China violó acuerdos comerciales de la OMC cuando restringió la importación de DVD, programas informáticos y libros a través de la censura y limitó la capacidad de empresas extranjeras para distribuir sus productos en el país asiático, concluyó la organización internacional.
Un informe de la OMC (Organización Mundial del Comercio) afirmó que las políticas de China son "discriminatorias" ya que colocan a las empresas extranjeras en desventaja para la importación de bienes con derecho de autor, como películas, música y material de lectura.
El informe de 469 páginas tuvo su origen en una reclamación de Estados Unidos en 2007 y fue presentado el miércoles 12. La OMC sostiene que China violó tratados de la OMC mediante la restricción de la importación o la censura de estos productos y que Beijing exigió a las empresas fabricantes y distribuidoras que realizaran la distribución a través de compañías chinas.
Con su fallo, la "OMC le otorgó una importante victoria a las industrias creativas de Estados Unidos", declaró el representante de Comercio estadounidense, Ron Kirk. El informe "es un paso importante para asegurar el acceso al mercado (chino) de productos legítimos de Estados Unidos" así como "para los exportadores y distribuidores estadounidenses" de los mismos.
"Trabajaremos sin descanso para que las empresas y los trabajadores estadounidenses puedan aprovechar plenamente los beneficios procedentes de la apertura del mercado que señala esta decisión", agregó Kirk.
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Entre los grupos industriales más afectados por el fallo se encuentran las productoras de cine asociadas a la Motion Picture Association of America, las firmas discográficas reunidas en la Recording Industry Association of America y las casas editoriales afiliadas a la Association of American Publishers.
El informe concluyó que varias de las quejas que planteara Estados Unidos son legítimas, pero otras carecen de fundamento, como aquellas que sostenían que la legislación china sobre piratería era insuficiente. Tanto China como Estados Unidos podrían apelar el dictamen.
Que la OMC no condenara de forma expresa el grado de cumplimiento de la legislación china sobre derechos de autor y propiedad intelectual, en especial con respecto a la piratería de música, películas y programas informáticos, es una contrariedad para las empresas que luchaban porque el país asiático aplicara con mayor rigor sus leyes en este sentido.
Beijing no emitió una respuesta enérgica al informe de la OMC, pero una declaración publicada en la página web del Ministerio de Comercio chino expresa la decepción de China porque la organización mundial no rechazó la reclamación de Estados Unidos.
"China siempre cumplió con sus obligaciones referidas al acceso al mercado de las publicaciones, y los canales de ingreso al mercado chino para éstas, las películas y los productos audiovisuales extranjeros son sumamente abiertos", declaró Yao Jian, portavoz del Ministerio de Comercio, según la agencia de noticias Xinhua.
El ingreso de China a la OMC exigió considerables concesiones de las autoridades chinas, y los funcionarios más jóvenes y reformistas en materia económica lucharon para convencer a los dirigentes más antiguos que la apertura de la economía, en concordancia con las normas de la OMC, no aniquilaría la industria nacional.
"Los dirigentes estaban dispuestos a ingresar a la OMC en estas condiciones porque tenían que fomentar el crecimiento económico y la prosperidad", dijo la experta en estudios asiáticos y profesora de economía aplicada del Bates College, Margaret Maurer-Fazio.
"La OMC sería una señuelo para aplicar las políticas impopulares. Le otorga a las autoridades cierta distancia de las decisiones difíciles que dañarán a algunos, pero que a la larga tendrán beneficios", agregó.
China utiliza cada vez más los mecanismos de la OMC para presentar quejas contra países miembros de la organización que considera que discriminan sus ventas.
El 31 de julio anunció que presentaría una reclamación ante la OMC contra la Unión Europea (UE) por medidas antidumping que ésta había adoptado contra los sujetadores de hierro y acero chinos.
La UE tendrá 60 días para resolver la disputa mediante consultas, pero de no alcanzar una solución, China podrá solicitar que la OMC investigue las reclamaciones y decida si la UE violó las normas de la organización.