AMBIENTE-RUMANIA: Voluntariado por la vida verde

Más de 100.000 árboles plantados y 70 toneladas de basura recolectadas en un año quizás no sean demasiado para un gobierno, pero son mucho para un grupo de voluntarios de Rumania, que está llenando los vacíos que deja el Estado.

Voluntarios rumanos en acción. Crédito: Alexandra Radu/IPS
Voluntarios rumanos en acción. Crédito: Alexandra Radu/IPS

Mai Mult Verde (Más verde) es una pequeña organización no gubernamental fundada en la primavera boreal de 2008 con el objetivo de crear una red permanente de voluntarios para concebir y aplicar proyectos ecologistas y educación ambiental.

El año pasado, más de 8.000 personas de todo el país participaron en varias iniciativas, mostrando que muchos rumanos jóvenes están dispuestos a labores ambientales voluntarias si se les brinda un marco adecuado.

El objetivo inicial de Mai Mult Verde fue plantar 10.000 árboles y recoger 20 toneladas de desechos en un año. Pero sus resultados superaron los pronósticos más optimistas.

«A juzgar por nuestra relación con los voluntarios, la idea de que los rumanos son pasivos e indiferentes al bien público es un prejuicio sin base en la realidad actual», dijo Miruna Cugler, directora de comunicaciones de la organización.
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El voluntariado se sumó a una comunidad de Internet, lo que le permite no sólo participar en la implementación de proyectos, sino también tener voz en su creación.

El presidente de Mai Mult Verde, Dragoş Bucurenci, señaló que uno de los principales problemas de las organizaciones no gubernamentales de Rumania es que sólo suman voluntarios en la etapa de implementación.

Este enfoque restringe los aportes creativos de la sociedad civil, e impide una mayor participación de la gente en la solución de los problemas sociales que le preocupan.

El objetivo de la organización es formar una red de 10.000 voluntarios en cinco años, de los cuales la cuarta parte estará constantemente participando en sus acciones.

Hasta ahora, la mayoría de los proyectos de Mai Mult Verde se han centrado en la limpieza ambiental. Grupos de voluntarios recogen basura que deja la gente que hace asados en zonas boscosas. Otros limpian los residuos de los ríos o promueven el reciclaje.

Actualmente, en Rumania se recicla alrededor de 10 por ciento de los desechos, en comparación con 60 por ciento en Alemania.

Las empresas procesadoras de materiales reciclados sostienen que el negocio no es redituable.

«Desafortunadamente, los rumanos reciclan muy poco, todavía no es parte de su cultura. Es difícil mantener nuestras actividades en marcha porque los costos de equipamiento y personal son elevados. No obtenemos suficiente material para reciclar», dijo Octavian Burlacu, director de la compañía de manejo de desechos Supercom, en Bucarest.

Mai Mult Verde lleva a cabo campañas pidiendo a la población que recicle, y reclama que los rumanos soliciten a las autoridades más instalaciones donde recolectar en forma separada los residuos.

La organización también planta árboles. En colaboración con Romsilva, la autoridad nacional de bosques, voluntarios de Mai Mult Verde sembraron más de 100.000 árboles en áreas afectadas por la deforestación. Muchas de esas zonas han sido reiteradamente devastadas por inundaciones debido a la tala.

Romsilva aporta la tierra y las plantas. «Estamos muy contentos de esta inesperada ayuda de los voluntarios. Su trabajo permite que alcancemos nuestros objetivos de reforestación», dijo Theodor Chiriac, gerente de Romsilva para la región de Bucarest.

«Cada vez que sembramos árboles, firmamos un acuerdo con Romsilva para asegurar el cuidado de las plantaciones y el compromiso de que no se modifique el uso de la tierra en los próximos 50 años», dijo a esta periodista Miruna Cugler.

«También tenemos acuerdos con las municipalidades en donde plantamos, a través de los cuales ellas se comprometen a garantizar la seguridad de las plantaciones por el tiempo que duren sus mandatos, que son de cinco años», agregó.

Además de reforestar en áreas afectadas por inundaciones en todo el país, la organización sembró 30.000 árboles en 12,5 hectáreas que rodean Bucarest.

Los árboles ayudan a purificar el aire de una de las áreas más contaminadas de Rumania.

Buena parte del trabajo de la organización consiste en promover un estilo de vida más limpio y más verde. Una de sus iniciativas más exitosas es la inauguración del primer centro de alquiler de bicicletas en la capital.

Según datos proporcionados por la entidad, desde que se abrió ese centro, en agosto de 2008, la gente ha viajado más de 4.600 horas en bicicletas rentadas en él.

Cuando las bicicletas evitaron el uso de automóviles, se redujo la emisión de 49 toneladas de dióxido de carbono, según la organización.

El éxito parece ser resultado de una combinación entre un nuevo interés de la gente por el ambiente y el inteligente activismo de 10 miembros permanentes de la organización, además de los voluntarios.

El financiamiento de la organización procede exclusivamente de empresas privadas. El año pasado, la entidad tuvo un presupuesto de un millón de euros (casi 1, 4 millones de dólares).

Pero Bucurenci dijo que el financiamiento de este año es de apenas un tercio de la suma recibida en 2008, porque varias empresas que colaboraban se vieron afectadas por la crisis financiera.

De todos modos, la campaña de la organización todavía tiene una alta visibilidad gracias a la participación de músicos, estrellas de la televisión, políticos y periodistas. La red sigue creciendo y la entidad acaba de capacitar a 100 jóvenes como líderes comunitarios.

* Este artículo es parte de una serie producida por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales) para la Alianza de Comunicadores para el Desarrollo Sostenible. (http://www.complusalliance.org).

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