Ambientalistas y expertos en energía aplauden las reglas anunciadas este martes por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para reducir la emisión de gases invernadero desde vehículos que usen combustibles fósiles.
Estas normas, que comenzarán a dar frutos en 2012, establecen criterios estrictos en materia de uso eficiente de combustibles, y fijan por primera vez límites a los gases que distorsionan los patrones climáticos emitidos por automóviles y camiones.
"Estas medidas reducen radicalmente las emisiones que causan el recalentamiento planetario y nuestra dependencia del petróleo, al tiempo que alientan nuestra independencia energética", dijo el director ejecutivo de la organización ambientalista estadounidense Sierra Club, Carl Pope.
"El Congreso legislativo nos abrió el camino hacia la imposición de vehículos más eficientes hace dos años, cuando aprobó la primera suba de los patrones de uso de combustible en más de 30 años. El presidente Obama aceleró radicalmente estos avances", agregó.
De acuerdo con el anuncio presidencial, la flota de automóviles y camiones estadounidenses será 40 por ciento más "limpia" en 2016 de lo que es ahora, con una eficiencia de 35,5 millas por galón de gasolina (equivalente a unos 15,15 kilómetros por litro).
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"Estados Unidos, que tiene menos de cinco por ciento de la población mundial, concentra aproximadamente la cuarta parte de la demanda mundial de petróleo", sostuvo Obama ante la prensa este martes.
"Por este apetito pagamos un precio tremendo, medido por nuestra vulnerabilidad ante la volatilidad de los mercados petroleros, que mantienen los precios al alza y a las familias tirándose de los pelos", agregó.
Los automóviles, camionetas y otros vehículos representaban en 2006 casi 24 por ciento de las emisiones de gases invernadero del país, según el no gubernamental Centre for American Progress Action Fund.
Los nuevos criterios, que cubren los modelos que saldrán de las fábricas en el periodo 2012-2016, suponen un ahorro de 1.800 millones de barriles de petróleo en esos cuatro años y una reducción en las emisiones de gases invernadero de 900 millones de toneladas.
"Cualquier elemento de eficiencia en el uso de combustible adicional es bienvenido", dijo Ailis Aaron Wolf, la portavoz del proyecto 40MPG.org ("40 millas por galón") del no gubernamental Instituto de la Sociedad Civil.
"Quienes crean que los precios del combustible seguirán relativamente bajos en el largo plazo se engañan. Cuando se disparen de nuevo, los estadounidenses buscarán otra vez los vehículos más eficientes", agregó.
El plan anunciado por Obama fija para todo el territorio nacional los patrones propuestos por California. Cuando aprobó la ley respectiva en 2004, ese estado sudoccidental chocó con el entonces presidente George W. Bush (2001-2009), quien no le permitió su entrada en vigor.
En su primera semana en la Casa Blanca, Obama pidió a la gubernamental Agencia de Protección Ambiental (EPA) que reconsiderara la decisión.
"Aplaudimos a California y a los estados que presionaron hasta llevar a los fabricantes de automóviles reticentes a la mesa de negociaciones", dijo la presidenta y fundadora del Instituto Sociedad Civil, Pam Solo.
"La Casa Blanca de Obama también merece crédito por lograr que las partes acordaran un cronograma que acelera el rumbo hacia una mayor eficiencia energética. Esto es histórico, un gran comienzo para recuperar la posición de Estados Unidos en el mercado mundial automovilístico", agregó.
La propuesta de Obama implica que la EPA fijará el estándar para las emisiones de gases invernadero desde los caños de escape. La Administración Nacional de Seguridad Carretera del Departamento (ministerio) de Transporte fijará los nuevos criterios de distancia recorrida por galón de combustible.
Para 2016, eso representará para los automóviles una eficiencia de 39 millas por galón y para las camionetas, una de 30 millas por galón.
"El presidente trajo a todas las partes a la mesa de negociaciones y logró un plan para ayudar a la industria del automóvil y a los consumidores y para proteger la salud humana y el ambiente", dijo la administradora de la EPA, Lisa Jackson.
"Un problema supuestamente imposible de solucionar, en definitiva, se solucionó apelando a alianzas sin precedentes. Como consecuencia, mejorará la salud de los estadounidenses, se recortarán toneladas de emisiones contaminantes del aire que respiramos y pagaremos menos durante por mucho tiempo", agregó.
Las normas anunciadas elevarán, según la Casa Blanca, 600 dólares el costo de cada vehículo.
"Sí, desarrollarlos cuesta dinero. Pero aun cuando el precio de esos automóviles y camiones suba, el costo de conducirlos se reducirá, pues los conductores pagarán menos en la gasolinera", sostuvo Obama.