En medio de las amenazas nucleares de Corea del Norte, Francia adopta una posición que analistas describen como ambigua e hipócrita en materia atómica.
Francia y Gran Bretaña son los únicos dos estados de Europa occidental con capacidad nuclear. Aunque la política oficial francesa es reducir esos arsenales y frenar las pruebas, el gobierno del presidente Nicolas Sarkozy no ha hecho ningún un compromiso específico para el desarme.
Sin embargo, Sarkozy no quiere que ciertos países desarrollen armas atómicas. En una conferencia de prensa conjunta realizada este mes, él y su par estadounidense Barack Obama advirtieron a Corea del Norte e Irán en ese sentido.
"Irán tiene derecho a la energía nuclear civil, pero no a una capacidad atómica militar", dijo Sarkozy, luego de condenar las pruebas realizadas en mayo por Corea del Norte.
Analistas sostienen que París muestra un doble discurso.
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"Toda esta conversación es hipócrita", dijo Pierre-Emmanuel Veck, portavoz de la red Sortir du Nucleaire (Salir de lo nuclear), principal coalición antiatómica francesa, que agrupa a 841 organizaciones.
"No se puede separar un programa nuclear civil de las armas. Así que cuando Francia vende centrales nucleares a países como Libia para (generación de) electricidad, por ejemplo, se sabe que la bomba no está lejos", declaró a IPS.
París tiene una posición "ambigua", agregó Veck. A Sarkozy le gustaría reducir las ojivas nucleares del país, pero el resto del gobierno es reticente. Mientras, otras naciones, como Estados Unidos y Rusia, mantienen en alto sus propios arsenales, y existe la amenaza de países "inestables" como Irán y Corea del Norte.
Francia asegura haber reducido en un tercio la cantidad de sus armas lanzadas desde el aire, recortando su arsenal nuclear a alrededor de 300 ojivas en septiembre pasado.
Sarkozy dijo que el desarme mundial debe estar basado en la "reciprocidad", pero algunos críticos consideran inaceptable el argumento de "nos desharemos de las nuestras si ustedes se deshacen de las suyas".
Francia también asegura ser el único de los cinco estados nucleares originales en haber desmantelado sus instalaciones de producción y prueba de materiales físiles.
Otros países no han sido claros en relación a sus propias medidas, y la situación se volverá aun más turbia en los meses previos a la Conferencia de Examen de las Partes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP, firmado en 1968 y en vigor desde 1970), en mayo de 2010.
Como ocurrió con la conferencia anterior, hace cinco años, la reunión podría terminar en decepción para quienes buscan acabar con los arsenales.
El desarme no ocurrirá en breve si "el discurso se mantiene en este nivel", opinó Veck.
"Tener capacidad nuclear es una señal de poder, y los países están usando armas atómicas como herramienta de negociación para muchas cosas, incluida la asistencia", agregó.
Según analistas, los "nuevos estados nucleares" Corea del Norte, Irán, Israel, India y Pakistán continuarán defendiendo su derecho a desarrollar programas atómicos, mientras que la posición de los cinco estados nucleares originales, que conforman el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) —China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia— deja mucho que desear.
"La mayoría de las personas en los países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) no se dan cuenta de que sus gobiernos continúan sancionando el uso de armas nucleares", dijo Uta Zapf, copresidenta de Parlamentarios por la No-proliferación Nuclear y el Desarme.
"Tampoco se dan cuenta de que algunos países de la OTAN —Alemania, Bélgica, Holanda, Italia y Turquía— todavía alojan armas nucleares en su suelo para usar en caso de que estalle un conflicto", señaló en un comunicado.
Francia se reintegró a la OTAN este año, luego de 43 años de ausencia.
"Las armas nucleares, como las minas terrestres y las bombas de racimo, son indiscriminadas, inhumanas, inmorales e ilegales. Todas deben ser prohibidas y eliminadas", agregó Zapf.
Algunas organizaciones francesas también quieren que se reduzcan los programas nucleares civiles, y que se gaste más dinero en energía renovable, según Sortir du Nucleaire.
Actualmente Francia obtiene alrededor de 80 por ciento de su energía de 59 plantas atómicas ubicadas en distintas partes de su territorio.
El gobierno planea construir plantas solares en cada región del país para 2011, anunció el ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo. Pero no está claro cómo afectará eso al programa nuclear.
Con miras a la conferencia del TNP, Francia viene dando pasos para delinear sus propios principios, así como los de sus socios europeos.
El año pasado, cuando Francia ocupó la presidencia rotativa semestral de la Unión Europea (UE), Sarkozy envió una carta al secretario general de la ONU, Bank Ki-moon, esbozando las propuestas del bloque para impulsar el desarme.
"Europa desea actuar por la paz. Esto es verdad, ya sea que (se trate de) la lucha contra el terrorismo o de la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva", escribió Sarkozy en diciembre.
"También es verdad cuando el asunto es el desarme, especialmente el desarme nuclear. Europa está particularmente preocupada, dado que dos estados miembros tienen armas atómicas", agregó.
Las propuestas de la UE incluyen "la ratificación universal del Tratado para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares y completar su régimen de verificación, así como el desmantelamiento, lo más pronto posible, de todas las instalaciones de pruebas atómicas, de un modo transparente y abierto a la comunidad internacional", escribió Sarkozy.
Asimismo, señaló que la UE además exigía el inicio de "negociaciones para prohibir la producción de materiales físiles para armas nucleares".
Este mes, en referencia a Irán, Sarkozy declaró: "Queremos paz, queremos diálogo y queremos ayudarlos a desarrollarse. Pero no queremos que las armas nucleares militares se propaguen".