Una crisis política que lleva meses y que ha obstaculizado el proceso para redactar una nueva Constitución en Nepal parece también haber apagado la euforia de las organizaciones de mujeres.
La victoria de muchas candidatas en las elecciones del año pasado para integrar la Asamblea Constituyente, venciendo a importantes veteranos políticos hombres, había generado esperanzas de que la nueva carta magna garantizaría la igualdad de género.
Pero, 16 meses después, la Asamblea está aún lejos de terminar su trabajo antes del plazo fijado, el 28 de mayo de 2010.
En junio de 2008, Nepal puso fin a la monarquía, obligando al entonces rey Gyanendra a renunciar, y adoptó el sistema republicano. La nueva Constitución busca asegurarle a los ciudadanos iguales derechos y privilegios.
Treinta y tres por ciento de los 601 miembros de la Asamblea Constituyente son mujeres, muchas de las cuales fueron nominadas por partidos políticos, y por tanto hay mujeres en cada uno de los 11 comités formados para discutir el nuevo texto constitucional. Sin embargo, no existe una comisión especial para discutir temas de género.
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"No es posible canalizar nuestros temas a través de estos (los 11 comités), porque los asuntos relacionados con el género parecen no ser una prioridad", dijo Uma Adhikari, congresista, constituyente y presidenta de la Alianza Interpartidaria de Mujeres.
La Alianza fue creada en 2006 para presionar por una representación femenina de 50 por ciento en todos los puestos donde se toman decisiones, y para que la igualdad de género estuviera presente en temas como ciudadanía y propiedad. También para exigir que los asuntos relacionados con las mujeres estuvieran incluidos en leyes separadas y específicas.
Las mujeres constituyentes formaron un grupo en la Asamblea para ejercer presión en los diferentes comités.
"Nuestros temas son vastos y complicados. Las mujeres urbanas tienen diferentes problemas que las rurales. Lo que podría ser un tema de género para unas, para otras es étnico. Por tanto, uno no puede esperar que se discuta todo eso a menos que haya un comité único para las mujeres", dijo Mohammadi Siddiqui, coordinadora del bloque de constituyentes.
En la Asamblea hay líderes con experiencia, viudas de la guerra y jóvenes que son novatas en política. Bajo el nuevo sistema de representación proporcional introducido por primera vez en las elecciones de abril de 2008, los partidos políticos nominaron a 167 mujeres. Las otras 30 fueron elegidas directamente.
Algunos veteranos líderes partidarios señalaron que la falta de experiencia comienza a notarse. Es un gran desafío para las nuevas asambleístas hacer oír sus opiniones o participar de las discusiones. "Tienen las cualidades requeridas para ser buenas líderes pero, sin capacitación, eso es de poca utilidad", dijo Siddiqui a IPS.
La abogada Sabita Bhandari Baral, de la Asociación de Bufetes de Nepal, ha seguido de cerca los acontecimientos en la Constituyente, especialmente aquellos relacionados con las mujeres.
Ella coincidió en que la falta de experiencia ha sido un gran obstáculo, pero insistió en que las propias mujeres reconocen sus carencias e intentan aprender. "Sería injusto decir que no lo estamos intentando", dijo Baral, y añadió: "Muchas organizaciones no gubernamentales ofrecen programas de capacitación, y me he dado cuenta de que muchas los cursan porque temen que su debilidad pueda conducir a una injusta representación".
Como ocurre en otros países en desarrollo, el patriarcado es uno de los mayores desafíos que afrontan hoy las nepalíes. "En nuestras casas, en nuestra sociedad, en nuestras oficinas, en nuestros partidos políticos y ahora en la Asamblea Constituyente, las mujeres nepalíes tenemos que luchar contra el patriarcado", afirmó Baral.
La abogada añadió que las líderes son muchas veces criticadas por sólo presentar temas de género en las discusiones, cuando se está redactando la Constitución de todo un país.
Incluso Adhikari, presidenta de la Alianza, afirmó: "Nosotras no sólo representamos a las mujeres. Tenemos que representar también a nuestra comunidad, a nuestra etnia y a los partidos políticos".
Baral cree que el movimiento debe presionar por un cambio general: "Es importante que las líderes mujeres entiendan que los hombres no lucharán por nuestras batallas, así que presionar por nuestros temas debe ser la prioridad. Nosotras debemos pedir firmemente una representación de 50 por ciento", afirmó.
El movimiento de mujeres en Nepal ha sido muy exitoso en los últimos años. Una fuerte presión hizo que en 2002 el gobierno despenalizara el aborto. El mismo año, el parlamento aprobó una ley permitiendo a las mujeres heredar propiedades.
Cuatro años después, la Corte Suprema desechó una ley que permitía a los hombres pedir el divorcio si su mujer era infértil.
Sin embargo, las integrantes de la Constituyente reconocen que el movimiento ha perdido fuerza. "Obtener una representación de 33 por ciento en la Asamblea fue sólo el primer paso, pero la voz del movimiento está extrañamente ausente desde el año pasado", dijo Adhikari.
Es tiempo de que los grupos de mujeres estén unidos y fuertes, afirmó Siddiqui. "La razón por la cual no tenemos un comité separado para las mujeres es también porque el movimiento fuera de la Constituyente se rindió", reconoció.
Sin embargo, Baral sigue siendo optimista. "El texto constitucional no puede ser sancionado sin (nuestra) aprobación. Debe ser reenviado para las discusiones y sugerencias, y si no es lo que pensamos debería ser, una vez más nos movilizaremos y ejerceremos presión".