ECONOMÍA-HONDURAS: El golpe aceleró desplome

La economía de Honduras, que ya estaba afectada por la recesión mundial, ahora va camino a un posible colapso tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya y el posterior aislamiento internacional, advierten expertos.

Mauricio Díaz, del no gubernamental Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), pronostica fuertes dificultades en materia de inversión pública y para la llegada de capitales externos, caída en la reservas internacionales y problemas para mantener la estabilidad del tipo de cambio.

El panorama económico es preocupante, "pues, si ya la administración de Zelaya despilfarró fondos públicos y disparó la deuda pública, ahora con la crisis institucional sin duda la contracción económica será mayor", señaló Díaz a IPS.

El experto detalló que Honduras presentó un crecimiento de su producto interno bruto (PIB) en torno a cinco por ciento anual en promedio hasta terminar 2007, pero esa tendencia favorable comenzó a girar el año pasado y este año en curso se estima que cerrará el balance con sólo 1,5 por ciento positivo.

Honduras, cuyo PIB ronda los 14.000 millones de dólares, está entre los países más pobres de América Latina, con 80 por ciento de sus 7,8 millones de habitantes en esa condición
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De cara a los comicios generales del 29 de noviembre, si finalmente se realizan, el coordinador del Fosdeh sostiene que al margen de quien resulte triunfante, en la práctica "perderá" porque el país tiene un panorama difícil que obligará a serios ajustes económicos.

Para el presidente del Colegio de Economistas de Honduras, Manuel Bautista, el desplome de la economía se agravó con el golpe de Estado, y todo indica "que, en vez de tener crecimiento económico, tendremos un decrecimiento estimado en 2,6 por ciento".

En los primeros 30 días régimen de facto se reportan pérdidas del orden de 70 millones de dólares, según estimaciones preliminares del sector privado, que las atribuye al clima de incertidumbre político, el toque de queda militar y los bloqueos de carreteras, todo lo cual afecta severamente al sector de servicios que representa 45 por ciento del PIB, explicó Bautista a IPS.

La caída de la economía, dijo, obedece no sólo a la crisis política sino también al sombrío panorama económico externo. No obstante, en el caso de Honduras, el aislamiento al que se ha sometido el país y el hecho de que ningún gobierno ha reconocido al régimen de facto de Roberto Micheletti son todos factores que inciden en el riesgo de colapso económico.

Ana Cristina Pereira, analista financiera y profesora universitaria, dijo a IPS que el incremento de la deuda pública fue una de las "mayores irresponsabilidades" de Zelaya, que "con sus medidas populistas no midió que estaba llevando al país en una bancarrota de proporciones insospechadas".

Reportes oficiales del Banco Central, indican que la deuda pasó de 358 millones de dólares a 721,9 millones de dólares entre 2006 y marzo de 2009.

"El impacto de estas acciones repercutirá en dos vías: la primera es poner presión sobre el flujo de caja del gobierno, ya que al tener obligaciones por cumplir tendrá que pagar, en competencia con otras necesidades como es la compra de medicamentos", indicó.

"El otro impacto es que subirán las tasas de interés interna y el gobierno empieza a competir con los intermediarios financieros por los recursos", vaticinó.

Hasta el 28 de junio, cuando Zelaya es sacado de madrugada de su casa por fuerzas militares y enviado al exterior, Honduras carecía de un presupuesto nacional pues no había sido enviado al parlamento para su aprobación como indica la Constitución.

Esta carencia presupuestaria y la negativa de Zelaya de firmar una carta de intenciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para avalar nuevos préstamos hicieron que se congelara el desembolso de créditos de otros organismos financieros multilaterales por unos 320 millones de dólares.

Este congelamiento, así como donaciones para el área de la educación y agua potable se mantienen en suspenso hora por la instauración del régimen de facto.

Sólo están en ejecución fondos por 215 millones de dólares en materia de infraestructura que se ejecutan dentro de la llamada Cuenta del Milenio con Estados Unidos, 60 por ciento de de los cuales ya han sido ejecutado.

Hace dos semanas, el parlamento del régimen de facto aprobó finalmente un presupuesto por el orden de los 5.600 millones de dólares, que es 8,2 por ciento menor al de 2008.

Gabriela Núñez, ministra de Finanzas del gobierno ilegítimo hondureño, dijo a IPS que el actual presupuesto "refleja una disminución de 10 por ciento en el gobierno central y de 20 por ciento en las instituciones descentralizadas".

Un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), denominado "Impactos económicos y sociales de la crisis económica internacional en Honduras", difundido hace dos meses, visualiza para el país un aumento en 170.000 nuevos pobres para 2009, producto de la crisis global.

El estudio indica, además, que la aprobación por parte del gobierno del depuesto Zelaya de un "considerable aumento del salario mínimo" ha generado reacciones negativas en algunos actores económicos.

El salario base en Honduras pasó a partir de enero de este año de 184 dólares a 289 dólares mensuales. Según el informe del PNUD, el incremento promedio en los últimos ocho años había oscilado entre seis y 10 por ciento, pero a partir de 2009 fue de "un valor promedio de 39 por ciento, lo cual llega a cuadruplicar el nivel de los aumentos históricos".

La medida de Zelaya fue bien recibida por los sindicatos y rechazada por los empresarios y pequeños comerciantes, que adujeron que se vieron forzados a despedir empleados. La población económicamente activa del país, se estima en 2,9 millones de personas

El PNUD sostiene que aproximadamente la cuarta parte de los trabajadores que pierdan su empleo por el aumento del salario mínimo "caerán en pobreza". Para la analista Pereira, ahora, con la crisis política actual, "el gobierno deberá usar medidas creativas para mitigar el impacto y entre ellas está la creación de un programa de compensación social para las personas y familias afectadas por la crisis económica a fin de amortiguarla".

A juicio del ex rector universitario y experto en competitividad Marcial Solís, la crisis también genera oportunidades y confía en que la declaración emitida por los gobiernos de El Salvador y Guatemala, en el sentido que no cerrarán sus fronteras al comercio con Honduras, "es un indicativo que las relaciones económicas regionales no serán fáciles de romper".

Pero lo cierto, indica el presidente del Colegio Hondureño de Economistas, es que "estos siete meses los hemos perdido, no hubo mayor inversión pública y el aislamiento en que estamos nos obliga a apretarnos todos la faja; Honduras no está para alardear de bonanza y muchos menos estabilidad. Debemos recuperar la estabilidad política si queremos amortiguar el golpe", acotó.

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