Mientras Mauritania se prepara para las elecciones presidenciales del 6 de junio, grupos de mujeres presentan una clara y convincente agenda sobre temas de género. El desafío es hacerse oír por el sector político de este noroccidental país africano, dominado por hombres.
Los indicadores sobre la calidad de vida de las mauritanas muestran que hay mucho para mejorar. Por ejemplo, menos de 50 por ciento de las jóvenes inscriptas en colegios secundarios completan sus estudios, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), y dos de cada cinco niñas nunca han asistido a la escuela, ni siquiera a nivel primario.
Esa agencia de la Organización de las Naciones Unidas reportó tasas extremadamente altas de mortalidad materna: 1.200 mujeres y jóvenes mueren en Mauritania cada año debido a complicaciones de su embarazo, y otras 24.000 sufren heridas o discapacidades permanentes a causa del parto.
Mariam Mint Mustapha, activista por los derechos de género e integrante del partido político Unión por la Democracia y el Progreso, habló con IPS sobre su iniciativa para elevar el perfil de las mujeres en la política.
IPS: Durante años, las mujeres mauritanas han sido meras espectadoras en la escena política, y sólo son visibles cuando se organizan las elecciones. Por eso, esta vez, ¿qué es lo que quieren en cuanto a temas prácticos para ver el desarrollo de las mujeres?
MARIAM MINT MUSTAPHA: Usted tiene razón en que la mayor parte de los políticos sólo hablan de las mujeres cuando hay elecciones. Inmediatamente después de que termina la campaña, nos cierran la puerta.
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Y es por eso que esta vez estamos todas trabajando en el terreno, exhortando a las mujeres a que tomen una postura fuerte y unificada que servirá de plataforma común para todas.
Esta vez queremos que nuestras representantes presenten leyes que garanticen iguales oportunidades para prosperar en la sociedad a hombres y mujeres, como acceso a créditos para abrir negocios de pequeña escala.
También queremos asegurar que más mujeres calificadas sean nombradas en influyentes puestos de gobierno para servir como modelos para otras. Recuerde que éste es un país nómada, donde hasta hace poco la educación de las jóvenes era una prioridad muy baja.
También trabajamos para que el parlamento presente leyes que eliminen todas las formas de discriminación y prácticas tradicionales dañinas que afectan los derechos de las niñas y las mujeres.
En otras palabras, estamos pidiendo justicia e igualdad para todos.
IPS: Usted es una política y también trabaja como mujeres en tugurios en torno a la capital. Si es elegido un nuevo presidente, ¿qué le gustaría que hiciera por los pobres?
MM: ¡Mucho! Usted ha visto cuál es la situación de las personas que viven en los tugurios. No hay allí adecuadas instalaciones de salud ni electricidad ni agua potable
absolutamente nada de lo que uno se pueda sentir orgulloso como residente de la ciudad. Estos lugares son de hecho como guetos.
Y es por eso que a lo largo de los años ha sido difícil convencer a las personas en los tugurios de que se registren y voten, porque sienten que los sucesivos gobiernos no se preocupan por ellos.
Ahora, en colaboración con algunas personas en el gobierno y líderes comunitarios en los tugurios, preparé un documento de trabajo para el desarrollo y la mejora de la vida a nivel general en esos barrios. Algunas de las ideas son la provisión de agua por cañería, energía solar, centros de salud y escuelas públicas con estructuras permanentes.
Es interesante notar que casi todas las escuelas públicas en los tugurios son solamente estructuras temporales, establecidas en tiendas de campaña.
También llamamos al gobierno a que provea fondos a proyectos que generen ingresos en los tugurios para que a su tiempo esas personas puedan sostenerse por sí mismas.
IPS: Actualmente hay sólo cuatro mujeres en el gabinete ministerial, de 26 miembros. ¿Le gustaría ver que ese número aumente?
MM: Hemos pedido un aumento en el número de ministras. Sin embargo, nuestra demanda es tener tanto igualdad cuantitativa como cualitativa en los puestos ministeriales.
Lo que vemos ahora es una situación en la que a las mujeres se les otorga puestos ministeriales menos relevantes, y queremos que eso cambie. Es injusto para 52 por ciento de la población estar escasamente representada.
Además de más ministerios, también queremos que las mujeres sean visibles en términos de lugares altos en el gobierno, para que puedan servir como buen argumento para los padres conservadores de que no es una pérdida de tipo enviar a sus hijas a las escuelas.
También hay una nueva tendencia perturbadora en Mauritania: la alta tasa de divorcios. Ahora esa carga cae sobre las mujeres.
Por tanto, es importante que ellas reciban la educación adecuada para que puedan ser independientes y sostenerse por sí solas.
IPS: ¿Sueña con el día en que haya una mujer presidenta en Mauritania?
MM: ¿Una mujer presidenta en Mauritania? No, no por ahora, porque eso sería pedir demasiado.
Recuerde que estamos luchando por temas básicos para las mujeres y sin embargo afrontamos toda esta resistencia. Me pregunto como sería si pedimos la presidencia
Usted sabe que Mauritania es un país casi 100 por ciento musulmán, y una sociedad altamente conservadora. Entonces, por ahora, dejaremos la presidencia a los hombres, pero que ellos nos dejen también otros importantes ministerios.