Sentado en el restaurante del hotel Fairount Waterfront de Vancouver, Jeff Rubin, ex economista jefe de uno de los bancos más grandes de Canadá, no parece el típico cultor de teorías apocalípticas.
Pero en su nuevo libro, titulado "Why Your World is About to Get a Whole Lot Smaller" ("Por qué tu mundo está por volverse mucho más chico"), Rubin argumenta que el proceso de globalización, que engordó con el petróleo barato, está acabado.
Para él, la actual crisis económica mundial es consecuencia del aumento del precio de la energía, más que de la debacle hipotecaria en Estados Unidos.
Rubin pronostica que el barril de 169 litros de petróleo costará 225 dólares para 2012. El diario conservador National Post, que solía contarlo entre sus expertos de cabecera cuando trabajaba en la firma financiera CIBC World Markets, lo acusa ahora de "antimaterialismo" y "paranoia petrolera".
Sus antiguos admiradores olvidan que en 2000 Rubin estimó que cinco años después el barril de crudo costaría 50 dólares y que en 2005 dijo que aumentaría a 100 dólares para 2007. Olvidan, también, que ganó esas dos apuestas.
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IPS: Si la situación de la seguridad en Iraq mejora y el petróleo barato vuelve a estar disponible para la exportación, ¿su pronóstico para 2012 perdería validez?
JEFF RUBIN: Ni un poco. Tampoco otra predicción mía: que las ventas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en lugar de crecer, caerán a entre un millón y 1,5 millones de barriles diarios en los próximos cuatro a cinco años.
No se trata sólo del agotamiento de las reservas de la OPEP, fenómeno que, de todos modos, tiene un rol clave. Lo determinante es el aumento explosivo del consumo de energía en los propios países de la OPEP. Por eso las exportaciones de los miembros del grupo no crecieron en los últimos cinco años. Las están canibalizando.
IPS: Si la economía mundial puede funcionar con el crudo a 140 dólares por barril, ¿no podría hacerlo echando mano a las enormes reservas de petróleo no convencional, como las del esquisto bituminoso de Utah, Estados Unidos, el crudo pesado del Orinoco venezolano y los yacimientos submarinos?
JEFF RUBIN: ¿Qué le sucedió a la economía mundial cuando el crudo alcanzó los 140 dólares? ¿La recesión más profunda de posguerra se debe, realmente, al colapso de las hipotecas en Estados Unidos? ¿O al barril a 140 dólares? Me inclino por lo segundo.
¿Qué golpeó los ingresos de Jeff Rubin el año pasado? La crisis inmobiliaria en Cleveland, Estados Unidos. Pero la caída de los ingresos de Jeff Rubin y la caída de la producción mundial son dos cosas muy, muy distintas.
IPS: ¿Hasta qué punto puede ser sostenible la globalización actual, conducida por el comercio internacional, con un petróleo caro?
JEFF RUBIN: El modelo tal como lo conocemos llegó al máximo en 2007, si medimos la globalización según el porcentaje que representa el comercio exterior en la producción mundial.
Ahora veremos cada vez menos y menos buques cargueros. Todos esos contenedores eran "el arca de los salarios" Al mover tu fábrica de un país donde debías pagar a los trabajadores 30 dólares por hora a otro donde debes pagarles 30 dólares semanales es buenísimo, al menos si sólo se trata de salarios.
Pero lo que mueve esos buques es el petróleo. Con un barril a entre 150 y 200 dólares, preocuparte por los salarios equivale a prestarle atención a los centavos mientras los dólares se te escurren con la factura del combustible.
IPS: Algunos analistas calculan que 25 por ciento de los hidrocarburos del mundo se encuentran en el Ártico, y que la región se abrirá pronto a su explotación, paradójicamente, a causa del recalentamiento planetario.
JEFF RUBIN: Lo del Ártico es una gota en la fuente. Estás perdiendo de vista lo que Exxon y Cambridge Energy Research Associates no te dirán. Porque convocan conferencias de prensa para informarte sobre las nuevas reservas que descubren, pero no sobre las que se agotan. Y por esa razón se pierden cuatro millones de barriles diarios de producción.
En los próximos cinco años, deberíamos descubrir reservas para extraer 20 millones de barriles diarios si queremos mantener el consumo actual.
IPS: Tal vez sus pronósticos sobre el suministro y el precio sean correctos. Pero, ¿un aumento en la eficiencia en el uso de la energía no podría compensar la caída de la producción?
JEFF RUBIN: La eficiencia lleva a la conservación. Pero la historia demuestra que eso no es lo que sucede.
Los motores promedio actuales son 30 por ciento más eficientes que los que funcionaban antes del shock petrolero de los años 70. Pero el vehículo norteamericano promedio consume lo mismo que antes cada año.
En esos tiempos, los norteamericanos conducíamos nuestros vehículos unos 14.500 kilómetros anuales. Hoy, son 19.300. Y por aquellos años no estábamos viviendo en suburbios alejados. Avanzamos en eficiencia, pero terminamos consumiendo más y más combustible.
IPS: ¿Qué ve como una amenaza mayor, el encarecimiento del petróleo o el del agua?
JEFF RUBIN: Ése es un juego totalmente distinto. Hay un lugar donde ambos se cruzan: en las arenas bituminosas de Canadá. Para producir un barril de petróleo sintético, deben quemarse 1.100 metros cúbicos de gas natural, trasladarse dos toneladas de arena y contaminar casi 1.000 litros de agua.
Al igual que las emisiones de carbono, el agua es gratis. Si eres un extractor de petróleo de arenas bituminosas y tienes 1.000 litros de agua, trabajarás sin costo.
/Excluida su publicación en Italia/