Una usina de biogás convertirá en electricidad el dióxido de carbono y el metano generados por el basurero de Gramacho, que recibe 7.950 toneladas diarias de residuos de la región metropolitana de Río de Janeiro. El proyecto representará un ingreso de 210 millones de dólares y evitará la emisión de 75 millones de toneladas de metano en los próximos 15 años.
Es importante, pero no soluciona todos los problemas del relleno sanitario que, por su ubicación, puede contaminar las aguas de la bahía de Guanabara.
“Los ingresos deberían usarse para reparar los daños causados por el vertedero”, pero se prevé que menos de 30 por ciento tengan este destino, dijo a Tierramérica Vera Chevalier, directora de la organización ambientalista Ecomarapendi.