Rusia sigue sin cumplir los requisitos necesarios para incorporarse a la Organización Mundial del Comercio (OMC), tras varios años de negociaciones.
Desde hace más de 15 años, Rusia está en tratativas para incorporarse a la organización que regula el comercio mundial. Al término de la última ronda de negociaciones, realizada en Ginebra de martes a viernes, funcionarios de la OMC se mostraron interesados en que se sume lo antes posible.
"Rusia tiene que resolver algunos problemas en el ámbito bilateral y multilateral", dijo a IPS el portavoz de la OMC, Keith Rockwell, al ser consultado por correo electrónico. "En el plano bilateral todavía hay cierta oposición política. A Georgia le preocupan sus relaciones con Rusia y otros países también tienen reservas por ciertos servicios en materia de energía, textiles y otros", señaló. "En el plano multilateral quedan mucho por resolver". Hubo algunos avances esta semana y se programaron más instancias de conversaciones con la Unión Europea (UE) y Estados Unidos. Rusia simplemente no está preparada para el sistema multilateral de comercio, según numerosos analistas. "Algunos sectores no estaban, ni están, maduros para competir sobre la base de las normas de la OMC, por ejemplo el bancario y el de seguros", dijo a IPS Tatiana Isachenko, investigadora del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú. Además, hay contradicciones entre los intereses rusos y los de sus socios extranjeros así como problemas políticos con algunos de sus vecinos que no están resueltos, apuntó. Pero no es nada práctico que Rusia permanezca fuera de la OMC y difícilmente se puedan fijar normas comerciales que no la incluyan, añadió Isachenko.
"El proceso será más rápido si nuestros socios comprendieran claramente la importancia que tiene" el asunto, dijo Maxim Medvedkov, negociador ruso en la OMC, consultado por IPS vía correo electrónico. En Rusia persisten problemas con los derechos de propiedad intelectual y los subsidios a la agricultura, pero no es peor que en otros países que están dentro de la OMC, señaló Medvedkov. Un grupo de trabajo de la organización estudiará las propuestas rusas sobre las cuestiones pendientes, en especial las que se refieren a los subsidios a la agricultura, añadió. Quedan otros 15 o 20 asuntos sin resolver, pero sobre los que hubo avances sustanciales. Moscú concluyó negociaciones bilaterales con 60 países interesados, pero falta llegar a un acuerdo sobre cuestiones vinculadas a la agricultura, a los impuestos a la exportación de madera y a la regulación de la actividad de algunas empresas estatales. Rusia es la mayor economía del mundo fuera de la OMC. Su incorporación a la organización de 153 países estaba prevista para fines del año pasado, pero el proceso se demoró por problemas políticos y económicos.
Estados Unidos lo frenó tras la incursión militar de Rusia en Georgia en 2008. El acercamiento promovido por el nuevo gobierno del presidente Barack Obama hacia Moscú permitió reanudar las conversaciones. El presidente ruso Dimitri Medvédev señaló que le gustaría que Rusia se integrara a la OMC, pero no debe ser un proceso interminable.
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"Nuestra posición es la misma, no cambió: la Federación Rusa está pronta para unirse bajo condiciones normales y no discriminatorias. Hicimos todo lo necesario. Este proceso se ha vuelto larguísimo y eso nos molesta", declaró Medvédev en abril tras una reunión con la presidenta chilena Michelle Bachelet, quien reafirmó su apoyo a este país.
"La cuestión clave es que esto no se vuelva un proceso interminable", subrayó.
"La pronta integración de Rusia a la OMC es una prioridad de la política exterior de este país, pese a las dudas que puedan quedar en ciertos círculos", indicó una fuente del departamento de organización y cooperación internacional de la cancillería rusa que pidió reserva de su identidad. "En este periodo de crisis económica quizá sea mejor estar fuera, pero de cara al futuro nos damos cuenta de que es nuestra responsabilidad con la comunidad internacional y, por principio, respaldamos a la organización", añadió.
