera de ella, están decididos a seguir la lucha, pese a los riesgos que conlleva, porque saben que las noticias de su trabajo darán la vuelta al mundo. En muchos casos, subrayó El-Beheiry, no sería posible sin las nuevas tecnologías.