YEMEN: Al Qaeda es una gota en un mar de problemas

La última reaparición de Yemen en el radar de Estados Unidos por considerarlo un refugio seguro para la red extremista Al Qaeda ha concitado más atención sobre este atribulado país.

Aunque los expertos estadounidenses señalan que los temas vinculados a la "lucha contra el terrorismo" ameritan la preocupación, este país de 23 millones de habitantes ubicado en el extremo meridional de la península Arábiga enfrenta una ola de problemas económicos y de seguridad que amenazan su propia existencia.

El actual movimiento secesionista en el sur y una rebelión tribal en el norte constituyen una amenaza mayor para Yemen que un resurgimiento de la red Al Qaeda, del saudita Osama bin Laden, alegan.

Los problemas económicos se han exacerbado a raíz de la reducción de los recursos petroleros, un sector agrícola no diversificado y una crisis hídrica agravada por un crecimiento demográfico de 3,3 por ciento, uno de los más elevados del mundo.

Esto tiene el potencial de hacer que Al Qaeda pueda reclutar a más yemenitas para incorporar a sus filas.
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Yemen ocupó un lugar destacado en la "guerra contra el terrorismo" como llama a la estrategia pergeñada por Estados Unidos ya desde el ataque de octubre de 2000 contra su buque USS Cole, anclado en el meridional puerto yemenita de Adén, en el que murieron 17 marinos, y en los tres años posteriores, señaló el experto Gregory Johnsen, en un foro realizado la semana pasada en el Carnegie Endowment for International Peace.

Para 2003, con la mayoría de sus líderes muertos o en prisión, Al Qaeda ya no pareció plantear una amenaza en Yemen. Se consideró que la batalla contra la red estaba ganada.

Pero "tanto el gobierno de Estados Unidos como el de Yemen consideraron que la victoria era absoluta, sin darse cuenta de que en este caso un enemigo derrotado no era un enemigo vencido", dijo Johnsen.

"En efecto, Al Qaeda fue tachada de las listas de prioridades de ambos países y reemplazada por otras preocupaciones, aparentemente más acuciantes", agregó.

En febrero de 2006, Yemen volvió a estar en la mira de los especialistas contra el terrorismo cuando 23 personas sospechosas de pertenecer a Al Qaeda —incluidas las señaladas como responsables del ataque contra el USS Cole— escaparon de la prisión.

Entre ellas estaba Nasir al-Wahishi, un yemenita de 33 años que actualmente es el jefe de Al Qaeda en su país.

Posteriormente a ese escape, Al Qaeda lanzó varios ataques exitosos contra la infraestructura de energía de Yemen, atentando contra la embajada de Estados Unidos y matando a varios occidentales que se encontraban en el país.

Shari Villarosa, funcionaria de la Oficina de Contraterrorismo del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, quien también participó en el panel de Carnegie, dejó en claro que ahora Yemen está firmemente de regreso en el radar del nuevo gobierno de Barack Obama.

"La situación de seguridad en Yemen se ha deteriorado mucho. Al Qaeda está en ascenso en términos de sus ataques contra la población y de su fusión con las partes sauditas", dijo.

"A consecuencia, con la ubicación geográfica de Yemen, su falta de desarrollo económico y sus débiles instituciones gubernamentales, nos preocupa que se convierta en un refugio seguro para Al Qaeda", agregó.

Sin embargo, pese a todos los estragos que hizo en los últimos años en el país, Al Qaeda no es la mayor preocupación del gobierno en materia de seguridad.

El gobierno, liderado por el presidente Ali Abdallah Salih desde que el norte y el sur se unificaron en 1990, enfrenta un movimiento secesionista en el sur y una violenta rebelión de la poderosa tribu Al-Houthi en el norte.

Ambas cosas constituyen amenazas más importantes que Al Qaeda para el gobierno de Salih. "Pese a que sostengo que Al Qaeda es más fuerte ahora que en el pasado, eso no significa que esté desafiando el estado de derecho", dijo Johnsen.

Desde comienzos de este mes, el sur del país es escenario de protestas y manifestaciones en conmemoración de la Guerra Civil de 1994.

La guerra, que enfrentó a los secesionistas del sur con las fuerzas del gobierno, terminó cuando éstas ingresaron y dominaron a la ciudad de Adén el 7 de julio de 1994.

En los últimos tiempos se intensificaron los reclamos de secesión, dado que las reformas económicas no lograron mejorar la calidad de vida en este país pobre.

Además, el ejército combate esporádicamente a la tribu Al-Houthi desde 2004, año en que mató al jeque Hussein Badr al-Din al-Houthi. Éste era un líder religioso de los zaidis, una rama del Islam chiita mayoritaria en el norte de Yemen.

En el plano económico, la mayor parte del presupuesto nacional procede de las exportaciones de petróleo. Pero estas reservas se están reduciendo rápidamente, y se prevé que en la próxima década el país se convierta en un importador neto de este elemento.

El principal cultivo es el qat (Catha edulis), un arbusto de hojas amargas y suavemente narcóticas que contiene una anfetamina. En Yemen es muy consumido, pero no es un producto viable para exportar porque es ilegal en casi todas partes.

Mientras persistan los problemas económicos de Yemen, a Al Qaeda no le resultará difícil hallar nuevos reclutas entre la población joven y cada vez más desesperada.

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