Un compromiso de ayuda financiera, a través del canje de deuda, y un acuerdo para habilitar el voto de los inmigrantes de ambos países en elecciones donde residen se lleva en sus alforjas el presidente de Bolivia, Evo Morales, tras la visita oficial de tres días a España, finalizada este martes.
El gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero pone en marcha así el "Fondo Bolivia-España". Con este acuerdo, Madrid condona 60 por ciento del monto total que aún le debía el país sudamericano un vencimiento de 77,5 millones de dólares y otro de 7,4 millones de dólares— mientras que 40 por ciento restante financiará programas de desarrollo.
Según la ley de cooperación española, dichos fondos tienen por objetivo contribuir al crecimiento económico y al desarrollo social de Bolivia, mediante proyectos de educación, reducción de la pobreza, desarrollo sustentable y otros.
Para controlar el cumplimiento de esos y otros convenios, se constituyó este martes en Madrid un comité binacional que deberá acordar las medidas por consenso.
Zapatero también anunció en rueda de prensa que España desarrollará dos proyectos: "Un fondo del agua, que permitirá beneficiar a habitantes de 45 municipios bolivianos y apoyar un proyecto para el desarrollo profesional de jóvenes".
Ese programa "facilitará la formación de jóvenes y desempleados en el entorno rural", añadió.
Así, Bolivia continuará siendo uno de los países que en la mira de la cooperación española, que entre 2006 y 2008 aportó 157 millones de euros (220 millones de dólares).
Por su parte, Morales destacó el acuerdo entre ambos países para habilitar el voto de bolivianos en España y viceversa, así como la promesa de regularización de sus compatriotas residentes en este país europeo.
"Es un reconocimiento de España", apuntó. "Lo ha hecho con más de 100.000 personas, algo que ni siquiera han alcanzado países latinoamericanos" donde también hay miles de bolivianos inmigrantes.
También resaltó que España es el único país que reconocerá el derecho de sus connacionales a votar en las elecciones municipales, lo cual también podrán hacer los españoles en comicios similares de Bolivia. Este convenio deberá ser aprobado por los parlamentos de ambos países para que entre en vigor.
En España, según cifras del Ministerio de Asuntos Exteriores, residen unos 250.000 bolivianos, de los que solamente 98.000 están regularizados.
Por otra parte, Morales rechazó críticas del gobierno de la Comunidad de Madrid, a cargo del centroderechista Partido Popular, y del escritor peruano Mario Vargas Llosa, que calificaron de totalitario al indigenismo que propugna el mandatario.
Es lo opuesto, porque las poblaciones indígenas tienen "una cultura del diálogo y la amistad" y su movimiento es el más integrador de todos y de ninguna manera excluyente, apuntó.
Morales, líder del izquierdista Movimiento al Socialismo y cuya carrera política la cimentó como dirigente sindical campesino, es el primer descendiente de los pueblos originarios en llegar a la presidencia de Bolivia, donde la mayoría de sus 9,3 millones de habitantes se reconocen indígenas.
La centroderechista Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, afirmó en una entrevista televisiva que, mientras los bolivianos quieren libertad y democracia, el populismo y el indigenismo es lo contrario.
Vargas Llosa, en tanto, criticó al gobierno español pues considera que "está siendo muy ingenuo si cree que su pragmatismo y su apoyo a Morales y al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le van a servir para que sus compañías no sean expropiadas".
Precisamente el tema de las empresas e inversiones españolas fue uno que salió a relucir en todos los encuentros gubernamentales que sostuvo el presidente boliviano, sin que se produjeran conflictos sino mutuos compromisos para resolver los problemas dialogando.
Sobre el más polémico de esos problemas, Morales fue explícito: "Conversamos bastante sobre el tema de la inversión y de Repsol, cuyo presidente pronto estará visitando Bolivia para conseguir nuevos acuerdos".
El visitante recibió el domingo también una cálida acogida de miles de bolivianos que asistieron a un acto convocado por más de 60 organizaciones políticas, sociales y sindicales, que se realizó en la plaza de toros La Cubierta, en el municipio de Leganés, ubicado en los alrededores de Madrid.
El acto comenzó con la ceremonia de la Koa, el acto de reciprocidad a la Pachamama (Madre Tierra), y durante el mismo se presentaron danzas quechuas, rodeado todo de banderas multicolores incaicas y de carteles de apoyo electoral.
En su discurso, entre otras cosas, se pronunció contra la intromisión de fuerzas extranjeras, reivindicando "la rebelión permanente contra el saqueo de los recursos naturales y contra el sometimiento del pueblo". Expresión muy criticada en los medios de comunicación locales por considerarla contradictoria con su pedido de que aumenten las inversiones externas en su país.
Si bien eludió pronunciarse sobre las bases de Estados Unidos en España, "porque son otra cosa", lo hizo contra las ubicadas en América.
Aludiendo al convenio que permite a fuerzas estadounidenses estacionarse en Colombia, Morales indicó que "donde están las bases militares no hay paz", por lo que reiteró que deben ser retiradas las existentes y no instalar otras.
La instalación de esas bases son "pretextos del imperio (Estados Unidos) para controlar los recursos naturales", dijo.
Pero esas riquezas deben ser defendidas, no sólo para que no caigan en manos "del imperio" sino también para preservar su equilibrio ecológico, puntualizó.
Respecto de los aspectos negativos que subsisten en Bolivia, el mandatario aludió a los tiempos de la presencia española en América Latina. Ante los congregados en la plaza de Leganés sostuvo que se necesitan "revolucionarios al servicio del pueblo y eso aún cuesta encontrar, pues aún hay una mentalidad colonial, herencia del patrón saqueador, explotador".
Hugo González, uno de los inmigrantes bolivianos residentes en Madrid presente en la plaza de Leganés dijo a IPS que "el héroe de la Madre Tierra (en alusión a la condecoración otorgada a Morales por la Organización de las Naciones Unidas) nos devuelve la confianza en nuestro país".
"Su presencia nos hace suspirar por regresar y poder vivir allá en paz y prosperidad. Esperamos que sea pronto", comentó esperanzado.
En Madrid, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, del centroderechista Partido Popular, también recibió a Morales y le entregó la Llave de Oro de la ciudad, algo que se realiza muy pocas veces con visitantes extranjeros.
