Los sindicatos de Bahrein, Jordania y Kuwait garantizarán a los srilankeses que trabajan en esas naciones árabes, que suman cientos de miles, el respeto de sus derechos laborales, según acordaron delegados de los cuatro países.
El acuerdo firmado el jueves en Colombo rompe el fuerte dominio que ejercen sobre los trabajadores migrantes las agencias de reclutamiento, tanto en Sri Lanka como en los países reclutadores.
El convenio reconoce a los trabajadores srilankeses todos los derechos laborales reconocidos internacionalmente. Los sindicatos de los países receptores garantizarán su implementación.
Los sindicalistas señalaron que este acuerdo, considerado histórico, será seguido por acuerdos similares con centrales de trabajadores en Bangladesh, Indonesia y Filipinas, que tienen grandes colonias de inmigrantes en Medio Oriente.
Los acuerdos constituyen una garantía para los trabajadores migrantes en momentos en que la crisis financiera mundial afecta la demanda de mano de obra, dijo a IPS Abdul Rahman Alghanim, vicepresidente y director de la oficina especializada en la materia de la Federación de Sindicatos de Kuwait.
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De los 1,6 millones de trabajadores migrantes srilankeses en Medio Oriente, Asia y Europa, hay unos 300.000 en Kuwait, 75.000 en Jordania y 45.000 en Bahrein.
El acuerdo se basa sobre en un modelo desarrollado por el Buró para las Actividades de los Trabajadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es el primero de su clase que cubre a los trabajadores migrantes en el mundo árabe.
La oficina de la OIT en Colombo participó en la elaboración del acuerdo.
Ahora los sindicatos intervendrán para ayudar a quienes tienen problemas en su lugar de trabajo, por ejemplo en casos de disputas salariales o acoso laboral, entre otros.
"La diferencia entre nuestra función y la de las agencias de trabajo es que nosotros no cobraremos nada por los servicios brindados a los migrantes", dijo Alghanim en Colombo.
Los trabajadores migrantes srilankeses, particularmente los domésticos, que representan más de 60 por ciento del total, aportan millones de dólares a las escasas reservas de divisas extranjeras del país, a través de remesas.
Pero aunque a menudo los ministros y otros funcionarios aplauden su aporte a la economía nacional, reciben muy poca atención.
En los países donde trabajan, afrontan todo tipo de acoso. Ahora sufren también la amenaza de la pérdida de empleo como consecuencia de la crisis mundial.
David Soysa, director del Centro de Trabajadores Migrantes en Colombo, dijo que éstos no gozan del reconocimiento de ningún derecho en las naciones donde trabajan y que sufren acoso y problemas salariales.
Una cláusula de los acuerdos señala que, en línea con las convenciones de la OIT, los trabajadores no serán tratados como una "materia prima". Otras reconocen la igualdad entre los migrantes y los trabajadores nacionales, así como el acceso a atención a la salud y la protección de trabajos peligrosos.
"Hay muchos problemas pero pocas leyes", dijo a IPS Sunil Sirisena, secretario del Ministerio de Bienestar y Promoción del Empleo en el Exterior de Sri Lanka.
El Sindicato General de Transporte Aéreo y Turismo en Jordania llegó por separado a un acuerdo con la empresa srilankesa semiestatal JobsNet para ingresar al negocio del reclutamiento, dijo el presidente de la central, Bilal Malkawi.
Así, se da otro paso para romper el dominio que ejercen las agencias de reclutamiento sobre el trabajo migrante.
"Esperamos crear una compañía que se dedique a los asuntos de los migrantes, que brinde un servicio sin fines de lucro, que dé trabajo garantizando que los empleados sean tratados con dignidad", agregó Malkawi.
En los últimos tres años el sindicato presionó por los derechos de los trabajadores migrantes, y lograron reformas legales en Jordania, dijo Malkawi a IPS.
"Pero aunque hay leyes, la implementación es lenta", señaló. La creación de la empresa tuvo el propósito de superar estas demoras y garantizarle a los trabajadores un salario digno y condiciones de trabajo decentes, así como respeto a sus derechos, agregó.
Los directivos de la nueva empresa trabajarán honorariamente, pero su personal recibirá un salario, explicó Malkawi. Contará con los servicios de cuatro organizaciones no gubernamentales jordanas que se dedican únicamente a cuestiones femeninas.
Junto con empleados que habla cingalés y tamil —principales idiomas de Sri Lanka—, visitarán los hogares de empleadores para garantizar que los trabajadores domésticos estén cómodos y protegidos.
La compañía, controlada por sindicatos, también instalará un centro de entrenamiento internado para capacitar a los trabajadores srilankeses durante tres días, para aclimatarlos al país y a la cultura.
"Esperamos que esto siente un ejemplo para que otros agentes de reclutamiento", dijo.
Zain Milhan, presidente de la Asociación para el Bienestar de los Recursos Humanos de Sri Lanka en Kuwait, pidió que los medios de comunicación un enfoque equilibrado sobre este asunto.