El acceso de vehículos rústicos con tracción en las cuatro ruedas es cada vez más limitado en el Parque Nacional Canaima, en el sudeste de Venezuela, fronterizo con Brasil y parte del macizo guayanés. Las restricciones se adoptaron porque «a finales de 2008 centenares de estos vehículos depredaron el parque, salieron de los caminos autorizados, abrieron trochas en la capa vegetal y efectuaron maniobras de ‘fangueo’ (chapoteo sobre lodos) y ‘rustiqueo’ (competencias de velocidad o destrezas)», dijo a Tierramérica el director regional del Instituto Nacional de Parques, César Cario.
Tribunales estudian prohibir el tránsito de camionetas rústicas en el oriente de esta reserva de 30.000 kilómetros cuadrados, que en 1994 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).