GUANTÁNAMO: Activistas y abogados indignados con Obama

Activistas por los derechos humanos en Estados Unidos están furiosos por la decisión del presidente Barack Obama de juzgar a los detenidos de la prisión en Guantánamo en las mismas comisiones militares que criticó durante su campaña.

Obama había dicho que ese sistema era "defectuoso" y que no había "condenado a ninguno (de los acusados) de actos terroristas desde los atentados del 11 de septiembre" de 2001 en Nueva York y Washington.

La Casa Blanca informó el viernes que las comisiones volverían a funcionar —al finalizar este mes una moratoria impuesta por el propio Obama— para juzgar a aquellos sospechosos de terrorismo que no pueden ser procesados en el sistema penal civil, pero añadió que se les ampliarían los derechos legales para garantizar juicios justos.

El sistema de comisiones militares, tachado de inconstitucional en varias ocasiones por la Suprema Corte, fue la pieza central de la estrategia de George W. Bush (2001-2009) en su "guerra contra el terrorismo".

Críticos de izquierda y de derecha dijeron que, con esta decisión, Obama estaba comprometiendo los valores estadounidenses.
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Bruce Fein, prominente conservador que trabajó en el Departamento de Justicia bajo la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989), dijo a IPS: "Toda la estructura de las comisiones militares es defectuosa. Coloca al juez, al jurado y al fiscal en la misma rama: la propia definición de tiranía según los Papeles Federalistas".

Los Papeles son una serie de artículos publicados por la prensa del siglo XVIII en campaña por la ratificación de la Constitución de 1787, y luego compilados y usados hasta hoy para interpretar la Carta Magna, pues reflejan claramente la filosofía y motivación del sistema federalista propuesto.

"Las comisiones militares son usadas para encubrir la tortura y para otras atrocidades similares contra la Quinta Enmienda y el debido proceso", afirmó.

Otros expertos constitucionales expresaron opiniones similares.

"Hay que preguntarse por qué el gobierno de Obama querría atarse a sí mismo a un proceso que está profundamente contaminado por la forma en que Bush procuraba usarlo. Seguramente es… para hacer una transición limpia hacia los tribunales regulares o marciales", dijo a IPS el experto legal David Cole, de la Universidad de Georgetown.

Por su parte, Francis A. Boyle, de la Escuela de Leyes de la Universidad de Illinois, señaló que las comisiones militares eran "tribunales canguro" que son demasiado defectuosos como para ser "arreglados".

"Las leyes de la guerra permitirían que (los detenidos en Guantánamo) fueran juzgados tanto en una Corte Federal de Distrito estadounidense organizada bajo el artículo III de la Constitución o en un tribunal marcial militar constituido bajo el Código Uniforme de Justicia Militar. Hacer otra cosa sería un crimen de guerra", explicó a IPS.

"¿A qué le teme la administración de Obama? ¿A una absolución (de los sospechosos)? Hubo absoluciones en (los juicios a los nazis en) Nuremberg", añadió.

Por su parte, la presidenta de la Asociación Nacional de Abogados, Marjorie Cohn, dijo a IPS: "Las comisiones militares le niegan al acusado el debido proceso".

"Los tribunales civiles y militares, que proveen las protecciones del debido proceso incluidas en la Constitución, pueden también salvaguardar datos secretos a través la Ley de Procedimientos con Información Clasificada", añadió.

Mientras, Brian J. Foley, profesor asociado de la Escuela de Leyes de la Universidad de Boston, dijo a IPS: "El sistema es fatalmente defectuoso porque fue creado con el objetivo de producir condenas. ¿Por qué otra razón arreglaron las normas para recibir evidencia que tribunales regulares rechazarían?".

"Las únicas personas con las que Obama está ganando puntos con esta decisión son las de extrema derecha, lo cual es una pérdida de tiempo, porque encontrarán razones para odiarlo de todas formas".

Organizaciones de derechos humanos se unieron para condenar la decisión del presidente.

Jonathan Hafetz, abogado de la Unión por las Libertades Civiles Estadounidenses, señaló que el sistema de comisiones militares era "un experimento defectuoso que debe ser acabado y no revivido si se quiere restaurar la justicia estadounidense y el imperio de la ley".

"No hay razones legítimas para continuar eludiendo el método establecido de juzgar a los sospechosos de terrorismo en nuestros tribunales federales ordinarios. Ninguna mejora al sistema de comisiones curará sus fallas endémicas o su falta de legitimidad en ojos del mundo", añadió.

"Después de años de trabajar con estas comisiones estrafalarias, es claro para nosotros que simplemente no funcionan", afirmó Zachary Katznelson, director legal de Reprieve, organización benéfica británica que representa a varios de los detenidos en Guantánamo.

"Como abogado constitucional, Obama debe saber que puede vestir a la mona de seda, pero seguirá siendo mona", dijo a IPS.

Mientras, Rob Freer, investigador de Amnistía Internacional, señaló que el sistema de comisiones militares "fue concebido y desarrollado como parte de un régimen de detenciones ilegal, para facilitar condenas mientras se minimiza la investigación judicial sobre el trato del Ejecutivo a los detenidos".

"Ningún ajuste a sus reglas podrá mejorar este sistema desacreditado", sostuvo.

En tanto, Chip Pitts, presidente de la junta de directores del Comité de Defensa de la Declaración de Derechos, dijo a IPS: "Es un día terrible para el imperio de la ley. Tengo que concluir que las consideraciones políticas jugaron un importante papel en esta decisión. Obama cree que debemos transigir para lograr metas más grandes: atención médica, educación e independencia energética. Pero los derechos básicos no se deben transigir".

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