HONDURAS: Crece presión mundial por restauración democrática

Con manifestaciones en contra y a favor en Honduras, se cumplió este martes un mes del golpe de Estado que derribó al presidente Manuel Zelaya, quien permanece en la frontera nicaragüense rodeado de seguidores mientras aumenta el aislamiento internacional al régimen de Roberto Micheletti.

El portavoz del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, Ian Kelly, confirmó que fueron canceladas cuatro visas diplomáticas de funcionarios de Micheletti, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, instó públicamente a la Unión Europea a hacer lo propio con los representantes hondureños en los países de ese bloque.

Si bien Nelly no reveló los nombres de los afectados por la quita de la visa, el diario hondureño La Tribuna identifica a dos de ellos, que son el presidente del Congreso Nacional legislativo, Alfredo Saavedra, y Tomas Arita Valle, el integrante de la Corte Suprema de Justicia que firmó la orden de arresto contra Zelaya.

La medida dispuesta por Arita Valle sirvió de justificación a los militares para allanar su vivienda y sacarlo en la madrugada del 28 de junio vestido sólo con un pijama para llevarlo en avión a Costa Rica.

Aún se desconoce los otros dos nombres y si se le retirará la visa al resto de los funcionarios de la dictadura hondureña, aunque las declaraciones de Nelly indicando que seguirá la revisión en vistas de que el gobierno de facto de Micheletti no ha sido ni será reconocido por la administración de Barack Obama.

A todo esto Zelaya, quien afirmó que la suspensión de visas fue un pedido suyo a Obama, abandonó este martes la ciudad fronteriza nicaragüense de Ocotal para dirigirse a la comunidad de Las Colinas, cerca del puesto binacional de Las Manos. Ahí, se informó desde el lugar, el mandatario depuesto inspeccionará el sitio para instalar sus columnas de resistencia.

Zelaya ha insistido que ingresará a su país en "cualquier momento", y que tratará de burlar la fuerte vigilancia militar policial apostada en los departamentos fronterizos de Choluteca, en la zona sur, y El Paraíso, en la región sudoriental.

Desde hace cinco días, las regiones hondureñas fronterizas a Nicaragua permanecen bajo un toque de queda de 12 horas diarias, mientras que para el resto del país es sólo de tres horas y media a partir de la una de la madrugada.

El analista Efraín Díaz dijo a IPS que, al cumplirse el primer mes del golpe de Estado, "veo un escenario muy cerrado, estancadas las negociaciones iniciadas en Costa Rica y siento que las condiciones para un diálogo y reconciliación no se están dando".

Para Díaz, la mediación liderada por el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, en busca de una salida a la crisis política "se está quedando sin aire y sólo la comunidad internacional puede rescatarla".

Un ingrediente que ha prolongado la solución al conflicto es la incómoda presencia de Venezuela en el escenario, marcada por el acompañamiento de su canciller, Nicolás Maduro, en los movimientos y acciones de Zelaya, según el experto.

"Esa presencia venezolana por medio de Maduro no abona en nada a las negociaciones y creo que Zelaya se está dando cuenta porque un día dice que quiere dialogar, pero al siguiente, cambia de postura. Creo que esa presencia es muy peligrosa y hay que contenerla para evitar que aquí se provoque un baño de sangre", acotó.

En iguales términos se expresó el filósofo y político, Matías Funes, catedrático universitario al comentar a IPS que los "problemas de los hondureños debemos resolverlos entre nosotros, sin injerencias de ningún país de izquierda ni de derecha".

"Pienso que vivimos momentos difíciles y me preocupan los altos niveles de confrontación", alertó.

Arias presentó una propuesta de 11 puntos en los cuales la primer condición es el retorno de Zelaya al gobierno, pero con la obligación de formar un gabinete ministerial de integración con los cinco partidos legalmente inscritos, además de la creación de una comisión de la verdad y otra de verificación para que investiguen los hechos previos y posteriores al golpe de Estado.

Integrantes del llamado Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado efectuaron este martes protestas en diversos puntos de Tegucigalpa obstaculizando el tráfico, mientras la organización de mujeres "Visitación Padilla" manifestaron en las afueras de la catedral de la Iglesia Católica, en la plaza central, donde se vistieron de negro en protesta por el golpe de Estado y por toque de queda impuesto en la zona fronteriza con Nicaragua.

A las protestas sociales se sumaron los primeros reportes económicos tras el golpe de Estado. El empresario Mario Bustillo, de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa, dijo a IPS que unos 26 millones de dólares son las pérdidas iniciales "sin contabilizar aún todo el comercio interno y externo".

"Creemos que la crisis internacional, sumada a la crisis interna del país, tras la sucesión constitucional, nos arrojará pérdidas superiores a los 100 millones de dólares si esto no soluciona pronto", acotó.

Para el analista Juan Ramón Martínez, al cumplirse un mes del golpe cívico-militar, el depuesto presidente Zelaya "nunca imaginó que su retorno fuera tan difícil, no valoró la fortaleza institucional interna, el cierre de las capas medias ante el temor de un chavismo en Honduras".

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