El montañoso y mediterráneo reino de Lesotho afronta varios obstáculos únicos en relación al VIH y el sida. Algunos podrían sortearse mediante campañas de concienciación, según el legislador Motumi Ralejoe.
Dado su carácter de nación sin salida al mar encerrada en el territorio de Sudáfrica —potencia de África austral y epicentro de la pandemia— y su elevado desempleo, muchos ciudadanos de Lesotho trabajan en el país vecino.
Eso eleva los riesgos de transmisión del VIH, el virus que causa el sida, así como la débil infraestructura de la atención médica, el aislamiento de las comunidades rurales, la falta de trabajadores calificados en el área de la salud pública y a la elevada pobreza.
Lo que sigue es un resumen del diálogo con IPS con Ralejoe, de la Convención de Todos los Basotho, el tercer partido de Lesotho.
IPS: ¿Cuál es el principal factor de transmisión del VIH (virus de inmundeficiencia humana) en su país?
MOTUMI RALEJOE: Los trabajadores migrantes, en particular los empleados por las minas sudafricanas, representan una enorme preocupación. Es frecuente que tengan múltiples parejas sexuales simultáneas, y, por esa razón, pueden las infecciones de VIH atraviesan las fronteras entre Lesotho y Sudáfrica.
[related_articles]
IPS: ¿Cómo se aborda el asunto?
MR: Hemos lanzado grandes campañas de información pública y concienciación en todo el país. Hemos diseñado mensajes de modo que sean fácilmente comprendidos, en los dos idiomas, sesotho e inglés, para llegar a todos.
También hemos presentado programas educativos en las escuelas primarias y clínicas de todo el país, con particular énfasis en llegar a la próxima generación de niños y mujeres embarazadas.
IPS: ¿Tienen políticas sanitarias transfronterizas comunes con Sudáfrica?
MR: Los departamentos de salud de Lesotho y Sudáfrica tienen una política de puertas abiertas y de vez en cuando se comunican para afrontar en conjunto cuestiones que giran en torno al VIH.
Pero no estoy al tanto de políticas transfronterizas de salud específicas entre los dos países. Nosotros adherimos a políticas y declaraciones de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), a la que pertenecen los dos países. Por ejemplo, al Protocolo de Salud del bloque (1999).
IPS: La migración hacia y desde Sudáfrica priva por periodos prolongados a muchos miembros de la comunidad basotho de tratamiento antirretroviral y contra la tuberculosis. ¿Cómo previenen la resistencia a los fármacos?
MR: A menudo Sudáfrica plantea primero cuestiones sanitarias, y nos enteramos de estos temas a través de los medios. Nosotros, como parlamentarios, recogemos estas inquietudes y las transmitimos a nuestro gobierno. Por ejemplo, cuando el año pasado se reportaron los primeros brotes de cólera en Sudáfrica, nos aseguramos de que nuestro Departamento de Salud estuviera listo para hacerle frente.
En cuanto al VIH y la tuberculosis, intentamos ofrecer servicios de salud integrados, a fin de que un paciente que empezó un tratamiento antirretroviral o contra la tuberculosis en Sudáfrica pueda continuarlo en Lesotho. Además, hacemos énfasis en educar sobre la importancia del rigor del tratamiento.
IPS: ¿Qué programas implementan para tratar las co-infecciones de VIH y tuberculosis?
MR: Ofrecemos análisis tanto de VIH como de tuberculosis en la mayoría de nuestros centros de salud pública. Nuestro mayor problema es que las clínicas tienen que enviar todas las muestras de sangre a hospitales de distrito. Por eso, lleva alrededor de una semana obtener resultados. Algunos se cansan en la espera y no vuelven a buscar sus resultados.
Intentamos que se dispongan en las clínicas rurales pruebas de diagnóstico con VIH para que los pacientes puedan obtener sus resultados inmediatamente.
IPS: ¿Cómo se podría mejorar la mala infraestructura sanitaria rural?
MR: Lesotho tiene una Cuenta del Desafío del Milenio (fondo de desarrollo bilateral administrado por la Corporación para los Desafíos del Milenio, del gobierno de Estados Unidos), que incluye financiamiento para más de 50 nuevas clínicas y también para modernizar las existentes.
Comenzaremos este año y en los próximos cinco años gastaremos más de un millón de dólares en infraestructura de salud.
Otro problema es que hemos perdido gran cantidades de trabajadores de la salud calificados —médico, enfermeras—, que se fueron a Sudáfrica y otros países a causa de los bajos salarios.
Tenemos que invertir más dinero en capacitar a nuevos trabajadores de la salud que llenen esos vacíos, y necesitamos que nuestro Departamento de Salud haga énfasis en esto.
IPS: Pese a todas estas dificultades, se las arreglaron para reducir la prevalencia del VIH de 31 a 23 por ciento. ¿Cómo lo lograron?
MR: La información y la educación han jugado un rol muy importante. Aseguramos que los mensajes preventivos se propaguen en las aldeas, donde el sentido de comunidad es muy fuerte. Como mencioné antes, también tomamos por objetivo a las escuelas primarias, con una educación sobre el sida que haga que la próxima generación sea consciente del VIH.
Creo que podríamos reducir aún más la prevalencia del VIH si también nos las arregláramos para reducir la pobreza y el hambre en Lesotho. Si se tiene acceso a tres comidas diarias y a una nutrición saludable, hay mejores oportunidades de estar más sano por más tiempo.
IPS:¿Cuáles son los beneficios de la asociación entre Lesotho y China en materia de salud? ¿Cómo surgió esa cooperación?
MR: Lesotho y China han estado en el tema durante muchos, muchos años. China ingresó en el negocio textil de Lesotho a gran escala. El gobierno de Lesotho abrió sus puertas a China, un país con una economía enorme que está exhibiendo su poderío en África.
La prevalencia del VIH en la industria textil es alta, así que China suministra financiamiento para los cuidados propios del VIH y el sida a la Oficina de la Primera Dama en el gobierno de Lesotho. Los chinos también ofrecen becas para que los estudiantes de medicina de la comunidad basotho puedan estudiar en China, y tenemos a muchos médicos practicando en Lesotho.