Las elecciones generales en curso en India introdujeron un asunto hasta ahora inusual en el debate público: la propuesta de repatriación de más de un billón de dólares remitidos por sus dueños a paraísos fiscales de Europa y otras regiones.
El clamor más fuerte corresponde al ultranacionalista partido Bharatiya Janata, según el cual esos capitales fugados podrían utilizarse para el desarrollo nacional, si retornan. Las elecciones, que se realizan en varias etapas, comenzaron el 16 de abril y concluirán el 13 de mayo.
El candidato a primer ministro de Bharatiya Janata, Lal Krishna Advani, propuso que el gobierno atienda el problema del "dinero en negro" bastante antes de la cumbre del Grupo de los 20 (G-20) países industriales y emergentes a comienzos de este mes.
En la cumbre, a la que asistió el actual primer ministro indio Manmohan Singh, los jefes de Estado y de gobierno del grupo se comprometieron a diseñar un plan económico post-crisis para reformular el sistema financiero mundial.
Luego de varios escándalos relativos a depósitos en Liechtenstein y Suiza, los países del G-20 pidieron el desmantelamiento de las estructuras secretas que permitieron el florecimiento de corporaciones falsas, fondos anónimos y el lavado de dinero.
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"Le aseguramos a la nación que India se unirá a los esfuerzos globales para poner fin al secretismo bancario e intensificar por todos los medios —diplomáticos, políticos y económicos— las gestiones para restablecer la soberanía de la riqueza nacional", dijo Advani.
Bharatiya Janata encabeza la Alianza Democrática Nacional (NDA, por sus siglas en inglés), coalición conservadora enfrentada con la Alianza Progresista Unida (APU), que gobierna con el liderazgo del Partido del Congreso.
También participa en las elecciones generales el Tercer Frente, un conglomerado de partidos comunistas y regionales de izquierda.
En los cinco años en que gobernó, desde 1999, Bharatiya Janata logró privatizar la mayoría de las empresas públicas y abrió los sectores bancario y de seguros a la inversión extranjera.
Pero no logró con ello aumentar el empleo o mejorar las condiciones de vida de la población empobrecida, que constituye la mayoría de los más de 1.100 millones de habitantes.
¿Cuán seria es la reivindicación de Bharatiya Janata sobre la recuperación de los capitales fugados a paraísos fiscales?
Arun Kumar, profesor de economía de la Universidad Jawaharlal Nehru en Nueva Delhi, dijo a IPS que la gran dificultad para lograrlo es que "demasiados políticos tienen cuentas secretas en paraísos fiscales, y están dispuestos a abroquelarse como ya lo hicieron en el pasado".
"No olvidemos que los manifiestos y promesas electorales difícilmente se cumplen" en India, agregó.
Según Kumar, la cantidad de dinero indio depositado en Suiza "es no menor a 1,45 billones de dólares". "Es bueno recordar que hay más de 50 paraísos fiscales en el mundo, y que los indios han canalizado su dinero al exterior desde hace más de 60 años", indicó.
Más que las promesas de Bharatiya Janata, lo que alentaría el retorno del dinero, pronosticó el experto, es que "las economías occidentales, sacudidas por la recesión, ya no están dispuestas a mirar para otro lado y permitir que los paraísos fiscales florezcan a sus costillas".
Las estimaciones de Kumar se basan sobre el último estudio exhaustivo sobre el asunto, realizado en 2006 por la organización de expertos Global Financial Integrity, con sede en Washington.
Ese informe calculaba el monto promedio anual remitido por indios a cuentas en el exterior, en el periodo 2002-2006, en 27.300 millones de dólares, un tercio del total mundial.
De todos modos, la mayor fuga de capitales de India ocurrió, según este experto, en los años siguientes a la independencia, en 1947.
"El saqueo total en los últimos 60 o 70 años, tomando en cuenta el mayor valor de la rupia en el pasado y los intereses devengados en el periodo, debe ser superior a los 1,45 billones que descansarían en los cofres en Suiza", aseguró.
Y a quien debe atribuirse el vínculo entre el dinero fugado y el desarrollo no es a Advani, sino, muy por el contrario, al subsecretario general del Partido Comunista, Sudhakar Reddy, quien recordó el mes pasado ante el parlamento que esos 1,45 billones de dólares duplicaban el producto interno bruto anual de este país.
"Si fueran equitativamente distribuidos, cada indio recibiría 100.000 rupias", es decir, unos 2.000 dólares, sostuvo Reddy.
La Asociación de Bancos Suizos, sobre cuyos informes se basó el legislador comunista para su informe, ubicó a India como el país que más dinero depositado tenía en sus cuentas. Los siguientes son Rusia, Gran Bretaña, Ucrania y China.
Mientras Estados Unidos y Alemania exigieron al banco suizo UBS detalles sobre sus ciudadanos con dinero en él depositado, India alentó las operaciones de esa misma institución en su territorio.
UBS admitió un fraude impositivo y accedió a pagar al Tesoro estadounidense 780 millones de dólares, si bien se negó a revelar la identidad de sus 47.000 clientes de ese país que, según diversas estimaciones, tendrían depositados unos 14.800 millones de dólares allí.
Suiza es el paraíso fiscal preferido de los depositantes de India. Unos 80.000 indios viajan al país europeo cada año.
"En general, el dinero se canaliza a través del sistema 'hawala' (informal) por hábiles contadores que subfacturan o sobrefacturan operaciones de exportaciones e importaciones y ocultan la diferencia", dijo a IPS un operador 'hawala' que dirige una casa de cambio de divisas legal en la capital y que reclamó reserva de su identidad.
"Liechtenstein, Bahamas e Islas Caimán también son destinos populares", agregó. Muchas veces, explicó, estudiantes y otros viajeros son utilizados para traficar el dinero en efectivo.
"Lo que facilita esas transferencias fraudulentas de dinero es el uso del sistema 'hawala' por los partidos políticos para financiar sus campañas electorales, pues es imposible financiarlos legalmente" con la actual legislación, dijo K. N. Kabra, otro experto en lavado de dinero.
Un ejemplo es el propio Advani.
Hace 10 años, las autoridades, que en realidad seguían la pista de organizaciones extremistas islamistas, lo detectaron a él y a otros dirigentes políticos indios de todos los partidos recibiendo dinero desde el exterior a través de canales 'hawala'.