El arroz se erigió en símbolo del compromiso regional, o de su ausencia, con la creación de un área de libre comercio para los 10 miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en los albores del próximo año.
Estaba previsto que durante la XV cumbre de la Asean, que finalizó el domingo en la turística ciudad tailandesa de Cha-am, se superara la disputa comercial entre Tailandia y Filipinas. Pero todavía no se ha llegado a una solución, según fuentes comerciales y diplomáticas.
Filipinas se niega a abatir los impuestos a la importación del arroz tailandés, un requisito del proceso de integración comercial de la Asean, del que forman parte los dos países.
"Esta cumbre iba a resolver este asunto. Esperábamos que las cifras de Filipinas se pusieran sobre la mesa y fueran aceptables. Eso no ocurrió", dijo a IPS un alto funcionario del Ministerio de Comercio de Tailandia.
"Pero la cumbre dio a ambos países una ventana para discutir el tema en forma bilateral, en lugar de buscar resolverlo con un mecanismo de disputas comerciales. Lo que se debatió era mejor que no tener un acuerdo sobre el arroz", agregó.
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Al acercarse la inauguración del Área de Libre Comercio de la Asean (AFTA, por sus siglas en inglés), que entrará en vigor el 1 de enero de 2010, las conversaciones para sellar un acuerdo entre Bangkok y Manila sobre el delicado tema de los aranceles arroceros serán abordadas por un "grupo de trabajo de alto nivel" que comenzará a trabajar inmediatamente, señaló el funcionario.
La ministra de Comercio de Tailandia, Porntiva Nakasai, describió su intercambio con el secretario de Comercio e Inversiones de Filipinas, Peter Favilla, como "franco" y "amistoso".
"Necesitamos encontrar una salida en los próximos dos meses, antes de que el AFTA se convierta en un mercado único", dijo en la conferencia de prensa final. "Este tema es crucial", añadió.
Los funcionarios filipinos fueron más reticentes cuando se les preguntó si Manila cederá ante Bangkok respecto del cumplimiento de todos los compromisos del AFTA y los relacionados con el Acuerdo de Comercio de Bienes de la Asean (Atiga).
"La cuestión del arroz no fue discutida en la cumbre", dijo a IPS Enrique Manalo, subsecretario de políticas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Filipinas.
El Atiga, un protocolo agregado al programa de Aranceles Preferenciales Comunes Efectivos del AFTA, detalla qué reducciones arancelarias se aplican a mercaderías específicas, en particular las clasificadas como productos agrícolas delicados, como el arroz.
La declaración final de la cumbre indica que las diferencias sobre los aranceles arroceros siguen pendientes de solución. "Anhelamos la implementación del Acuerdo de Comercio de Bienes de la Asean. Adherimos al principio especificado en el Acuerdo y urgimos a los estados miembro a resolver las diferencias en la primera oportunidad", señaló la declaración del primer ministro tailandés Abhisit Vejjajiva, anfitrión de la cumbre.
La disputa entre Tailandia, mayor exportador mundial de arroz, y Filipinas, uno de los principales importadores de este grano, se origina en la reticencia de Manila a reducir drásticamente los aranceles a las importaciones para el arroz tailandés, yendo así contra los principios del AFTA.
En el marco del AFTA, cuyo proceso de implementación empezó en 1993, los seis países que constituían la Asean en ese momento —Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur y Tailandia— deben reducir sus aranceles a las importaciones a entre cero y cinco por ciento para todos los productos del bloque para enero de 2010.
Birmania, Camboya, Laos y Vietnam, que se integraron a la Asean a mediados de los años 90, tienen hasta 2015 para ejecutar esa reducción arancelaria.
Pero en lo relativo al arroz, un "producto agrícola delicado" en el AFTA, Tailandia quiere que Filipinas reduzca los aranceles del actual 40 por ciento a 25 por ciento en 2015.
Eso acercaría a Filipinas a las reducciones implementadas por Indonesia, que accedió a bajarlas a 25 por ciento para 2015, y a Malasia, que aceptó abatir sus aranceles de 40 a 20 por ciento para 2010.
Sin embargo, Filipinas se resiste. Bangkok tampoco ha logrado que Manila lo compense infringir el AFTA, ampliando la cuota de arroz tailandés que ingresa a su mercado libre de impuestos.
Filipinas accedió a una cuota de 50.000 toneladas de arroz tailandés libre de aranceles, pero Tailandia quiere una cuota anual de 360.000 toneladas de arroz de primera calidad.
Tailandia es el sexto mayor productor mundial de arroz, luego de China, Indonesia, India, Bangladesh y Vietnam. Pero gracias a los 10 millones de toneladas que exportó en 2008, y los ocho millones de toneladas que se estima venderá este año, lidera la lista de exportadores, seguida por Vietnam.
En 2008, Tailandia exportó 500.000 toneladas de arroz a Filipinas, pero este año sólo colocó 80.000 toneladas. El vacío lo llenó el producto de Vietnam, que suministró la mayor parte de las 1,7 millones de toneladas importadas por los filipinos. El año próximo, las importaciones podrían llegar a dos millones de toneladas.
La inauguración del AFTA es parte del esfuerzo de la Asean por convertirse en 2015 en un bloque regional con normas similares a las de la Unión Europea.
El comercio intrarregional ya está en aumento y se espera que cobre impulso. En 2007 fue valuado en 404.000 millones de dólares, mientras en 2006 fue de 352.000 millones de dólares.
La declaración final de la cumbre revela que la región avanzó más en la reducción de aranceles para productos menos delicados que el arroz. Los aranceles, que representan 87,2 por ciento de las importaciones totales dentro de la Asean "serán eliminados".
"Los tailandeses y filipinos tendrán que lograr un acuerdo para evitar que los aranceles arroceros debiliten el espíritu de la nueva área de libre comercio de la Asean", dijo a IPS un diplomático del sudeste asiático que pidió no revelar su identidad.
"Será una prueba de la solidaridad de la Asean", agregó.