El movimiento cubano de agricultura urbana produjo 409.668 toneladas de hortalizas y condimentos frescos en el primer trimestre de este año, y ahora trabaja para ofrecer esos productos incluso en pleno verano boreal. Los cultivos citadinos son parte de la estrategia gubernamental de seguridad alimentaria, desarrollando huertos intensivos y organoponia semiprotegida, que usa sólo fertilizantes y plaguicidas orgánicos.
Adolfo Rodríguez Nodals, jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana, confirmó a Tierramérica que este año se espera tener 385 hectáreas de cultivos semiprotegidos, donde la siembra se protege con una tela oscura que absorbe 30 por ciento de la radiación solar. Los laterales abiertos permiten el libre flujo de la brisa que ayuda a reducir las altas temperaturas.
Así, entre junio y agosto se abastecerá a las ciudades de habichuela, remolacha, pepino, espinaca, acelga china, acelga española, lechuga, apio, perejil y berro, dijo.