La estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México difirió hasta 2018 la construcción de la represa La Parota, en el sureño estado de Guerrero, pero habitantes organizados de la zona aseguran que esa obra jamás se realizará. “Si (los técnicos de la Comisión) intentan poner un pie en estas tierras, ya saben lo que les espera. La represa no se hará nunca”, dijo a Tierramérica la campesina Justina Hernández, del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a La Parota.
El proyecto está detenido desde 2003 por la férrea oposición de campesinos que bloquearon todos los accesos al lugar. Pero la CFE sostiene que se reactivará en 2018.
La represa costará más de 1.000 millones de dólares y generará unos 900 megavatios, ocupando una zona donde viven 30.000 personas. Los opositores sostienen que representará el fin de su comunidad y su cultura.