La población de cotorras, especie endémica en peligro de extinción, aumentó en la central provincia cubana de Villa Clara gracias a un programa donde la comunidad juega un rol fundamental. Un proyecto iniciado en 2003 en Hanabanilla, una zona del municipio villaclareño de Manicaragua declarada paisaje natural protegido, incluye la ubicación de nidos artificiales para facilitar la reproducción de estas aves.
«El trabajo del ser humano ha frenado la caza furtiva», dijo a Tierramérica el biólogo José Antonio Santos, de la estatal Empresa Nacional para la Protección de la Flora y La Fauna, quien también destacó la contribución del Programa de Pequeñas Donaciones, del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.
En Cuba solamente habitan dos especies de cotorras: la Amazona leucocephala y la Aratinga euops.