La cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos no logró asumir compromisos significativos en materia climática, lo cual acerca cada vez más al mundo a una catástrofe ambiental.
Sin compromisos para tomar medidas, el acuerdo del G-8 para mantener el recalentamiento planetario general debajo de dos grados centígrados en los plazos establecidos parece insuficiente.
El G-8 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia. La cumbre se celebró del 8 al 10 de este mes en la central ciudad italiana de LAquila.
"Si se toman seriamente el compromiso de los dos grados, eso implicará un programa vigoroso e inmediato de reducción de las emisiones de carbono", dijo Michael Oppenheimer, profesor de geociencias y asuntos internacionales en la estadounidense Universidad de Princeton.
"Eso significará que para 2020 las emisiones de carbono tendrán que llegar a un tope y decaer. Eso es difícil, pero es lo que se necesita que ocurra para estabilizar (la temperatura) en torno a los dos grados", declaró a IPS.
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Los expertos enfatizan que dos grados de ninguna manera es una garantía de seguridad. El cambio climático ya tiene impactos significativos. Sin embargo, a partir de lo que los científicos saben hoy, los riesgos aumentan mucho cuando el calentamiento llega a los dos grados, explicó Oppenheimer.
Las temperaturas mundiales aumentaron 0,8 grados en los últimos 100 años, y llegarán a incrementarse a entre 1,2 y 1,5 grados en base a las emisiones de gases de efecto invernadero que ya están en la atmósfera.
"El sistema climático es impredecible. Dos grados es apenas un parámetro", dijo Oppenheimer.
Hay muchos umbrales silenciosos y desconocidos donde los cambios no serán reversibles, y las consecuencias no se verán hasta mucho tiempo después. "Estamos volando a ciegas Tenemos que actuar de un modo muy cauto", agregó.
Todo lo que arrojó la reunión del G-8 en LAquila fue precaución política. Los compromisos del bloque para reducir 80 por ciento las emisiones de carbono para 2050 son poco significativos sin un objetivo más ambicioso a mediano plazo, para 2020, dijo Kim Carstensen, líder de la Iniciativa Climática Global del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
"Necesitamos un objetivo ambicioso de reducciones de 40 por ciento para 2020 para el mundo industrializado", señaló Carstensen en una entrevista desde L'Aquila.
"No hubo avances en la enorme brecha entre lo que la ciencia dice que se necesita y (aquello con) lo que los países industrializados se comprometerán", agregó.
Incluso el muy promocionado nuevo proyecto de ley de Estados Unidos sobre cambio climático solamente hará que para el año 2020 las emisiones estén entre cinco y seis por ciento por debajo de los registros de 1990.
Y la aprobación del proyecto no es una certeza. El último compromiso asumido por Japón es de siete por ciento, la Unión Europea prometió 20 por ciento y Canadá no prometió hacer nada.
Precisamente Canadá, junto con Estados Unidos, China, India y los otros 13 principales países emisores de gases invernadero, más representantes de la Unión Europea, se reunieron justo antes del G-8 para debatir sobre el cambio climático en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima.
Estos países, que concentran 80 por ciento de las emisiones mundiales, accedieron a mantener el aumento de temperatura por debajo de dos grados, pero no ofrecieron más que "apoyo" a una reducción mundial total de 50 por ciento.
Luego de la cumbre del G-8, Canadá se apresuró a calificar a ese objetivo como una aspiración, sin necesidad de cambiar de políticas.
Y Estados Unidos, junto con otros países, eludió un compromiso e insistió en dejar la puerta abierta a usar diferentes años de base a partir de la cual medir sus reducciones.
Todo esto parece un mal augurio para las negociaciones de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se realizará en diciembre en Copenhague.
Si allí no se llega a un objetivo de reducción de emisiones para 2020, eso indicará que los países no se están tomando en serio el cambio climático, sugirió Ged Davis, copresidente Consejo de Evaluación Mundial de la Energía, con sede en Viena.
"Sin un objetivo para 2020 no podemos lograr el debate público sobre cómo avanzar", dijo Davis a IPS.
Hablar de mantener el recalentamiento planetario por debajo de dos grados tampoco significa nada sin ese objetivo con miras a 2020 y un plan de las políticas sobre cómo llegar allí, añadió.
China e India dijeron que no accederán a ningún objetivo de 2020 en Copenhague. Una de las razones es la cuestión sin resolver de cómo hacer frente al hecho de que la gran cantidad de emisiones que ya están en la atmósfera se generaron en las naciones ricas.
Mientras, la mayor parte de las emisiones actuales y futuras procederán de China, India y el resto del mundo en desarrollo.
Estas negociaciones son extremadamente difíciles y complejas, y cada uno tiene que hacer su parte, dijo. Copenhague no solucionará todo esto, porque faltan años de negociaciones, pero "es muy importante lograr un resultado fuerte" en la capital danesa, sostuvo Davis.
"Si no tenemos un objetivo acordado para 2020 y luego, podemos continuar debatiendo hasta que tener el agua al cuello", dijo.