Las Fuerzas Armadas de Israel adoptan nuevas medidas para alertar a civiles palestinos sobre ataques aéreos inminentes.
Esto fue en respuesta a las dudas planteadas sobre su respeto al derecho internacional en las ofensivas contra Líbano, en 2006, y Gaza, entre fines de 2008 y comienzos de este año.
Varias organizaciones de derechos humanos expresaron su preocupación porque los panfletos arrojados por las fuerzas israelíes antes de los ataques no ofrecieron suficientes pautas sobre a dónde deberían dirigirse los civiles evacuados e incluso, en algunos casos, dieron información incorrecta, instándolos a trasladarse a lugares que luego atacaron.
Durante su Operación Plomo Fundido contra Gaza entre el 27 de diciembre y el 17 de enero, Israel realizó unas 200.000 llamadas telefónicas de alerta a civiles palestinos en la franja.
Ahora, las fuerzas israelíes sostienen que las mejoras en la tecnología de alerta temprana ayudarán a impedir las muertes de civiles en futuros conflictos.
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"Garantizar que las advertencias contengan información detallada y precisa, incluyendo directivas sobre cómo acceder a áreas seguras, mejorará la probabilidad de que los civiles se tomen en serio las advertencias y ayuden a salvar vidas civiles durante futuros conflictos armados", señaló una carta de Human Rights Watch (HRW) enviada el lunes al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Israel, teniente general Gabi Ashkenazi.
HRW expresó su preocupación por las alertas a civiles durante la guerra que entre el 12 de julio y el 14 agosto de 2006 Israel libró contra el movimiento chiita libanés Hezbolá.
Tras haber instado a la población a que abandonara el sur de Líbano, el ejército israelí "a menudo trató el área como si fuera una zona sin civiles", pero muchos de ellos permanecían en sus hogares, señaló el grupo.
"Por nuestra propia experiencia en Vietnam, sabemos que no alcanza con advertir a los civiles, porque a menudo ellos no pueden irse, pues tienen familiares ancianos o enfermos o temen que sus casas sean saqueadas", dijo a IPS Michael Walter, del Instituto para los Estudios Avanzados de la estadounidense Universidad de Princeton.
"En Vietnam intentamos crear zonas libres para disparar y le dimos a la gente una amplia oportunidad de irse, pero muchos no lo hicieron. Eso siempre será verdad", agregó.
El problema de evacuar efectivamente a civiles plantea cuestiones sobre qué rol deberían jugar las autoridades palestinas en garantizar que sean desalojadas las áreas que las fuerzas armadas toman por objetivo.
"La alerta temprana está bien, pero no es suficiente. También requiere que la dirigencia palestina permita a inocentes evacuar y actuar en base a las alertas", señaló a IPS el profesor Amos Guiora, de la Escuela de Leyes S.J. Quinney, en la estadounidense Universidad de Utah.
"Es difícil, pero no imposible, alertar a cientos de miles de personas, pero eso requiere la cooperación del liderazgo palestino, que debe tener interés en proteger a sus poblaciones civiles", agregó.
El tema de las alertas tempranas para las poblaciones civiles y la lentitud de las evacuaciones hicieron que se alzaran voces de preocupación sobre el uso de escudos humanos en conflictos recientes.
Durante la guerra de Gaza, Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) e Israel se acusaron mutuamente de evacuar de modo inadecuado a los civiles. Además, Israel acusó a Hamás de usar a civiles palestinos para proteger posiciones militares.
Aunque la mayoría de los analistas coinciden en que toda forma de alerta a civiles es un paso positivo, persisten las preguntas sobre si los conflictos que se libran en áreas densamente pobladas —como las palestinas Cisjordania y Gaza o la ciudad israelí de Sderot, limítrofe con la franja— pueden evitar una cantidad considerable de víctimas civiles.
"Esto es absurdo. Usar una fuerza de esa naturaleza de un modo tan generalizado y en un área tan fuertemente poblada como Gaza y pensar que se puede limitar la cantidad de víctimas civiles, es algo que simplemente no veo que pueda ocurrir", dijo a IPS Hussein Ibish, de la American Task Force on Palestine.
"La consecuencia inevitable de un conflicto armado importante entre fuerzas regulares e irregulares en un área densamente poblada es que las personas sean usadas como escudos humanos, sean cuales sean las órdenes de la otra parte", continuó.
En términos generales, se considera que las secuelas políticas de la guerra de Gaza fortalecieron a Hamás, que consolidó su poder y cobró popularidad por resistir a la ofensiva israelí, y que dañó la imagen pública de Israel y de sus Fuerzas Armadas.