Una jueza federal de Estados Unidos criticó a los abogados del gobierno por prolongar la detención de un afgano en la base militar de Guantánamo, Cuba, a pesar de que su «confesión» fue descartada por haber sido obtenida mediante tortura.
La jueza de Federal de Distrito Ellen Segal Huvelle calificó de "escándalo" el caso e instó a los abogados a dejar en libertad al prisionero y "llevarlo de regreso a Afganistán".
También cuestionó la capacidad del Departamento de Justicia para presentar evidencia que justifique un juicio a fin de determinar si el detenido, Mohammad Jawad, debe ser mantenido en reclusión como "combatiente enemigo".
La jueza rechazó un pedido del gobierno para demorar una audiencia de hábeas corpus, pero le dio plazo a los abogados hasta fines de agosto para presentar nueva evidencia.
Jawad fue arrestado en Afganistán en 2002 por supuestamente haber lanzado una granada contra dos solados estadounidenses y su intérprete. Primero fue llevado a la base de la Fuerza Área de Bagram, y luego trasladado ilegalmente a Guantánamo.
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Según sus abogados, los interrogadores estadounidenses lo sometieron a repetidas torturas y otros malos tratos para doblegarlo física y mentalmente. Finalmente, Jawad intentó suicidarse en su celda golpeándose reiteradamente su cabeza contra la pared.
El gobierno afgano recientemente le pidió a Washington que devolviera a Jawad, e informó que tendría unos 12 años cuando fue capturado.
La magistrada fue particularmente dura en sus críticas al gobierno de su país.
"Siete años y este caso está lleno de agujeros. Este hombre ha estado allí siete años, ¡siete años! Debe haber sido llevado con quizás 12, 13, 14 o 15 años. No sé qué está haciendo ahí", afirmó.
"Éste es un caso que ha estado asustando a todos durante años. Éste es un caso muy diferente al resto. No involucra a la inteligencia. Solamente hay una pregunta aquí: ¿lanzó o no el hombre una granada? Ese es el tema, ¿no? Si no lo hizo, no puedes ganar. Si no puedes probarlo, no puedes ganar", añadió.
Los abogados del Departamento de Justicia han indicado que podrían llevar a Jawad a suelo estadounidense para someterlo a un juicio penal. Le solicitaron a la jueza Huvelle que no lo liberara hasta poder revisar las acusaciones en su contra. El fiscal general, Eric Holder, ordenó que esa investigación fuera "expedita".
Jonathan Hafetz, de la Unión por las Libertades Civiles Estadounidenses (ACLU, por sus siglas en inglés), uno de los abogados de Jawad, dijo que no creía que el gobierno pudiera presentar evidencia para juzgarlo en una corte federal.
"Es problemático que, después de admitir que torturó a Jawad y lo encarceló ilegalmente durante casi siete años, el gobierno no lo envíe de regreso a Afganistán de inmediato, como lo demandan la ley y la justicia, sino que está considerando prolongar su encarcelamiento ilegal", indicó.
"Esperamos que, tras una revisión, el Departamento de Justicia concluya, domo debe, que no hay evidencia creíble ni confiable contra Jawad y ponga fin a esta travesía", añadió.
IPS también discutió el caso vía correo electrónico con el abogado de Jawad experto en defensa, David Frakht, quien consideró "frustrante que el Departamento de Justicia no haya sido aún capaz de concluir la revisión que el presidente (Barack) Obama ordenó en su primer día en el cargo".
"Como el gobierno ha reconocido ahora, no hay base legal para detener al señor Jawad bajo la ley de la guerra, por lo cual debe ser repatriado de inmediato a Afganistán. El gobierno afgano ha pedido el regreso del señor Jawad, y el está ansioso por reunirse con su familia. Ochenta meses en detención ilegal es suficiente", agregó.
El 1 de este mes, ACLU presentó una moción para que se desecharan las declaraciones de Jawad por haber sido obtenidas mediante torturas, y el Departamento de Justicia no se opuso. La comisión militar que juzgaba al afgano ya había suprimido las declaraciones en su propio proceso.
El fiscal de la comisión militar que lo juzgó en Guantánamo, Darrel Vandeveld, renunció en 2008, tras señalar: "No hay evidencia creíble o base legal para justificar la detención del señor Jawad".
"Hay, sin embargo, pruebas confiables de que fue maltratado por las autoridades en Estados Unidos tanto en Afganistán como en Guantánamo, y de que sufrió y sigue sufriendo gran daño psicológico", dijo Vandeveld. "Retener al señor Jawad por más de seis años, sin resolver su caso y sin término a la vista es algo más que una travesía", añadió.
Vandeveld dijo que el gobierno estadounidense no estaba facilitando el acceso de los abogados defensores a las evidencias contra sus clientes, lo que podría llevar a que éstos fueran condenados injustamente.
Los otros tres fiscales de la comisión militar también renunciaron, despertando más dudas sobre el sistema de proceso a los detenidos en Guantánamo.
Durante su primera semana en el cargo, Obama firmó una orden ejecutiva para cerrar esa cárcel en el plazo de un año. También creó equipos especiales para revisar el caso de cada uno de los detenidos que permanecen allí y hacer recomendaciones para su futuro traslado.
Hoy hay 241 prisioneros en Guantánamo. El gobierno de Obama aún encuentra dificultades para que otros países acepten a estos detenidos, ya que el Congreso legislativo se opone a su liberación en territorio estadounidense.